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La ciencia de datos guía el diseño de la ciclovía más larga de Chile y mejora la movilidad urbana Innovación Créditos: El Mostrador.

La ciencia de datos guía el diseño de la ciclovía más larga de Chile y mejora la movilidad urbana

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La Ciclovía Metropolitana del Eje Alameda, la más larga de Chile, se proyecta usando ciencia de datos e inteligencia artificial para planificar flujos de movilidad, proyectar demanda y crear un corredor ciclista seguro, inclusivo y sostenible que conectará gran parte de Santiago.


La revolución de los datos está transformando la manera en que se planifican las ciudades y se diseñan políticas públicas. El análisis de información a gran escala permite comprender mejor cómo se mueven, viven y se relacionan las personas, facilitando dimensionar problemas, anticipar escenarios y desarrollar soluciones ajustadas a las necesidades reales de la sociedad.

Un ejemplo concreto lo tiene nuestro país y  es la Ciclovía Metropolitana del Eje Alameda, que conectará Avenida Pajaritos con Plaza Italia. Detrás de su diseño está la ciencia chilena. La física Daniela Opitz, especialista en ciudades inteligentes, información urbana y ciencia de datos, aportó modelos que permitieron estimar los flujos de movilidad y proyectar el impacto del nuevo corredor ciclista en Santiago.

La ciclovía más larga de Chile

El eje Alameda, uno de los sectores más emblemáticos y concurridos de la capital, está viviendo una transformación estructural en el ámbito urbano. En el marco del Proyecto Nueva Alameda, se construye una ciclovía de alto estándar que busca consolidar un modelo de movilidad más sustentable e inclusivo.

La obra, con una inversión superior a $19.500 millones, abarcará casi 8 kilómetros a lo largo de toda la Alameda, y los primeros tramos estarán listos en enero de 2026. Contempla 48 cruces peatonales, conexión con ocho ciclovías existentes y cinco proyectadas, formando una red que cruzará gran parte de la ciudad. Impulsada por el Gobierno de Chile en colaboración con el Gobierno Regional Metropolitano y las municipalidades de Santiago, Providencia, Estación Central y Lo Prado, la iniciativa busca ofrecer una alternativa segura, eficiente y ecológica para los desplazamientos diarios de miles de personas.

El equipo de Daniela Opitz se integró al proyecto gracias a un Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) entre 2022 y 2023. Su trabajo aportó una mirada científica sobre cómo se mueve la población en el eje Alameda-Providencia, utilizando datos anonimizados de telefonía móvil y técnicas de inteligencia artificial para estimar los modos de transporte.

“El caso del modo bicicleta era particularmente relevante para el diseño de la ciclovía metropolitana”, explica la investigadora. El análisis mostró que cerca del 20% de la población del área urbana visita la zona al menos una vez al día y que el uso de la bicicleta ha crecido un 34% en la última década. Sin embargo, aún persiste una brecha de género. Un 75% de quienes pedalean en el eje son hombres.

Gracias al uso de registros móviles, el equipo accedió a información más actualizada que la disponible en encuestas tradicionales. “Trabajar con datos anonimizados de telefonía móvil nos permitió observar la movilidad de manera mucho más continua y representativa que las encuestas tradicionales”, comenta Opitz.

Los resultados también sirvieron para proyectar la demanda futura. A partir de los patrones observados y de un estudio de preferencias declaradas junto a City Planning, fue posible estimar cuántas personas se beneficiarían de una ciclovía continua a lo largo del eje.

Ciencia aplicada a la ciudad

Para Opitz, el proyecto demuestra cómo la ciencia puede mejorar la calidad de vida urbana. “Es muy satisfactorio ver cómo un trabajo académico puede contribuir, aunque sea en pequeña parte, a un proyecto urbano tan relevante como la ciclovía metropolitana”, afirma.

Su metodología, desarrollada junto a Eduardo Graells Garrido y colaboradores internacionales, fue publicada en la revista Transportation Research Part C y evidencia cómo la investigación puede transformarse en información útil para la planificación urbana.

“La principal aportación de la ciencia de datos a la ciudad del futuro es que permite observarla de manera continua y actualizada. Permite diseñar políticas públicas y espacios más sostenibles, inclusivos y basados en la evidencia”, concluye la investigadora.

Te invitamos a escuchar la charla “El poder de los datos urbanos”, de Daniela Opitz, en la página de YouTube de Congreso Futuro 2025.

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