
Digitalización y autonomía: la nueva realidad que viven cientos de adultos mayores en Chile
Nuestro país envejece rápidamente. Los adultos mayores, cerca del 20 % de la población, combinan experiencia y autonomía, pero enfrentan brechas digitales, limitaciones en trámites en línea y desafíos de inclusión social y tecnológica que requieren atención inmediata de la sociedad y el Estado.
A pesar de que persiste la idea de que las personas mayores son simplemente “abuelitos”, hoy conforman una generación activa, con mayor autonomía, poder de decisión y deseo de seguir contribuyendo a la sociedad. De acuerdo con datos de la plataforma BondUP, que reúne a más de 17.000 personas mayores, el 80 % utiliza comunidades digitales para conectarse y participar en actividades recreativas.
“Como sociedad debemos romper el paradigma que se tiene de las personas mayores. Hoy en día, la industria del bienestar en personas mayores es uno de los motores de crecimiento más relevantes del mundo, la cual está transformando industrias, consumo y cultura”, explica Michelle Schnitzer, CEO de BondUP.
El estudio también revela una marcada tendencia de género: el 78% de las personas encuestadas corresponde al público femenino, mientras que el 22% es masculino. “Aparte de estos datos, también contamos con un público joven, el 50% tiene entre 55 y 64 años, muchas de ellas aún en lugares de trabajo y que tiene la necesidad de conectar con otros y de mantenerse activos”, enfatiza Schnitez.
Entre las personas de 60 años o más, el 68,5 % no utiliza Internet, mientras que solo un 31,5 % sí lo hace. Aunque el 88 % de los hogares con adultos mayores tiene acceso a la red, apenas el 41 % la usa de manera efectiva. La brecha se acentúa según la ubicación: en zonas urbanas, el acceso efectivo alcanza el 91 %, mientras que en áreas rurales desciende al 76 %.
Aunque gran parte de los adultos mayores tiene acceso a Internet, su uso y autonomía digital siguen siendo limitados, dejando claro que acceso no equivale a uso efectivo. La capacidad de realizar trámites en línea sin asistencia es todavía mínima, lo que revela una brecha no solo de acceso, sino también de habilidades. Las zonas rurales concentran buena parte de esta desigualdad, con menor conectividad, uso y capacitación. Frente a la creciente presión social y estructural para digitalizarse, se requiere un apoyo sólido: formación, servicios amigables y dispositivos accesibles, para que la digitalización no se traduzca en exclusión.
Chile enfrenta hoy una encrucijada marcada por la baja natalidad, un fenómeno que está transformando al país en una sociedad cada vez más longeva. Ante este escenario, los desafíos laborales, sociales y económicos deben centrarse en las necesidades y oportunidades de esta creciente población mayor.