Universidad trabaja en biomarcador predictivo que anticipa respuesta de quimioterapia en pacientes
El gobierno regional del Maule y la Universidad Católica del Maule se unieron en un proyecto que busca predecir la respuesta de pacientes a la quimioterapia y personalizar las terapias oncológicas, basado en hallazgos logrados con este biomarcador predictivo.
El académico titular de la Universidad Católica del Maule Armando Rojas Rubio lidera un proyecto que aspira a transformar el tratamiento del cáncer gástrico y colorrectal, mediante el desarrollo de un biomarcador predictivo. Éste actúa como un “test de sensibilidad” que permite anticipar si un paciente responderá favorablemente a la quimioterapia, detectando la capacidad de reparación del ADN de las células tumorales antes de iniciar el tratamiento.
De esta manera, se apunta a evitar tratamientos ineficaces, que desgasten la salud de los pacientes sin recibir mejoría, optimizar recursos y personalizar las terapias oncológicas, ayudando a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Esta herramienta ya mostró una correlación con la sobrevida en estudios clínicos y cuenta con una patente otorgada, por lo que se implementó en una primera etapa en el Hospital Regional de Talca y la Clínica UCM, con el objetivo de escalar a nivel nacional e internacional.
De ser validado, el biomarcador -financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) del Gobierno Regional del Maule- podría beneficiar a millones de personas de Chile y el mundo, posicionando a la región como un referente en innovación médica.
El desafío de los tratamientos
Para el líder de la investigación, la respuesta de los pacientes a la quimioterapia siempre ha sido un desafío, “particularmente porque son tratamientos que tienen un impacto importante en términos de la calidad de vida del individuo (…) si un tratamiento no va a ser efectivo en un paciente, entonces no vale la pena aplicarlo”. Ya que no todos los cuerpos responden de manera positiva a la quimioterapia, es precisamente ese el objetivo del biomarcador, “anticipar” si un paciente responderá o no a este tratamiento.
El Dr. Rojas asegura que este es “un proyecto continuo, y lo que sí hemos logrado demostrar, y hay una correlación estadísticamente muy significativa, es que ese biomarcador tiene una estrecha relación con la sobrevivencia del paciente. Mientras más intenso es la expresión de este biomarcador, menor es la sobrevivencia del paciente”.
En este contexto, El Mostrador conversó con Armando Rojas Rubio, investigador de Medicina de la Universidad Católica del Maule.
Esta herramienta está desarrollada sobre la base de aquellos fármacos que inducen un tipo particular de daño en las moléculas de ADN, moléculas encargadas de mantener la vida de nuestras células y todas sus funciones, y con la quimioterapia, hay fármacos que tienen como mecanismo de acción particular destruir esas moléculas, para que las células tumorales mueran. Lo mismo produce la radioterapia, induce lesiones en estas moléculas para combatir las células tumorales.
Según Rojas, “hay muchas más opciones terapéuticas en el cáncer que no tienen que ver con ese mecanismo de acción. Por lo tanto, este biomarcador está centrado particularmente en aquellos fármacos o tratamientos de radioterapia que son inductores de daño en el ADN”.
Además asegura que el tratamiento de quimioterapia, bajo ese mecanismo, estos tratamientos “no son específicos para la célula del tumor. Por lo tanto, va a dañar el ADN de la célula del tumor, pero también del tejido que está sano, del tejido normal”, lo que afecta la calidad de vida de los pacientes.
¿En qué momento se aplica el ensayo?
Los diversos estudios que han llevado a cabo se hicieron en conjunto con la biopsia de diagnóstico, es decir, cuando al paciente se le diagnostica el cáncer. El oncólogo clínico va a contar con esta información: qué pacientes están biológicamente preparados para acceder a quimioterapia y quienes no, permitiendo que tome acciones desde el tratamiento, seguimiento, etc.
El test se encuentra finalizando una primera etapa que, según explica el Dr. Rojas, “desgraciadamente no fue realizada en el mejor momento, considerando que cuando partió el proyecto y se nos asignó el visto bueno para partir con el proyecto y dio la pandemia. Eso fue un evento muy restrictivo desde el punto de vista de generar la operatividad del proyecto porque, por ejemplo, todo el mundo está en función de las instituciones hospitalarias colapsadas”.
Posibilidades de proyección
Hoy en día el proyecto cuenta con una patente otorgada, lo que le da protección desde el punto de vista de propiedad intelectual hasta año 2039. Por eso el equipo de investigación se prepara para realizar en paralelo un estudio en cáncer de próstata, que es otro cáncer de alta prevalencia en el país.
Sobre el biomarcador, el especialista explica que “va a permitir realizar estudios adicionales para lograr una validación mucho más potente que tenemos hoy día, precisamente por las limitaciones que tuvo el desarrollo del proyecto durante pandemia”.
La investigación cuenta con un interés muy creciente desde la comunidad maulina y del servicio de oncología del Hospital Regional de Talca, “hay un interés en particular de hacer un estudio con mejores definiciones desde el punto de vista de los pacientes a estudiar, en cáncer de próstata, porque en esencia este marcador está definido o está inicialmente enfocado en compuestos o fármacos que induzcan daño en el ADN de células tumorales. Por lo tanto, tenemos un marco extraordinariamente importante, amplio, que no solo va hacia la quimioterapia, sino también puede estar enfocado en la radioterapia”.