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El plasma convaleciente, uno de los tratamientos en estudio más prometedores para combatir el covid-19 Salud

El plasma convaleciente, uno de los tratamientos en estudio más prometedores para combatir el covid-19

Ante la pandemia del coronavirus se han estado probando diversos tratamientos que podrían ayudar a combatir la enfermedad de manera efectiva. Uno de estos es el realizado por medio del plasma convaleciente, técnica que existe hace más de un siglo y que se ha probado en otras pandemias, pero que aún está en etapa experimental. Esta terapia consiste en hacer transfusiones de plasma de personas que ya se han recuperado de la enfermedad a pacientes que están en la lucha contra esta.


La historia del uso del plasma convaleciente como terapia para enfermedades se remonta hace más de un siglo, cuando Emil Behring recibió el primer premio Nobel de Fisiología y Medicina por su trabajo que demuestra que el plasma puede usarse para tratar la difteria.

Tras esto se ha vuelto a usar para combatir brotes similares al coronavirus, como es el caso del SARS durante el 2003 y para el virus del ébola del 2003-2006. Sin embargo, en ninguno de estos casos se han realizado estudios clínicos a gran escala que puedan comprobar la efectividad de este, aunque sí se han realizado informes prometedores que han dado paso a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya preparado pautas sobre el uso apropiado de plasma de pacientes recuperados.

Ahora, este tratamiento trae una nueva esperanza. El mecanismo consiste en hacer transfusiones de plasma de pacientes que ya se han recuperado de coronavirus a aquellos que padecen la enfermedad. El plasma es el líquido amarillo que queda después de que se remueven los glóbulos rojos, las plaquetas y otros componentes de la sangre, y está conformado por agua, sales, anticuerpos y otras proteínas.

Usualmente se utiliza en terapias para personas con deficiencias del sistema inmune, hemofilia o que hayan sufrido traumas como quemaduras o mordeduras de animales con rabia. Antes de los antibióticos también se utilizaba para combatir infecciones bacteriales.

El secreto está en los anticuerpos

Cuando nos enfermamos, nuestro sistema inmune produce anticuerpos para defenderse de la infección. Una vez recuperados, estos anticuerpos quedan almacenados en el plasma durante semanas, incluso años. Entonces, la terapia por transfusión de plasmas convalecientes consiste en que el paciente reciba estos anticuerpos formados en el cuerpo de otra persona antes que el suyo los haya producido.

“Cuando se administra plasma convaleciente a una persona susceptible a Covid-19, estos anticuerpos circularán en la sangre, alcanzarán los tejidos y mitigarán la gravedad de la infección. Dependiendo de la cantidad y composición de anticuerpos, la protección conferida por la inmunoglobulina transferida puede durar de semanas a meses, logrando en muchos casos buena respuesta clínica así como disminuir la estadía de internación con buena tolerancia”, explicó a Infobae Miriam María Méndez, jefa del Servicio de Hemoterapia del Hospital Alemán argentino.

Diversos países están están probando esta terapia, incluidos Argentina y Chile. Pero los estudios iniciales con tratamiento de plasma convaleciente han sido limitados, principalmente en un contexto en donde aún no se han producido anticuerpos que puedan ser inyectados por medio de vacunas y que ayuden a acelerar la lucha contra la infección.

Se han realizado con un máximo de 10 pacientes y sin ninguno de control, que son aquellos que solo reciben placebo y que sirven para comparar la respuesta con aquellos que recibieron el tratamiento. A pesar de esto, se consideran prometedores, cada uno ha concluido que la terapia con plasma es segura y mejora el resultado del paciente, además de mostrar pocos efectos adversos hasta el momento.

“Considerando evaluaciones riesgo – beneficio, éstos presentan muy buen índice lo que los sitúa como tratamientos muy promisorios en la lucha contra los efectos que está causando el Covid-19 hasta el momento”, explicó Stephan Jarpa, ex director del Instituto de Salud Pública (ISP) y director de la agencia regulatoria InHouse.

En la actualidad se están realizando investigaciones más elaboradas con este tratamiento. Según Celltrials.org, al 12 de mayo se estaban realizando 1.065 estudios clínicos por instituciones internacionales de salud para combatir el covid-19, 78 de este total son con plasma convaleciente. En Chile se están realizando dos de estas investigaciones, por la Pontificia Universidad Católica y por la Fundación Arturo López Pérez (Falp).

La función de estos estudios es verificar la efectividad y seguridad de este tratamiento para el coronavirus haciendo un seguimiento de los pacientes, además de determinar si es más bien un tratamiento preventivo o si es más efectivo en alguna etapa específica de la enfermedad.

Avances tecnológicos

El plasma se obtiene a través de un procedimiento llamado aféresis, el cual consiste en utilizar una máquina, que, por medio de un equipo descartable y de único uso, permite la separación de los diferentes componentes de la sangre: glóbulos rojos, plaquetas y plasma. Éste último se extrae en un volumen a definir en cada donante a través de la punción de una vena del brazo, por otra vena en forma simultánea se devuelve el resto de los glóbulos rojos y plaquetas. Se hace un reemplazo de esta extracción con una solución fisiológica en volumen equivalente.

A pesar del éxito en las pruebas que se han realizado, aún hay preocupaciones teóricas en torno a este mecanismo. Una de estas es que el suministro artificial de anticuerpos puede empeorar una infección. Esto debido a un fenómeno llamado mejora dependiente de anticuerpos (ADE por sus siglas en inglés). Los anticuerpos que se unen a un virus pueden ser captados por células que expresan receptores de anticuerpos, lo cual podría permitir que el virus ingrese a las células que normalmente no son susceptibles a la infección, pudiendo aumentar el número de nuevas partículas virales producidas. Otra preocupación es que los anticuerpos preformados puedan bloquear la propia respuesta inmune para evitar que responda adecuadamente.

Se recomienda que este mecanismo sea utilizado en aquellos pacientes de covid-19 que tengan alto riesgo o que presentan signos de empeoramiento. Es importante tener en cuenta que el plasma debe ser compatible con el grupo sanguíneo del receptor, para evitar efectos secundarios, además de verificar que la sangre no posea otras infecciones que puedan ser transmitidas. Otra limitación se encuentra en aquellos pacientes de edad avanzada que posean corazón y pulmones debilitados, ya que pueden presentar dificultad para tolerar una transfusión de gran volumen, lo que puede generar una complicación conocida como sobrecarga circulatoria asociada a transfusión.

A pesar de que hay algunos hospitales en Nueva York o en China que ya han probado estos tratamientos, aún se considera que está en una etapa experimental. Para realizar los estudios ha aumentado la solicitud de donaciones de plasma de pacientes recuperados, siguiendo algunos requisitos especificados por cada centro. Los especialistas creen que lo más importante es realizar estudios clínicos controlados (con pacientes que reciban placebo) para ver que efectivamente sea un mecanismo seguro y efectivo para combatir el covid-19, ya que podría ser una forma de cambiar el curso actual de la pandemia.

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