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Desarrollan en Chile fármaco para tratar la obesidad que obtiene patente en Estados Unidos Salud

Desarrollan en Chile fármaco para tratar la obesidad que obtiene patente en Estados Unidos

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“A diferencia de tratamientos como la semaglutida, nuestro fármaco incluso puede aumentar la masa muscular al bloquear el efecto catabólico del cortisol”, explica líder de la investigación chilena.


En Chile, un 42% de los adultos vive con obesidad y un 83% presenta un índice de masa corporal alto (sobrepeso u obesidad), según estimaciones 2025 de la World Obesity Federation (WOF). De esta forma, el organismo sitúa al país entre los de mayor carga de obesidad en la OCDE y en Sudamérica, de acuerdo con el Atlas de la Obesidad Mundial 2024/2025 y su ficha país.

El diagnóstico coincide con el de la OCDE, que en su capítulo “Overweight and obesity” del informe Health at a Glance 2023 confirma que Chile figura entre las naciones miembros con las prevalencias más altas de exceso de peso en adultos.

En este escenario crítico para la salud pública, un equipo de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha logrado un avance con potencial de impacto global: un agente terapéutico desarrollado por Thani Biotechnologies, spin off de la UC, recibió recientemente la patente de invención en Estados Unidos.

El compuesto, creado bajo el liderazgo del endocrinólogo Carlos Fardella, junto a Cristián Carvajal y Pablo González, ha demostrado en estudios preclínicos reducir en un 40% la grasa visceral, en un 34% la grasa subcutánea y en un 20% el peso corporal, mejorando además glicemia y presión arterial, sin pérdida de masa muscular.

“A diferencia de tratamientos como la semaglutida, nuestro fármaco incluso puede aumentar la masa muscular al bloquear el efecto catabólico del cortisol, y no produce las molestias gastrointestinales que suelen limitar la adherencia”, explica Fardella.

¿Cómo funciona?

La innovación apunta a inhibir la enzima 11β-HSD1, responsable de transformar cortisona en cortisol en la zona abdominal, proceso que favorece el aumento de grasa, la diabetes y la hipertensión. Según Fardella, esta misma acción en el cerebro podría abrir vías para tratar enfermedades como el Alzheimer.

Otra ventaja es su administración oral semanal, lo que lo diferencia de terapias inyectables de alto costo. “Sabemos que tomar una cápsula es más simple que aplicarse una inyección, y nuestro compuesto se acumula en el tejido adiposo, manteniendo su efecto por al menos una semana”, añade.

El proyecto, iniciado en 2008 con apoyo de Fondef, Fondecyt y el Biomedical Research Consortium —integrado por la UC y el laboratorio Abbott—, avanza con estudios en India para cumplir los requisitos de la FDA y comenzar ensayos clínicos.

“Estamos en etapa preclínica avanzada, con la meta de llegar a la FDA el próximo año. La patente en Estados Unidos nos abre un campo de acción mucho mayor y nos permite captar inversionistas internacionales para costear las fases clínicas, que requieren varios millones de dólares”, afirma el académico.

Fardella enfatiza que este medicamento debe ser prescrito y supervisado por un médico, para evitar un uso indiscriminado como ha ocurrido con otros fármacos para bajar de peso. “Vemos que hay compuestos que se venden como si fueran aspirinas, incluso en personas que no lo necesitan. La automedicación puede ser peligrosa y producir efectos adversos graves”, advierte.

Tras más de una década de investigación, el equipo de Medicina UC confía en que este desarrollo chileno pueda convertirse en una herramienta global contra la obesidad y sus complicaciones asociadas. “Este es un paso enorme para nosotros y para el país: no es común que un medicamento desarrollado en Chile logre patentar en Estados Unidos. Es la oportunidad de internacionalizar un proyecto que partió en nuestros laboratorios y que hoy tiene proyección mundial”, concluye Fardella.

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