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Medicamentos ilegales en alza: 17,5 millones de dosis ilegales decomisadas en Chile en 2024 Sociedad Créditos: El Mostrador.

Medicamentos ilegales en alza: 17,5 millones de dosis ilegales decomisadas en Chile en 2024

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El comercio ilegal de medicamentos en Chile crece desde 2016, con 17,5 millones de dosis decomisadas en 2025. Muchas están falsificadas o mal conservadas. La receta electrónica se plantea como herramienta clave para controlar su circulación y proteger la salud de los pacientes.


El comercio ilegal de medicamentos registra un sostenido aumento en el país desde 2016, según advierte la Policía de Investigaciones (PDI). Esta práctica representa un serio riesgo para la salud de la población. Frente a este escenario, la implementación universal de la receta médica electrónica se plantea como una herramienta clave para frenar la circulación de recetas falsas y reforzar el control sobre el acceso a fármacos de uso restringido.

De acuerdo con el reporte de Medicamentos Falsificados y Decomisos del Instituto de Salud Pública (ISP), en 2024 fueron incautadas más de 17,5 millones de dosis provenientes del comercio ilegal, cifra muy por encima de los 10,4 millones registrados en 2022. La mayor parte corresponde a analgésicos, relajantes, inductores del sueño y fármacos para tratar la ansiedad, cuyo uso indebido puede provocar dependencia y severos daños en el organismo.

“La venta ilegal de medicamentos se alimenta de recetas falsas y de una falta de trazabilidad de las mismas recetas. La prescripción en papel permite adulteraciones, duplicidades y no hay control en movimientos sospechosos frente a la cantidad de emisiones que está realizando un médico o un resguardo de la identidad del mismo, ya hemos visto varios casos de suplantaciones”,  explica Pablo Jaña, CEO de RECEMED.

Venta ilegal de fármacos reabre debate por receta electrónica

La Universidad de Chile advierte que muchos de estos medicamentos ilegales pueden estar vencidos o haber sido almacenados en condiciones inadecuadas, como exposición a altas temperaturas o humedad, lo que no solo reduce su efectividad, sino que también puede provocar efectos adversos graves en la salud.

El comercio ilegal de medicamentos ya no se restringe a ferias libres o ventas callejeras: hoy también circula a través de redes sociales, páginas web sin regulación e incluso servicios de delivery. Solo entre enero y lo que va de septiembre de este año, el Instituto de Salud Pública (ISP) decomisó 17,5 millones de dosis, una cifra que da cuenta de la magnitud y gravedad del fenómeno.

Actualmente, el proyecto de ley que busca hacer universal la receta electrónica se encuentra en tramitación en el Senado. La tecnología ya está implementada tanto en el sistema público como en el privado, y su funcionamiento es compatible con todo tipo de farmacias.

“La receta electrónica permite un mayor control, protege al paciente y al profesional, dando garantías de autenticidad, eliminando el fraude y asegurando el correcto uso de la prescripción. En países como Argentina ya está vigente este tipo de receta como la única modalidad vigente, en Chile ya tenemos la tecnología y funciona con éxito, solo falta voluntad política”, agrega Pedro García, ex Ministro de Salud y asesor clínico de RECEMED. 

Los riesgos para la salud y la necesidad de control electrónico

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto de Salud Pública (ISP), los medicamentos comercializados de manera ilegal pueden provocar el fracaso de tratamientos, complicaciones graves de salud e incluso la muerte. A ello se suman consecuencias económicas y sanitarias, como un mayor gasto en atenciones médicas y la pérdida de confianza en el sistema regulado.

La legislación vigente resulta insuficiente: pese a los decomisos históricos, gran parte de las ventas ilegales de medicamentos queda fuera del alcance penal, excepto en casos relacionados con estupefacientes y psicotrópicos. Diversas propuestas buscan endurecer las sanciones y fortalecer la fiscalización a nivel nacional.

La adopción nacional de la receta electrónica contribuye a frenar la venta ilegal de medicamentos y la automedicación, prácticas que conllevan riesgos significativos, como interacciones perjudiciales y dependencia en quienes consumen estos fármacos sin supervisión médica.

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