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Chile frente al suicidio: Seminario analizó la urgencia de hablar, prevenir y acompañar Salud

Chile frente al suicidio: Seminario analizó la urgencia de hablar, prevenir y acompañar

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Con una de las tasas más altas de América Latina, el suicidio se ha convertido en un desafío urgente de salud pública en Chile. La Universidad de Aconcagua organizó un seminario para entregar herramientas para la detección temprana y la intervención oportuna, con la prevención como tarea compartida.


Hablar de suicidio sigue siendo un desafío. Persiste un silencio incómodo y un estigma que obliga a muchas personas a ocultar su sufrimiento, hasta que es demasiado tarde. Pero las cifras son elocuentes: Chile registra 10,3 suicidios por cada 100 mil habitantes, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, llegando en algunos años a superar la tasa de homicidios.

El problema no se reduce a la salud mental individual. Está atravesado por factores estructurales: desigualdad, precariedad en el acceso a tratamientos, falta de redes de apoyo, aislamiento social y barreras culturales que dificultan pedir ayuda. “La prevención no puede recaer solo en especialistas. Es una responsabilidad compartida”, coinciden los expertos.

Un problema de salud pública en aumento

Desde el Estado se han implementado medidas como la línea telefónica gratuita 4141, disponible 24/7, y guías de prevención para estudiantes. Sin embargo, persisten importantes brechas: la falta de coordinación entre niveles de atención, la sobrecarga de equipos de salud mental y, sobre todo, el miedo y la vergüenza de quienes atraviesan una crisis y no buscan ayuda.

El suicidio, además, afecta de manera particular a ciertos grupos etarios y sociales: adolescentes, jóvenes y adultos mayores figuran entre los más vulnerables. Frente a ello, los especialistas enfatizan que la prevención requiere detectar señales tempranas, generar espacios de diálogo sin prejuicios y acompañar con escucha activa.

La academia como agente de cambio

En este contexto, la Universidad de Aconcagua, a través de su Facultad de Humanidades, Ciencias Jurídicas y Sociales y la Escuela de Psicología, organizó el seminario “Prevención del suicidio: herramientas de abordaje desde un enfoque integrado”, realizado en modalidad híbrida desde la sede Machalí y con amplia participación online.

La actividad reunió a un centenar de asistentes entre profesionales de la salud, académicos, estudiantes y representantes de instituciones públicas. Los expositores Alejandro Pérez Oportus, psicólogo y Delegado Presidencial de O’Higgins, y Alejandro González Medina, psicólogo clínico, entregaron herramientas para la detección temprana, la intervención segura y la derivación responsable.

“Como Universidad, debemos abrir nuestras puertas al diálogo más urgente. Este seminario es una apuesta por instalar una conversación informada, con respaldo académico y humano. No basta con diagnosticar el sufrimiento: debemos formar a quienes puedan prevenirlo”, señaló Enzo Botto, decano de la Facultad.

Por su parte, Denisse González, directora de la Escuela de Psicología, subrayó: “La psicología tiene una misión social que va más allá del entorno terapéutico. Es urgente formar agentes de prevención en escuelas, centros de salud y comunidades. Este seminario es un paso en esa dirección”.

Hablar puede salvar vidas

Los especialistas coinciden en que hablar de suicidio con responsabilidad y sin morbo es un acto de cuidado. Saber escuchar, acompañar sin juzgar y conectar a una persona en riesgo con ayuda especializada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

El mensaje final es claro: prevenir el suicidio es tarea de todos. Desde las instituciones públicas hasta las universidades, pasando por familias, escuelas y comunidades, cada persona puede convertirse en un punto de apoyo. El primer paso es atreverse a hablar.

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