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Bajo la influencia lunar

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¡Buenas tardes, apreciados habitantes de este Universo Paralelo

Una noche clara, de luna llena, nos regala fuertes emociones estéticas y espirituales. Bueno, ahora también comienza a despertar nuestras más desmedidas ambiciones materiales. Un trabajo reciente estima que podría haber un billón de dólares en platino y otros metales esperando ser extraídos del regolito lunar. Un botín silencioso, depositado poco a poco por asteroides que han impactado allí durante miles de millones de años. Esto ya seduce a empresas, agencias espaciales y mercados.

  • Pero, claro, este es solo el valor de todos esos metales si estuvieran en la Tierra. El costo de extraerlos y traerlos es mayor que su valor intrínseco.

Más allá de esto, convertir a la Luna en una mina no es solo una hazaña técnica; es una decisión civilizatoria. Las faenas mineras no suelen ser semilla de romances ni inspirar obras de Debussy.

Un estudio reciente nos acerca a un escenario de colonización lunar, con comunidades autoabastecidas, lo que haría más plausible este futuro extractivo.

  • El trabajo muestra que sería posible crear agua a partir del regolito lunar, usando únicamente luz solar y el propio suelo como catalizador.

La Luna es el centro de esta edición de Universo Paralelo y, para hablar de ella, invitamos al geólogo Camilo Sánchez; al antropólogo social Francisco Crespo; al doctor en Ciencias Ignacio Retamal; y la periodista Francisca Munita.

Gracias por acompañarnos en este número lunático (pero con evidencia). Si esta edición te hizo mirar la Luna con nuevos ojos –o querer cortarte el pelo en fase menguante solo por molestar a la ciencia–, no lo dejes en órbita. Comenta y comparte este link y haz que más personas se suban a esta nave.

Y si esta edición te llegó por obra y gracia de otro ser curioso: Suscríbete aquí y únete al lado más brillante de la divulgación. Sigamos expandiendo juntos este Universo Paralelo.

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EXPLORACIÓN MINERA ULTRATERRESTRE: LA LUNA

Mapa Geológico Unificado de la Luna. Crédito: NASA/GSFC/USGS

Por Camilo Sánchez
Geólogo

En pleno siglo XV, el navegante y explorador Hernando de Magallanes señaló:

  • “La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo sé que es redonda, porque vi su sombra en la Luna. Y tengo más fe en una sombra que en la Iglesia”.

Su convicción y ánimo de exploración estaban profundamente ligados al acto de mirar el cielo y atreverse a imaginar nuevas rutas. Para Magallanes, explorar era cuestionar lo establecido, desafiar lo conocido y trazar caminos hacia lo incierto.

  • El siglo de Magallanes marcó el inicio del comercio intercontinental y fue la antesala de la globalización. Hoy, en pleno siglo XXI, vivimos una nueva revolución, esta vez tecnológica, que ha generado demandas impensadas hace solo unas décadas. Entre ellas, una creciente necesidad de minerales y recursos naturales. Así como las islas de las Especias movían el mundo hace 500 años, ahora lo hace la búsqueda de recursos, y quizás mañana los materiales que podamos obtener más allá de la Tierra: en la Luna.

La exploración lunar ha cobrado nuevo impulso. Un ejemplo es la inversión de más de 14.300 millones de dólares que China destinó en 2023 exclusivamente a misiones espaciales, incluyendo su programa lunar Chang’e –nombrado en honor a la diosa china de la Luna–, cuyo objetivo es estudiar el material rocoso, la composición química y los minerales presentes en la superficie lunar.

  • El conocimiento geológico de la Luna comenzó con las misiones Apolo (1969–1972), que permitieron estudiar el origen del sistema solar y revelaron similitudes con la Tierra. Ya en 1967, investigadores como el chileno-estadounidense George Mueller discutían en Nature la posible presencia de depósitos minerales en la Luna, aunque en esa época los costos de exploración eran prohibitivos. Hoy, el desarrollo tecnológico ha llevado a la NASA y al Servicio Geológico de Estados Unidos a trabajar en la identificación y catastro de sus recursos, al punto que se tiene un mapa geológico de la superficie lunar (imagen de esta columna).

Según el Dr. Ian Crawford, del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Londres, la Luna posee dos grandes unidades geológicas:

  1. Las tierras altas lunares, que corresponderían a su corteza original, compuestas por rocas ricas en calcio, aluminio, sílice y oxígeno, incluyendo minerales como la anortita, también presente en la Tierra.
  2. Los mares lunares (o mare), grandes llanuras basálticas donde predominan minerales químicamente enriquecidos en magnesio, hierro y titanio.

