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La multitudinaria vigilia de miles de argentinas tras larga jornada de votación que aprobó el aborto legal Más de 20 horas duró la discusión en la cámara de diputados

La multitudinaria vigilia de miles de argentinas tras larga jornada de votación que aprobó el aborto legal

El proyecto de ley que permite interrumpir el embarazo hasta la semana 14 pasa al Senado, que tendrá la última palabra. Sin embargo, lo que marcó un hito fue la espera con 8 grados de temperatura de una población dividida por la legalización del aborto legal y gratuito.


El aborto legal ganó en la Cámara de Diputados y en las calles de Buenos Aires. En una votación acalorada y muy reñida, que se prolongó durante más de 20 horas, los legisladores aprobaron este jueves el proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo por 129 votos a favor y 125 en contra. Fuera, en uno de los lados de la plaza, miles de chicas adolescentes estallaron en aplausos, gritos de emoción y lágrimas. En el otro, se retiraron cabizbajos.

Pocos imaginaban tres meses atrás, cuando el presidente Mauricio Macri habilitó el debate, que la legalización del aborto sería aprobada en al menos una de las dos cámaras. Ahora el proyecto de ley pasará al Senado, más conservador. Todo apunta a que la ley se estrellará allí, pero nada es seguro en esta Argentina arrastrada por una ola feminista que ha hecho del aborto legal una de sus banderas. Es una jornada histórica.

Miles de personas acompañaron en la plaza del Congreso de la Nación en Buenos Aires, Argentina,la votación en la Cámara de Diputados del proyecto de Ley del Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que mantuvo un largo debate durante toda la noche, con una vigilia dividida entre los que apoyan y enfrentan esta práctica.

Fuera del Congreso, la movilización a favor del aborto legal ganó la calle, aunque se hizo visible la enorme polarización. «Saquen los rosarios de nuestros ovarios», «Es mi cuerpo, yo decido», decían las pancartas de muchas jóvenes enfadadas con la presión de la Iglesia católica para evitar la despenalización. Desde el otro lado de la plaza, en un número muy inferior, los antiabortistas gritaban: «Sí a la vida, no al aborto». Aguardaban el resultado de la votación con oraciones colectivas.

La plaza del Congreso se dividió en dos para que ambas partes puedan ocupar sus espacios con mayor seguridad de los bandos, con una parte neutral que durante la tarde del miércoles fue invadida los que apoyan la legalización del proyecto.

A la derecha de la plaza se agolpa más gente de la esperada, según Julia Rigueiro, de la asociación feminista Mala Junta Patria Grande de Mar del Plata, y se quedarán «toda la noche y hasta que sea ley». «Desde que empezó el día esto es un clima de fiesta y alegría impresionante», recalcó Rigueiro.

Desde la organización ya preveían una noche larga en Buenos Aires, y los 8 grados de temperatura no ayudaron a que la vigilia fuera tranquila, muy al contrario, los cánticos animaron a los que pasaron la madrugada en la plaza.

En el lado contrario, banderas rosa pastel y azul celeste ondean bajo el lema «Salvar las 2 vidas». Cientos de personas venidas de distintos puntos esperarán los resultados de la votación con un escenario y una pantalla. «Vamos a estar acá mientras eso sea posible. Mientras esté la gente vamos a estar para seguir en detalle lo que vaya pasando dentro del recinto», afirmó Memé Moscosa, integrante de Unidad Provida Nacional, que viajaron desde Córdoba (centro) expresamente para seguir desde la capital argentina el proceso.

Los discursos del debate

Uno de los discursos más polémicos fue el de la diputada radical Estela Regidor. Después de presentarse como «protectora de animales» lanzó una pregunta al aire: «¿Qué pasa cuando nuestra perrita se nos queda embarazada? No le llevamos al veterinario a que aborte. Salimos a ver a quién le regalamos los perritos. Las peores fieras quieren a sus crías. ¿Qué nos pasa a los seres humanos que tenemos esa maldita razón que nos tapa el corazón?».

A las seis de la mañana, con el marcador igualado, el kirchnerista Axel Kicillof recordó que los anteriores presidentes que abrieron debates trascendentales, como el de la legalización del divorcio y el matrimonio homosexual, se involucraron en ellos. Mauricio Macri se opone a la despenalización pero en febrero decidió habilitar el debate en medio de una gran presión social. Desde entonces se ha mantenido al margen y se ha limitado a garantizar que respetará el resultado y no habrá veto presidencial.

La votación hizo saltar por los aires toda la emoción vivida durante 20 horas. En la calle se gritó como un gol de Messi. Hubo saltos, abrazos y lágrimas. «Aborto legal en el hospital», gritaba al unísono la marea verde, formada por miles de mujeres. «Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer, arriba el feminismo, que va a vencer, que va a vencer», cantaban las jóvenes que no lloraban.

«Tenemos media sanción. La lucha continúa para que sea ley en el Senado», advirtió a los medios a la salida del Congreso la diputada del Frente de Izquierda Romina del Pla. La aprobación en la Cámara de Diputados es histórica, pero lograr que se apruebe en el Senado será más difícil. Muchos legisladores de las provincias del norte, más conservadoras y con mayorías sociales contra el aborto, ya han anticipado que votarán en contra. Hay una enorme expectativa por conocer qué votará la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Durante sus ocho años de presidencia se opuso al debate por estar en contra, pero no se sabe si influida por su hija y por la voz de decenas de miles de jóvenes cambiará de opinión. «Será ley, será ley», gritaba hoy un corro de chicas con la mirada ya puesta en la Cámara Baja.

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