
Estación invernal y su impacto en las mascotas
En Chile, la época invernal se caracteriza por sus bajas temperaturas, que incluso en la Región Metropolitana pueden descender bajo los cero grados. Este fenómeno genera un impacto que suele pasar desapercibido o, debido a creencias antiguas, persiste la idea errónea de que perros y gatos son resistentes a las bajas temperaturas de manera natural.
Es importante tener presente que la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales define lo siguiente: «El bienestar animal es el estado físico, psicológico, social y ambiental de los animales». Por tanto, el ambiente en el que habitan influye directamente en su salud física y emocional. Así, cuando una mascota está expuesta permanentemente al frío, sufre estrés crónico, lo que deriva en inmunosupresión.
Cabe destacar que se debe prestar especial atención a los pacientes geriátricos, ya que estos suelen presentar comorbilidades, como osteoartritis en perros o enfermedades degenerativas en gatos. Estas condiciones pueden causar dolor crónico, y el frío intensifica su percepción, generando sensaciones desagradables que provocan sufrimiento en el animal.
Los signos que indican que una mascota está sufriendo por el frío incluyen temblores o escalofríos, dormir enrollada sobre sí misma, orejas y piel frías, y, en ocasiones, rechazo a moverse. Si se observa alguna de estas señales, es fundamental revisar el ambiente en el que habita para garantizar su bienestar.
Todo perro que viva en el exterior debe contar con su casa protegida de la lluvia, el frío y el viento. Ya sea con una cama confortable o mantas. Una buena idea es posicionar la casa sobre palets. Para los perros y gatos que viven dentro del hogar, es suficiente con la calefacción y con su cama aislada de la base. Para días extremadamente fríos, se sugiere el uso de ropa térmica.
Para mascotas de edad avanzada, se recomienda que vivan dentro del hogar junto a sus dueños, especialmente durante los períodos de temperaturas extremadamente bajas. Estos animales requieren supervisión constante debido a los cambios fisiológicos propios de la edad. Es fundamental que los tutores vayan identificando estos cambios porque pueden ser indicios de alguna alteración del comportamiento o alguna enfermedad.
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