
Comenzó temporada de turismo antártico 2025-2026: Magallanes abre las puertas al continente blanco
Con esta nueva temporada en marcha, Magallanes vuelve a consolidarse como la gran puerta de entrada al fin del mundo con más de 80 cruceros programados hacia el continente blanco. Un destino único que crece año a año y que combina aventura, ciencia y conciencia ambiental.
Con la llegada del Magellan Explorer y una ceremonia organizada por Antarctic21, la Cámara de Turismo de Magallanes y la Empresa Portuaria Austral (EPAustral) dieron inicio a la temporada de turismo antártico 2025-2026. Desde ahora y hasta marzo, miles de viajeros de todo el mundo partirán desde la Región de Magallanes para vivir una de las experiencias más exclusivas del planeta: explorar la Antártica.
Este año, la programación contempla 164 recaladas de cruceros en la región, de las cuales 86 estarán destinadas a la ruta antártica, con salidas desde Punta Arenas, Ushuaia y Puerto Williams. Las autoridades proyectan un crecimiento cercano al 10 % anual en este segmento, impulsado por el interés global por conocer el continente blanco y por la recuperación sostenida tras la pandemia.
Chile, y particularmente la Región de Magallanes, ocupa un rol estratégico en esta industria. Punta Arenas concentra buena parte de las operaciones aéreas y marítimas, mientras que Puerto Williams y Puerto Natales comienzan a posicionarse como nuevos puntos de embarque.
Para responder a la demanda, EPAustral impulsa mejoras en infraestructura como la ampliación del Terminal Arturo Prat en Punta Arenas, un nuevo muelle en Puerto Williams en convenio con la Armada, y la construcción de un moderno terminal de pasajeros con apoyo del Gobierno Regional. Estas obras buscan elevar los estándares de atención y diversificar la oferta portuaria.

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Un turismo en expansión
El turismo antártico ha mostrado un crecimiento sostenido en los últimos años. Tras la paralización casi total en 2020, las temporadas recientes marcaron un repunte histórico: en 2023-2024 se alcanzó un récord de más de 125.000 visitantes internacionales, confirmando que la Antártica se ha convertido en un destino aspiracional a nivel global.
Los viajeros llegan de más de 50 nacionalidades y buscan experiencias únicas, como navegar entre glaciares, observar colonias de pingüinos, avistar ballenas o conocer las bases científicas que operan en el continente. En muchos casos, se trata de expediciones de lujo, con un alto componente educativo y ambiental.
En ese sentido, el turismo antártico ofrece expediciones controladas a la Península Antártica y sus islas cercanas, combinando paisajes imponentes, encuentros con fauna única y visitas a bases científicas, siempre bajo normas estrictas de conservación.
Principales puntos de interés

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La mayoría de los itinerarios se concentran en la Península Antártica, ya que es la zona más accesible y con mayor biodiversidad. Algunos lugares clave:
Islas Shetland del Sur
- Isla Rey Jorge: concentra bases científicas de varios países (Chile, Rusia, China, Corea, entre otros).
- Isla Decepción: volcán activo con bahías navegables y aguas termales naturales.
- Isla Media Luna: famosa por sus colonias de pingüinos barbijo.
Península Antártica
- Bahía Paraíso: una de las bahías más fotogénicas, rodeada de glaciares.
- Puerto Lockroy: antigua base británica convertida en museo y oficina postal.
- Canal Lemaire: un estrecho pasaje rodeado de montañas nevadas, muy buscado por los fotógrafos.
- Base Brown (Argentina) y Base González Videla (Chile), donde se realizan visitas controladas.
Otros destinos más exclusivos (en viajes largos o de lujo)
- Mar de Weddell: famoso por los paisajes de hielo y el avistamiento de colonias de pingüinos emperador.
- Cruces hacia la Isla Georgia del Sur o las Islas Orcadas del Sur, con abundante fauna marina.
- Algunos itinerarios de alta gama incluyen vuelos hacia el interior del continente, con experiencias en el Polo Sur geográfico o en el macizo montañoso de Vinson.
Turismo con conciencia
Si bien la expansión entusiasma al sector, también abre preguntas sobre sostenibilidad. La Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos (IAATO) establece normas estrictas para minimizar el impacto ambiental: límites de pasajeros en desembarcos, protocolos de bioseguridad y exigencias para operar con combustibles más limpios.
El desafío está en mantener el equilibrio entre el atractivo turístico y la conservación de un ecosistema frágil, que concentra la mayor reserva de agua dulce del planeta y es clave en el equilibrio climático global.