Publicidad
¿Es contradictorio que los veganos prefieran alimentos con sabor a carne? Gastronomía Crédito: El Mostrador.

¿Es contradictorio que los veganos prefieran alimentos con sabor a carne?

Publicidad

La cocina vegana ha evolucionado a pasos agigantados, ofreciendo sabores y texturas que recuerdan a los productos cárnicos. ¿Es contradictorio querer que sepa a carne sin serlo? Cuatro figuras veganas responden, mientras el mercado crece con nuevas alternativas vegetales.


Adoptar una alimentación basada en plantas ya no significa renunciar al sabor o a la textura del alimento. Hoy, el veganismo no solo está asociado a decisiones éticas, medioambientales o de salud, sino también a una amplia oferta gastronómica que permite experimentar con nuevos sabores o incluso revivir aquellos que antes solo eran posibles con productos de origen animal.

Hamburguesas se soya, embutidos vegetales, quesos veganos, el tofu o las legumbres son parte del menú que hoy muchas personas veganas —y no veganas— consumen, impulsando una industria que no para de innovar.

 Pero, ¿todas las personas veganas buscan imitar los sabores o desisten de ello? 

Veganismo y sabor

Según la Encuesta de Participantes 2025 de Veganuary, el 7% de quienes se sumaron al desafío de enero dijeron que uno de los principales motivos para continuar con una dieta basada en plantas fue descubrir nuevos sabores. Al mismo tiempo, un 14% confesó haber extrañado productos de origen animal durante ese mes, aunque solo un 4% mencionó el pollo y un 3% otras carnes.

Para Eliana Albasetti, actriz y fundadora del Santuario Empatía, comenta que “como la gran mayoría de las personas que son veganas, no lo hicieron porque no nos gusta la carne, sino porque no te gusta lo que hay detrás. Nosotros, culturalmente hablando, nos encanta el sabor y la textura de la carne, pero obviamente no queremos matar a nadie. Por eso, está buenísimo hoy en día tener los sabores que nos gustan, las texturas que nos gustan, todo sin hacerle daño a ningún animal”. 

La nutricionista Valentina Bello coincide y explica que vivió poco más de 20 años de su vida comiendo carne y le gustaba mucho su sabor y textura. “Decidí dejar de comer carne solo por cuestiones éticas y a veces me gusta comer alimentos que simulan aquellos con los que crecí, pero ya estoy muy familiarizada con preparaciones a base de legumbres, soya, tofu y otros vegetales, por lo que no necesito esos reemplazos para comer en mi día a día”, dice.

Entre la nostalgia y la exploración

El director de Veganuary Latinoamérica, Mauricio Serrano, recuerda que al comienzo prefería los productos que imitaban el sabor y textura de la carne. Actualmente, no tiene una inclinación exclusiva por los productos que imitan o no los sabores de la carne en las comidas veganas. “Hoy estoy en un equilibrio entre ambas posibilidades, no me molesta comer una hamburguesa vegana con sabor tradicional como tampoco una más exótica, creo que esto permite evitar aburrirnos o limitarnos con las opciones veganas”, explica Serrano.

En tanto, la creadora de contenido Francisca Valenzuela (@veganahambrienta) es enfática: “Al final, lo que nos gusta de la carne es el sabor y la textura, y eso viene de técnicas de cocción, fermentación, umami, grasa vegetal bien usada y eso no es exclusivo del mundo animal”. La creadora de contenido también considera que hay cierta creencia limitante de que algo hecho 100% de plantas no puede ser tan jugoso, explosivo y contundente.

Para @veganahambrienta, la clave es que, por ejemplo, las hamburguesas veganas estén bien pensadas, con buena estructura, sabor balanceado y que no se desarmen al primer mordisco. “No es carne, y no tiene que serlo, porque “hamburguesa” es el nombre de la preparación y no sus ingredientes”, dice. Y también habla del sándwich en su totalidad. “De hecho, te diría que, en una hamburguesa vegana, el trozo de burguer tiene más o menos la misma importancia que los vegetales, salsas, crocantes y pan que la envuelve. Si algo de lo demás falla, puede que tu experiencia no sea tan buena por lo que hay que ponerle atención a todo”, comenta. 

Crédito: El Mostrador.

El crecimiento del mercado vegetal

Tanto Eliana Albasetti como Mauricio Serrano destacan que la oferta de productos veganos en Chile ha mejorado notablemente. “El avance ha sido increíble, los productos en base a plantas que encontramos actualmente en Chile son de gran calidad, no solo por su sabor, sino también textura, olor, y hasta el empaquetado, buscando ofrecer productos altamente elaborados que imitan a los tradicionales, y que espero compitan con ellos en el futuro”, explica Serrano.

La nutricionista Valentina Bello añade que la existencia de estos productos facilita las transiciones hacia una alimentación basada en plantas. “En lo personal me hizo muy feliz encontrar salchichas que me hicieran recordar los completos con palta, tomate y mayo que comía para la once con mi familia”, declara Bello. 

Una industria en expansión

Francisca Valenzuela destaca que la gastronomía vegana local ha evolucionado notablemente. “Podemos ver cómo la oferta gastronómica en locales y restaurantes ha mejorado muchísimo haciendo propuestas innovadoras y desmarcándose de lo que ya habíamos visto durante años que son las fuentes de soda y cafeterías”. Y también considera que los productos que “imitan” pueden ser tremendos aliados para quienes desean probar el veganismo.

No comer productos de origen animal ha dejado de ser una rareza o una moda pasajera. Se ha transformado en un movimiento ético, ambiental y social, pero también en un territorio gastronómico cada vez más amplio y sofisticado. La posibilidad de elegir alimentos vegetales que recuerdan a los de origen animal no contradice la filosofía vegana, sino que la fortalece al ofrecer más caminos posibles para sumarse.

Ya sea por ética, por salud o por el planeta, el veganismo moderno demuestra que renunciar a la carne no significa renunciar al sabor.

Publicidad