Pero estos no son los únicos recursos. Según la NASA, la Luna también contiene agua, uranio, torio, tierras raras e incluso isótopos de helio-3.

  • Los usos proyectados de estos elementos incluyen generación de energía, producción de combustibles y materiales de construcción. Esto ha abierto debates sobre el aprovechamiento de recursos in situ para crear bases autónomas, o sobre la viabilidad de transportar minerales a la Tierra para abastecer su demanda. En este contexto, el exdirector de la Agencia Espacial Europea afirmó, durante la Conferencia Space19+, que “el uso de los recursos espaciales podría ser clave para la exploración lunar sostenible”.

Este escenario ha reactivado la discusión sobre la legalidad y ética de la explotación económica de los recursos lunares. Ha vuelto a ponerse en el centro del debate el Tratado de la ONU sobre el Espacio Ultraterrestre (1967) y el Acuerdo sobre la Luna (1979), que establecen que “la Luna y sus recursos naturales son patrimonio común de la humanidad”.

  • Si Magallanes soñaba con una ruta más corta y segura hacia las especias, hoy soñamos con una ruta hacia la siguiente frontera: una economía espacial que integre los recursos extraterrestres al desarrollo terrestre. Suena a ciencia ficción, pero también lo era, en su tiempo, circunnavegar el planeta.

En esta nueva era de exploradores, tal vez pronto volvamos a mirar el cielo preguntándonos si habrá algún chileno o chilena que, como Magallanes, decida seguir la sombra… y no el dogma.

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LA LUNA EN NUESTRA CULTURA

Crédito: Imagen generada con IA.

Por Francisco Crespo
Antropólogo social

En el folclore japonés la Luna es habitada por dos conejos que hacen mochi, un dulce de harina de arroz, relleno con pasta de porotos rojos (anko)El golpeteo constante del enorme mazo necesario para convertir el arroz en harina es lo que explica esos surcos oscuros en la superficie lunar.

  • El mito de los conejos viene, a su vez, de la tradición china que plantea que la Luna es habitada por Chang´e, quien bebió el elixir de la inmortalidad y ascendió a la Luna donde vive eternamente con su fiel Conejo de Jade –玉兔 (Yùtù)–, el cual muele eternamente las hierbas para producir más elixir de la inmortalidad.

En la cultura inca, por su parte, Mama Quilla es la hija de Viracocha y esposa de Inti –dios Sol–, protectora de las mujeres, la fertilidad, el matrimonio y la crianza. Curiosamente, en la mitología inca también existe una explicación para los cráteres lunares: un zorro enamorado de Mama Quilla la fue a visitar a los cielos y fue abrazado fuertemente por esta, dejando estas marcas en la superficie lunar.

  • Como tú quizás sabes, el calendario lunar es fundamental en la agricultura tradicional. Las fases sistemáticas de la Luna permitieron a nuestros ancestros organizar el tiempo, la siembra y la cosecha, así como distintos ritos y celebraciones. En un sentido más práctico, la Luna permite ver durante la noche, orientarse y navegar. Tú no querrías –si puedes evitarlo– aventurarte bajo una luna menguante, a menos, claro, que no quieras que te divisen en la oscuridad. En la actualidad, casi 2 billones de personas usan calendarios lunares con fines religiosos, rituales o agrícolas, si consideramos a la población musulmana y a China, que usa un calendario mixto.

Algunas investigaciones y publicaciones han intentado demostrar que, de la misma forma en que la Luna afecta las mareas, también afecta la humedad del sustrato, lo que influye en la germinación de las semillas. Sobre esto, no obstante, no existe evidencia científica contundente.

  • Sin embargo, sí se ha encontrado evidencia de que las mareas lunares tienen relación con el diámetro de los tallos en árboles, publicada en 1998 en Nature y revisada por otro grupo de autores en 2010. Tú sabes lo que dicen de la correlación y la causalidad, pero de todas maneras no deja de ser interesante.

Siglos han pasado. Sabemos más o menos lo que ocurre allá arriba, pero muchos aún siguen pensando en conejos, martillos y zorros, porque la Luna sigue siendo central en nuestra cultura, mitos y teorías conspirativas. En el fondo, seguimos siendo los mismos que miraron, con miedo y anhelo, hacia ese espejo brillante que refleja la luz de la diosa del Sol.

