A comisión mixta fue despachada la reforma a la Ley de Alcoholes, después de que la Cámara de Diputados rechazara las modificaciones del Senado al texto que perfecciona el actual régimen de definiciones, etiquetado y patentes de alcoholes, así como en cuanto a su fiscalización y marco de infracciones y sanciones.
Este lunes 21 de diciembre la Cámara de Diputados rechazó las modificaciones que propuso el Senado a la actual Ley de Alcoholes, por lo que la ley fue despachada a comisión mixta.
Las principales diferencias se dieron en el etiquetado de las bebidas, las que, por un lado, para la Comisión de Agricultura son excesivas para los productores nacionales de pisco y vino, alegando que las normas vigentes ya son suficientes. Por otro lado, la Comisión de Salud alega que el Senado flexibilizó las indicaciones que buscan frenar el acceso de los menores de edad al alcohol y para prevenir accidentes o diversos problemas de salud en la población.
Frente a esta situación, la diputada Ximena Ossandón, miembro de la Comisión de Salud, asegura que “hay tremendas diferencias entre la Comisión de Agricultura y la Comisión de Salud (…), una tiene una mirada más pro mercado y la otra más pro salud”.
Según una encuesta del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) de 2018, un 40,4% de adolescentes de entre 15 y 19 años declara haber consumido alcohol en el último año. Y en el Estudio Nacional de Drogas del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), se determinó que el consumo de alcohol en nuestros adolescentes parte a los 13 años.
En ese contexto, la diputada Ossandón, sostiene que “cualquier ley que exista sobre los alcoholes tiene que ser tremendamente restrictiva, dado los niveles de alcoholismo que tenemos especialmente en los adolescentes”.
La reforma a la Ley de Alcoholes definen las exigencias de etiquetado de toda bebida alcohólica de graduación, igual o mayor a un grado, que esté destinada a su comercialización en Chile.
En tanto a las normas relacionadas con las patentes de alcoholes, las modificaciones incluyen que los apart hotel van a tener que contar con la suya y se prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en estaciones de servicio o bombas bencineras, salvo que en ellas existieran establecimientos o restaurantes que cuenten con patente que permita su venta.
Además, se dispuso que todos los servicios de salud cuenten con programas de prevención y no solo de rehabilitación y que las Secretarías Regionales Ministeriales de Salud coordinen con otros sectores e instituciones de la sociedad civil, medidas de protección de la salud pública en relación al consumo nocivo de alcohol.
Por último, se aprobaron los cambios a normas relacionadas con el marco infraccionario y sancionatorio y un artículo nuevo que obliga a informar en los envases o etiquetas, la cantidad de energía presente en las bebidas alcohólicas por cada 100 mililitros del producto, según las normas establecidas en el Reglamento Sanitario de los Alimentos.
El proyecto también buscaba que hubiera una rotación, al menos durante cada dos años, en las frases complementarias a la advertencia de que “Beber en exceso daña su salud y puede dañar a terceros”, las cuales consistían en advertencias del tipo: “La mujer embarazada no debe beber alcohol”, “El consumo de alcohol limita su capacidad para conducir” y “El consumo de alcohol en menores daña su desarrollo físico e intelectual”. Sin embargo, esto fue rechazado
Además, la iniciativa buscaba incorporar una nueva disposición que precisa que, en los envases, adicionalmente, se deberá adherir o contener impreso una advertencia gráfica que muestre un auto, una mujer embarazada o un número 18 rodeados cada uno por una circunferencia, en conformidad a las oraciones recién señaladas (las primeras dos con una línea atravesada), lo cual no prosperó.
El debate lleva más de 12 años en el Congreso, por lo que la comunidad científica asegura que una modificación a los etiquetados de las bebidas ya no sería eficaz, pero de igual manera desde la Comisión de Salud, aseguran que es necesario “porque es el principio de un cambio. Entonces sería muy malo que dado la cantidad de años que lleva sin avanzar, además lo dejáramos en cero, porque al menos el tema va a estar”, concluye la diputada Ossandón.