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Ovalle, la “Perla del Limarí”: naturaleza, historia y gastronomía con identidad en el Norte Chico Viajes Crédito: Enoturismo Chile.

Ovalle, la “Perla del Limarí”: naturaleza, historia y gastronomía con identidad en el Norte Chico

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A orillas del río Limarí, Ovalle combina patrimonio arqueológico, bosques milenarios, pisqueras y viñedos reconocidos y cielos estrellados. A solo 403 km de Santiago, invita a descubrir un destino sorprendente y accesible para todo tipo de viajeros.


Ovalle, capital de la provincia de Limarí en la Región de Coquimbo, emerge como un destino sorpresa en el Norte Chico. A orillas del río Limarí, esta ciudad se encuentra a unos 403 km al norte de Santiago y a menos de 90 km de La Serena. Rodeada por un valle fértil contrastante con los cerros áridos, es conocida como la “Perla del Limarí” por su dinamismo rural, clima templado y riqueza natural, cultural y gastronómica

Valle del Encanto y Parque Nacional Bosque Fray Jorge

A solo 19 km al oeste de Ovalle, se encuentra el Valle del Encanto que aloja cultura de los pueblos Molle, diversidad animal y destacan las “piedras tacitas”, rocas con perforaciones utilizadas probablemente con fines ceremoniales o para procesar alimentos. Los grabados quedan mejor a plena luz del día, cuando se distinguen más nítidamente. 

Diego Bugueño, guía turístico comenta que en el valle se “puede ver arte rupestre de la cultura diaguita y de la cultura molle. Entre ellos encontramos los petroglifos, las pictografías y las piedras tacitas, lo más antiguo de ahí del sector son las pinturas, que tienen alrededor de 5.500 años de antigüedad”.

Aquí se pueden observar además especies autóctonas como zorros culpeo, degús, aves como tencas, cururos y la culebra de cola corta.

Crédito: El Mostrador.

Mientras que en la Cordillera de la Costa, a unos 90 km de Ovalle, el Parque Nacional Fray Jorge protege un bosque húmedo valdiviano único en el desierto de Atacama. Gracias a la humedad costera (camanchaca), alberga especies típicas del sur de Chile —como copihues, olivillos y helechos— junto con vegetación semiárida como cactus y guayacán. Es el único parque en Sudamérica certificado con cielo oscuro Starlight, ideal para astroturismo.

Gracias al microclima generado por la neblina costera, se encuentren especies vegetales típicas del sur de Chile, como el canelo (Drymis winteri), el olivillo (Aextoxicon punctatum), el arrayán (Luma apiculata) y el petrillo (Myrceugenia correifolia).

Vino, pisco y gastronomía

Su clima privilegiado, con cielos despejados gran parte del año, no solo convierte a Ovalle en un punto estratégico para la astronomía, sino también en un paraíso para el cultivo de la vid y la elaboración de vinos y piscos de gran calidad.

Valle del Limarí. Créditos: Loreto Santibáñez.

Variedades como Chardonnay, Syrah, Pedro Ximénez o Sauvignon Blanc se adaptan con éxito a estos territorios extremos de zonas desérticas, suelos calcáreos, exposición solar intensa y una marcada amplitud térmica que han dado origen a vinos únicos, cargados de mineralidad, frescura y carácter, y que forman parte del llamado “Norte Verde”

El enoturismo en la zona ha crecido de la mano de viñas que combinan tradición, innovación y una marcada identidad local, con degustaciones y maridajes con productos del valle: quesos de cabra, papayas y piscos gourmet.

Viña Tabalí, conocida por sus vinos de terroir y su arquitectura que se funde con el paisaje desértico, ofrece visitas guiadas, degustaciones y maridajes que conectan al visitante con la esencia del valle. Ocho Tierras, con su propuesta más boutique, invita a conocer el proceso vitivinícola en detalle, mientras que Viña Tamaya, a unos minutos de la ciudad, se destaca por su mirada integral al vino, desde el viñedo hasta la copa.

Pisquera Tulahuén, productora de Waqar y Black Heron. Créditos: Loreto Santibáñez.

El pisco, por su parte, tiene aquí un peso histórico y cultural. En el valle del Limarí se producen etiquetas reconocidas como Mal Paso, Waqar, Chañaral de Carén y las marcas de la Compañía Pisquera de Chile, con la posibilidad de recorrer pisqueras y conocer el arte de la destilación, un saber transmitido por generaciones.

Además, la gastronomía ovallina es un reflejo de su geografía: generosa en productos del mar que llegan frescos desde la costa cercana, pero también rica en carnes, frutas, hortalizas y quesos de la zona interior. Entre los restaurantes más destacados está Fuente Toscana, reconocido por la Guía 100 del Club de los Amantes del Vino, donde la cocina italo-española se mezcla con productos locales y una cuidada carta de vinos del Limarí.

Lomo Villaseca. Lomo liso con salsa de queso azul de cabra y papas dominó. Créditos: @fuentetoscana

Dónde alojar

Ovalle y el Valle del Limarí ofrecen alternativas de hospedaje que van desde hoteles modernos en el centro hasta experiencias más auténticas en antiguas casonas y estancias rurales.

Una de las más emblemáticas es la Hacienda Huamalata (ex Mal Paso), una propiedad histórica que conserva el encanto de la arquitectura colonial chilena. Rodeada de jardines, viñedos y frutales, esta hacienda combina la tradición agrícola con el confort actual. Sus habitaciones están decoradas con muebles rústicos y detalles patrimoniales, y el entorno invita a paseos a caballo, caminatas por el campo y degustaciones de vinos y piscos elaborados en la zona. Es ideal para quienes buscan desconectarse y vivir la experiencia del Limarí desde dentro.

Para viajeros que prefieren alternativas más acogedoras y personalizadas, existen hostales boutique y bed & breakfast en las afueras de la ciudad, muchos administrados por familias locales, donde el desayuno incluye productos frescos de la zona como quesos, pan amasado y mermeladas caseras. También hay opciones más económicas como cabañas y alojamientos rurales, pensados para grupos o familias que quieran recorrer el valle con total independencia.

Créditos: Loreto Santibáñez.

La ciudad complementa su oferta con turismo de naturaleza y bienestar. En la ribera del río Limarí, el balneario Los Peñones es ideal para familias, con paseos a caballo, picnics y navegación.

Porque Ovalle se consolida así como un destino para disfrutar del buen comer y beber en medio de paisajes que alternan el verde de los viñedos con el ocre del desierto, además de visitar sitios arqueológicos como el Valle del Encanto, y terminar el día bajo uno de los cielos más limpios del planeta.

Un destino integral que reúne historia, naturaleza, cultura y sabores en un entorno de clima templado. A menos de cinco horas de la capital, invita a un turismo consciente, cercano y auténtico en el corazón del Valle del Limarí.

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