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NOTICIAS: LA SEMANA EN CIENCIA

Crédito: StockCake

Capas estratificadas de roca, como las recientemente halladas en Canadá: las más antiguas de la Tierra, incluso más que la Luna.

Por Francisca Munita
Periodista

Esta semana, mientras la Luna nos observa en silencio, la ciencia no para de sacudirnos: un tumor cerebral desaparece, el ejercicio compite con la quimio, el universo revela su materia perdida y la Tierra desempolva sus rocas más antiguas. Nada mal para unos días bajo su luz.

  • Terapia erradica un glioblastoma en paciente de 40 años

¿Qué pasó? Un padre con glioblastoma, el cáncer cerebral más agresivo, quedó libre de tumor tras una inmunoterapia adaptada con ipilimumab.
Fecha de publicación: 22 de julio en Times of India y SciTechDaily.  En español.
¿Cómo lo descubrieron? Fue parte de un ensayo experimental que activó células T, capaces de cruzar la barrera hematoencefálica y destruir el tumor.
¿Por qué es importante? Este caso extremo reabre la esperanza de tratamientos inmunológicos personalizados para cánceres sin cura.
Dato freakel paciente estaba desahuciado y ahora está libre del tumor. Una hazaña médica que abre nuevas puertas en neurooncología.


  •  Ejercicio reduce en 28% las recaídas de cáncer de colon en 3 años

¿Qué pasó? Un estudio clínico demostró que el ejercicio estructurado disminuye las recaídas y la mortalidad en pacientes con cáncer de colon.
Fecha de publicación: 22 de julio, por el New England Journal of Medicine y Washington Post.
En español.
¿Cómo lo descubrieron? 889 pacientes fueron divididos entre actividad física supervisada y control educativo.
¿Por qué es importante? El ejercicio se posiciona como intervención terapéutica real, no solo preventiva.
Dato freak: correr media hora al día puede salvar más vidas que algunos fármacos.


  • Descubren las rocas más antiguas de la Tierra: 4.160 millones de años

¿Qué pasó? Un equipo halló rocas de la corteza primitiva en Canadá, que datan del Hádico temprano.
Fecha de publicación: 26 de junio en Science, difundido por Science News esta semana.  En español.
¿Cómo lo descubrieron? Usaron datación isotópica avanzada en la formación Nuvvuagittuq.
¿Por qué es importante? Ofrece una ventana directa al origen del planeta y a las condiciones en que nació la vida.
Dato freak: estas rocas, según algunas teorías, son más antiguas que la Luna.


  • Aparece el gas oculto del universo: hallan la materia bariónica faltante

¿Qué pasó? Astrónomos detectaron filamentos de gas caliente que completan el inventario de materia “normal” del universo.
Fecha de publicación: 16 de julio en Nature Astronomy.  En español.
¿Cómo lo descubrieron? Con telescopios de rayos X y análisis de lentes gravitacionales.
¿Por qué es importante? Resuelve el misterio del 50 % de materia bariónica faltante, clave para validar los modelos cosmológicos.
Dato freakestaba ahí todo el tiempo, pero demasiado difusa para verla.

ÓRBITAS PARALELAS

La Luna revela secretos del lado oculto
Las primeras muestras traídas del cráter Polo Sur-Aitken revelan composición distinta y actividad volcánica inesperada. Más información. En español.

El pez cebra regenera su audición en minutos
Sus células sensoriales vuelven a crecer tras daño acústico, abriendo posibilidades para terapias humanas.
Más información. En español.

86 mil microsismos bajo Yellowstone descubiertos con IA
Una red de temblores invisibles sale a la luz, revelando patrones antes imposibles de detectar.
Más información. En español.

La estrella compañera de Betelgeuse fotografiada por primera vez
Astrónomos logran aislarla con interferometría infrarroja, clave para entender el futuro de la supergigante. Más información. En español.

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LA IMAGEN DE LA SEMANA

Crédito: Gabriel Muñoz.

LUNA DE CIERVO

En el hemisferio norte, la luna llena de julio se llama luna de ciervoEs la época en que los ciervos machos renuevan sus astas: crecen de nuevo, cubiertas por una piel aterciopelada. Aquí, en el sur, no hay ciervos siguiendo ese calendario. Pero sí hay volcanes. Y a veces, como en esta imagen, hacen de la luna llena y la nieve de julio, cerca de su cráter, una imagen sublime.

