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El rito de la once chilena: Circular Valparaíso rescata la tradición más querida de nuestros hogares Gastronomía

El rito de la once chilena: Circular Valparaíso rescata la tradición más querida de nuestros hogares

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María Jesús Bujanda
Por : María Jesús Bujanda Periodista diplomada Enoturismo/Gastronomía @reinafoodie
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Circular Valparaíso no solo ofrece una vista privilegiada a la bahía, ofrece un regreso a la mesa familiar, a la hora del té con los abuelos, al pan con manjar y a la conversación sin tiempo, en una ciudad que siempre ha sabido combinar historia y vanguardia.


En Chile, pocas tradiciones tienen tanto arraigo emocional como la once. Ese momento del día en que el té humeante convoca a la familia, los amigos o a uno mismo frente a la mesa. Un ritual que se repite sin estridencias, pero con la fuerza de lo cotidiano: una marraqueta tibia, una torta de durazno manjar, el aroma a café, el murmullo de la conversación sin apuro.

Durante décadas, la once chilena fue símbolo de encuentro y sencillez, y aunque su versión más clásica —con pan, mantequilla, paté y brazo de reina— se miraba con nostalgia ante el aumento de la llegada de los tea time que hacen guiño a preparaciones internacionales,  en Circular Valparaíso vuelve a cobrar vida con una sensibilidad contemporánea. Desde su restaurante en el Paseo Yugoslavo del Cerro Alegre, el chef Cristian Gómez ha logrado capturar el espíritu de esta tradición, devolviéndole protagonismo en la escena gastronómica local.

Créditos: @bitacoradeunasibarita

Una tradición que nos pertenece

“Tomar once es parte de nuestra identidad. Es un momento de unión que ocurre todos los días en las casas chilenas, pero pocas veces lo reconocemos como tal”, reflexiona Cristian Gómez.

Su motivación no es casual. Hace una década, cuando representó a Chile en el Mundial de Cocina y Té en Sri Lanka, llevó precisamente la once como muestra de la cultura nacional. “Llevé esta comida porque es algo que disfrutamos con té, algo íntimo, familiar, profundamente nuestro”, recuerda. Esa experiencia marcó el inicio de un proyecto que hoy, cada viernes y sábado de 17:00 a 20:00 horas, cobra vida en Circular, con un menú que revive las once de antaño, esas que huelen a infancia y cariño.

El sabor de la nostalgia con vista a la bahía

Circular Valparaíso, conocido por su cocina del mar, abre sus puertas en el atardecer porteño para ofrecer una once abundante, golosa y entrañable. El espacio, con su cocina a la vista y una panorámica privilegiada de la bahía, invita a sentarse sin prisa, mirar cómo el equipo se mueve en perfecta sincronía y disfrutar de una experiencia que combina memoria y oficio.

La propuesta —que cuesta $14.990 por persona— incluye refill de té, té con canela, café y un goloso y contundente chocolate con leche, junto a todas las preparaciones hechas en el propio restaurante: pie de limón, brazo de reina, una canasta de panes, mermeladas caseras (como la de durazno), paté de cerdo, la clásica torta de durazno manjar, sándwiches de miga de ave con pimentón, mini churrascos marinos, queque de vainilla y una selección de pasteles chilenos.

Créditos: @bitacoradeunasibarita

Nada es improvisado. Cada receta busca evocar las onces de los años 80 y 90, esas que se servían con mantel floreado y vajilla heredada. Y aunque hay un guiño a la tradición, el chef mantiene su toque creativo: “Queremos que la gente pueda venir muchas veces y siempre encontrar algo distinto”, comenta Gómez. Por eso, el menú cambia según la temporada o las festividades. En Fiestas Patrias, por ejemplo, sirvieron sopaipillas y churrascas, adaptando la carta sin perder su raíz casera.

Más que una propuesta gastronómica, lo que Gómez plantea es un acto de rescate cultural. “En la once pasan cosas importantes: los niños llegan del colegio, los papás del trabajo, se presentan los pololos, se celebran los cumpleaños o simplemente se conversa. Es un rito que ocurre todos los días en todos los hogares, y que sin darnos cuenta, nos define como chilenos”, explica.

La once de Circular nació como una actividad especial durante el Día del Patrimonio, pero la acogida fue tan cálida que se transformó en una experiencia permanente. Hoy, cada fin de semana, decenas de porteños y turistas se dan cita en este rincón del Cerro Alegre para vivir una once con alma: generosa, sencilla y profundamente emocional.

Un reencuentro con lo esencial

Circular Valparaíso no solo ofrece una vista privilegiada a la bahía: ofrece un viaje. Un regreso a la mesa familiar, a la hora del té con los abuelos, al pan con manjar y a la conversación sin tiempo. En una ciudad que siempre ha sabido combinar historia y vanguardia, esta propuesta se siente como un homenaje a lo cotidiano, a ese Chile que se comparte de a sorbos y de a migas.

Circular Valparaíso – Paseo Yugoslavo, Cerro Alegre, Valparaíso
Viernes y sábado, de 17:00 a 20:00 hrs
Valor: $14.990 por persona

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