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Experiencia inmersiva en Pirque invita a descubrir el vino desde los diversos sentidos PANORAMAS

Experiencia inmersiva en Pirque invita a descubrir el vino desde los diversos sentidos

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Una propuesta inmersiva que combina arte, tecnología y patrimonio busca enseñar, a través de los sentidos, el origen del vino chileno y la historia de Casillero del Diablo en el nuevo Centro del Vino de Concha y Toro. Un recorrido que invita a ver, oler, tocar y degustar el vino desde su origen.


Acercarse al mundo del vino es, ante todo, aprender a sentir. Más allá de los tecnicismos, comprender un vino implica conectar con su origen, con el terroir que lo vio crecer, el clima que moldeó su carácter, las cepas que le dan identidad y los aromas que revelan su historia.

Por eso, las experiencias sensoriales se han convertido en uno de los caminos más efectivos para introducirse en la cultura vitivinícola. A través de la vista, el olfato, el tacto, el gusto e incluso el oído, el visitante puede recorrer los matices que hacen único a cada vino, traduciendo conceptos complejos —como suelos, variedades, procesos de vinificación o envejecimiento— en vivencias tangibles.

Es así como Concha y Toro presenta su recorrido inmersivo “Experiencia Sensorial: El Origen de una Leyenda”, un innovador espacio ubicado en el recién inaugurado Centro del Vino en Pirque. El proyecto —que acaba de obtener el primer lugar en la categoría “Diseño de Ambientes y Espacios | Exhibiciones y Museografía” de los premios Chile Diseño 2025— combina arte, tecnología y patrimonio para revelar el origen del vino chileno y de la emblemática línea Casillero del Diablo en un viaje que involucra todos los sentidos.

Recientemente inaugurada, esta propuesta es única en su tipo en América Latina y ya fue distinguida por su excelencia museográfica y su aporte al turismo cultural. Su objetivo es difundir la cultura del vino en Chile a través de un recorrido multisensorial que invita a descubrir el territorio nacional, los principales valles vitivinícolas, las etapas de desarrollo de la vid y los procesos de elaboración del vino, junto con sus colores, aromas y texturas. Todo ello se presenta mediante una narrativa museográfica cuidadosamente construida, recursos audiovisuales de última generación y obras de destacados artistas chilenos.

El recorrido incluye también salas temáticas dedicadas a Casillero del Diablo, donde se exhibe memorabilia que celebra los 60 años de historia de esta icónica etiqueta. La experiencia culmina en la centenaria bodega subterránea, donde la leyenda cobra vida a través de proyecciones, sonido envolvente y efectos sensoriales que transportan al visitante al misterioso origen del mito.

El proyecto —que articula arte, arquitectura, diseño y tecnología— fue desarrollado por las oficinas museográficas Amercanda y SUMO, lideradas por Pablo Cordua y Sebastián Moro, junto a un equipo de más de 18 especialistas y artistas. Entre ellos destacan Martín Hurtado (arquitectura), Enrique Concha (interiorismo), Gabriel y Diana Horta, Jean Petitpas, Cecilia Avendaño y Pilar Salazar, entre otros nombres del arte y la museografía chilena.

“Esta experiencia sensorial tiene una diversidad de componentes que la hacen única en el mundo. Es una simbiosis entre patrimonio, tecnología y materialidad que permite comprender por qué en Chile se producen vinos tan excepcionales”, señala Pablo Cordua, de Amercanda. En tanto, Sebastián Moro, de SUMO, agrega: “Quisimos contar la historia del vino de una manera accesible, entretenida y visualmente cautivadora. Es un proyecto culturalmente rico, a la altura de grandes museos latinoamericanos”.

Para Enrique Concha, reconocido interiorista chileno vinculado desde los inicios al proyecto madre del Centro del Vino, esta propuesta es “dinámica y concebida para mostrar la historia del vino chileno desde una perspectiva museológica y cultural. Es un proyecto vivo, que continuará evolucionando con el tiempo”.

En un país como Chile, donde la diversidad geográfica y climática se refleja en cada copa, estas experiencias invitan a descubrir, desde los sentidos, la profunda relación entre territorio, historia y vino. Con esta propuesta, Concha y Toro reafirma su liderazgo en innovación enoturística, ofreciendo un recorrido que une arte, ciencia, patrimonio e historia en un entorno natural incomparable. Una invitación a descubrir el alma del vino chileno desde sus raíces y vivir la leyenda del Casillero del Diablo como nunca antes. Reservas disponibles en enoturismo.conchaytoro.com.  

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