  • La fotografía de Gabriel Muñoz–fotógrafo cuyo trabajo hemos compartido varias veces en este newsletter– captura el instante preciso en que la Luna emerge desde detrás del volcán Villarrica, en la Región de La Araucanía, Chile.

El cielo aún guarda un dejo de azul invernal y la nieve refleja la luz del Sol que antes reflejó la Luna. Agradecemos a Gabriel Muñoz por contribuir, en esta edición de Universo Paralelo, a recordar que la ciencia también tiene un ángulo estético y emocional. Uno que pocas veces se discute, pero que importa: es al final el verdadero poder que nuestro satélite natural nos regala.

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BREVES PARALELAS

Crédito: David Besh.

Por Francisca Munita
Periodista

MITOS BAJO LA LUNA

La noche del 27 de febrero de 2010, no fueron los muebles desbocados ni las lámparas colgando como en una película apocalíptica lo que más me impactó. Ni siquiera el sonido ensordecedor de ese terremoto me atrapó tanto como la Luna. Ahí estaba: gigante, redonda, iluminándolo todo con esa cara de “yo no fui”.

  • Mi cerebro, todavía temblando, la miró y pensó: “Obvio. Es tu culpa”. Total, siempre se ha dicho que la luna llena desata terremotos, partos, crímenes, emergencias médicas, insomnio y hasta brotes de locura y demencia. No era la única “lunática”, que conste, porque numerosos estudios han buscado insistentemente la correlación entre nuestro satélite natural y todas esas tragedias.

Esa madrugada, después de que todo se calmó y solo quedaban sonando las alarmas de los autos, decidí lanzarle una mirada inquisidora. Sé que ya era adulta para mitos y tampoco estaba esperando convertirme en la mujer lobo (espero que eso no pase nunca y mucho menos metafóricamente). Pero no estaba tan alejada de la realidad: la luna llena también genera pequeñas tensiones adicionales en la corteza terrestre y puede dar el empujoncito para que el caos se desate. Sé que la ciencia ha enfatizado que la influencia es mínima. Pero esa noche, esa malvada, algo tenía que ver.

  • Inmediatamente recordé cuando la culpaba de mis rabietas adolescentes, que con los años descubrí que no eran rabietas, sino una mezcla de hormonas y drama del bueno. Pero en ese momento, la Luna era una explicación elegante. Bastante más glamorosa que reconocer que estaba con cortocircuito, por razones que hoy agradezco haber olvidado, y caminaba con mirada de Chucky lanzando rayos láser a quien osara mirarme con “cara rara”. Con cualquier cara en realidad.

En esa época también intenté culparla del insomnio, del ciclo menstrual errático, del hambre voraz, de la flojera y hasta del pelo que no me crecía más rápido, aunque me lo cortara en luna nueva. ¡Ni con fertilizante lunar lo hacía! Sin embargo, así contaba la leyenda y, como muchos, me aferraba a la esperanza lunar, aunque fuera un mito con brillo propio.

  • Pero la ciencia, hasta ahora, no ha encontrado pruebas sólidas de que la Luna altere nuestro comportamiento o emociones. Solo nuestras mareas.

Esa noche del terremoto, cuando todo se cayó, menos ella, yo también me sentí observada. Parecía saber algo que nosotros no. Quizás la única influencia real de la Luna es esta: nos mira tanto, que terminamos creyendo que también nos juzga.


Conexiones lunares (que no sabías que existían)

En esta edición orbitamos datos insólitos, teorías recientes y conexiones insospechadas entre nuestro satélite y la vida en la Tierra.

Estabilidad del eje terrestre
La presencia de la Luna estabiliza la inclinación del eje de la Tierra. Sin ella, el eje podría tambalearse caóticamente, generando climas extremos y desequilibrio para la vida. Gracias a la Luna, tenemos estaciones más o menos predecibles. Algunas hipótesis sugieren que este hecho precisamente permitió las condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida compleja.

Los días eran más cortos antes de la Luna
Sin ella, la Tierra giraba más rápido. Hace 1.400 millones de años, el día duraba solo 18 horas. Y hace unos 4.5 mil millones de años (cuando se formó la Luna), los días podrían haber durado incluso unas 6 horas, pero esto es una estimación mucho más incierta y temprana. En todo caso, podemos concluir que su tirón gravitacional nos permite dormir más. Gracias, Luna, por cada hora extra de siesta concedida.

La Luna huele a pólvora
Al menos eso dijeron los astronautas al volver con polvo lunar. Aunque no hay oxígeno allá arriba, su aroma se activa al contacto con el aire de la nave. Ni romanticismo ni queso: pólvora.

