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Cómo acompañar a estudiantes con TEA en el fin de año escolar Inclusión Crédito: El Mostrador.

Cómo acompañar a estudiantes con TEA en el fin de año escolar

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Anticipar eventos, usar apoyos visuales y reforzar logros son algunas de las estrategias que propone la académica Camila Jorquera para acompañar a estudiantes con TEA durante el último trimestre del año escolar.


Con el fin de las clases escolares a la vuelta de la esquina, muchos colegios comienzan con ensayos, evaluaciones y celebraciones. Para los estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), esta etapa puede resultar especialmente compleja.
Según la académica de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello, Camila Jorquera, los cambios en las rutinas y la falta de anticipación generan altos niveles de ansiedad.

“La imprevisibilidad del entorno y la falta de anticipación en los cambios interrumpen la sensación de control y estabilidad que muchos estudiantes autistas necesitan para organizar su día”, señala la especialista.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 100 niños está dentro del espectro autista. En Chile, estimaciones de 2021 indican que cerca del 2% de la población infantil en la Región Metropolitana presenta signos de TEA, lo que refuerza la necesidad de adaptar las prácticas educativas.

Estrategias para reducir el estrés y facilitar el aprendizaje

La especialista señala que el exceso de estímulos —luces, música fuerte o multitudes— puede provocar sobrecarga sensorial y desregulación emocional. Frente a ello, Jorquera propone medidas como:

  • Utilizar lenguaje claro, concreto y multimodal, combinando palabras, imágenes y gestos.
  • Anticipar eventos y evaluaciones mediante calendarios visuales o pictogramas.
  • Entregar tiempo de respuesta, evitando presiones innecesarias.
  • Aplicar refuerzo positivo inmediato ante logros o avances.

“El uso de apoyos visuales como pictogramas, calendarios o agendas ayuda a organizar el día y anticipar los cambios. También es importante utilizar un lenguaje claro y concreto para explicar las actividades o ajustes”, recomienda.

Estas estrategias permiten reducir la incertidumbre y mejorar la disposición al aprendizaje durante una etapa de alta demanda académica.

El rol de las familias y los docentes

Para Jorquera, el apoyo emocional y la contención familiar son fundamentales. En casa, mantener rutinas predecibles y celebrar los logros —por pequeños que sean— refuerza la seguridad del estudiante.

“El hogar es el espacio donde el estudiante se siente seguro. Por eso es importante mantener rutinas estables, anticipar los cambios y celebrar los logros, por pequeños que sean”, comenta la docente.

Por su parte, los docentes deben adoptar un enfoque flexible, empático y centrado en las fortalezas individuales. Esto implica ajustar metas, ofrecer pausas sensoriales y permitir el uso de herramientas de autorregulación como pelotas antiestrés o protectores auditivos.

Además, la especialista sugiere mantener comunicación constante con el equipo multidisciplinario y evitar la sobrecarga de exigencias cuando el cansancio es evidente.

Para un cierre de año más tranquilo, la académica recomienda crear una hoja de ruta con las actividades restantes, anticipar el cambio de curso o profesor y mantener algunas rutinas durante las vacaciones.

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