Terremotos lunares
Se llaman lunamotos (no confundir con los “marepotos”) y pueden durar hasta 10 minutos. Nada se cae, pero cruje el silencio.

La megacolisión rápida (versión 2.0 del origen lunar)
La teoría más aceptada dice que la Luna se formó tras el choque entre la Tierra primitiva y un cuerpo del tamaño de Marte (llamado Theia) hace 4.500 millones de años. Estudios recientes (Nature Geoscience, 2022) indican que la Luna pudo formarse en horas o días, no siglos, a partir de un disco de magma eyectado rápidamente tras el impacto, según simulaciones avanzadas.

La Luna tuvo atmósfera
Investigaciones de la NASA (2020) indican que, hace unos 3-4 mil millones de años, la Luna tuvo una atmósfera temporal formada por gases volcánicos.

Agua (y mucha más de la esperada)
Misiones como Chandrayaan-1 han confirmado presencia de agua en forma de cristales y moléculas. Incluso se cree que puede haber hielo en cráteres del polo sur, que serían clave para futuras bases humanas.

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RECOMENDACIÓN: LA JOYA CONSPIRATIVA QUE DEBES VER

Crédito: XYZ Films / Resolute Films / Zapruder Films

Póster oficial de Operation Avalanche (2016), dirigida por Matt Johnson.

Por Ignacio Retamal
Dentista y doctor en Ciencias

En el vasto y a menudo repetitivo universo de las teorías de conspiración sobre la llegada del hombre a la Luna, donde los argumentos sobre sombras y banderas ondeantes se han reciclado hasta el infinito, de vez en cuando aparece una obra que revitaliza el género con pura audacia y creatividad. Olvídate de los documentales de siempre. Si de verdad quieres sumergirte en la idea de que el alunizaje fue el mayor fraude de la historia, la película que necesitas ver es Operation Avalanche (2016).

  • Más que una película, es una genialidad disfrazada de falso documental (mockumentary). La premisa es tan brillante que te hará aplaudir: en plena Guerra Fría, dos jóvenes y ambiciosos agentes de la CIA se infiltran en la NASA con la excusa de rodar un documental. Su verdadera misión es cazar a un topo soviético, pero lo que descubren es un secreto mucho más devastador: la NASA no está ni cerca de poder cumplir la promesa del presidente Kennedy de poner un hombre en la Luna antes de que termine la década.

Aquí es donde la película despega. Ante el pánico de un fracaso nacional de proporciones cósmicas, nuestros protagonistas proponen una solución tan loca que podría funcionar: si no puedes llegar, fíngelo. Lo que sigue es un viaje fascinante y a ratos hilarante sobre cómo se habría montado el “fraude” del siglo, utilizando las técnicas cinematográficas más vanguardistas de la época, inspiradas, por supuesto, por el maestro Stanley Kubrick y su 2001: odisea del espacio.

  • Lo que hace de Operation Avalanche una verdadera joya es su ejecución. El director y protagonista, Matt Johnson, filmó escenas reales dentro de la NASA con pases de prensa falsos, mezclando su metraje de ficción con imágenes de archivo de una manera tan fluida que los límites entre la realidad y el engaño se desvanecen por completo. La película te atrapa con su humor y su ingenio, pero lentamente te sumerge en una espiral de paranoia y tensión digna del mejor thriller de espías.

Y por si fuera poco, la banda sonora es simplemente espectacular. Con una selección de temas de la época que capturan a la perfección el espíritu de los años 60 y composiciones originales que elevan el suspenso, la música es un personaje más en esta historia. No por nada la cinta fue aclamada en festivales como Sundance y se llevó premios por su audaz propuesta, demostrando que se puede ser ingenioso y entretenido incluso hablando de hombres en trajes espaciales saltando en un estudio de cine. Mira el tráiler aquí. Está disponible en Prime Video.


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 Y esto es todo en esta edición de Universo Paralelo. Ya sabes, si tienes comentarios, recomendaciones, fotos, temas que aportar, puedes escribirme a universoparalelo@elmostrador.cl. Gracias por ser parte de este Universo Paralelo.

  • Mis agradecimientos al equipo editorial que me apoya en este proyecto: Fabiola ArévaloFrancisco Crespo, Francisca Munita, Ignacio Retamal, Camilo Sánchez y Sofía Vargas, y a todo el equipo de El Mostrador.

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