BRAGA
Créditos: Agencia Uno
Según la información recopilada durante la investigación, días anteriores a la desaparición de Narumi Kurosaki, Zepeda viajó todos los días a Besanzón, donde se dedicó a espiar a la joven estudiante japonesa, siguiéndola y escondiéndose en la residencia donde vivía.
Nicolás Zepeda fue condenado a 28 años de cárcel el pasado 12 de abril, luego de ser considerado culpable por la muerte de la joven estudiante japonesa, Narumi Kurosaki.
Sin embargo, desde la defensa del agresor buscan revertir esta pena, esto a través de un segundo juicio que se realizará el próximo 21 de febrero. De acuerdo a los antecedentes conocidos, en la nueva instancia existirá una variación en el jurado, el cual estará a cargo de tres jueces profesionales y sumará 9 ciudadanos.
Además, la Fiscalía tendrá la oportunidad de presentar nuevas pruebas en contra de Zepeda, lo que podría aumentar su condena.
En ocasiones anteriores, el abogado general de la causa, Etienne Manteaux, había solicitado al jurado la pena de cadena perpetua para Zepeda, lo que se podría cumplir si existen nuevos antecedentes más contundentes del caso.
Cabe señalar que hasta la fecha no hay certezas de dónde se encuentra el cuerpo de la joven, ni de cómo se cometió el hecho que le quitó la vida a Narumi Kurosaki. Durante el primer juicio, Nicolás Zepeda no confesó el crimen y declaró ser inocente.
Por otro lado, durante el primer juicio, el veredicto también expresó que Zepeda debía responder de manera civil el crimen, razón por la cual se incluyó una millonaria indemnización a los familiares de la joven japonesa por “inmenso daño moral”.
En diciembre del 2016, fue reportada como desaparecida la joven Narumi Kurosaki, quien en ese momento era estudiante en la Universidad de Besanzón, lugar donde conoció a Nicolás Zepeda y con quien había tenido una relación amorosa.
Días anteriores a la desaparición de Kurosaki, de acuerdo a la investigación, Zepeda viajó todos los días a la ciudad donde conoció a la joven, allí se dedicó a espiar a Narumi, siguiéndola y escondiéndose en la residencia donde vivía.
Posteriormente, y sin rastro de Narumi, Zepeda abandonó Francia vía terrestre. El culpable viajó hasta España para reunirse con un familiar médico, a quien le preguntó sobre técnicas de asfixia.
De acuerdo a la hipótesis de la justicia, Zepeda habría lanzado el cuerpo de la joven al río Doubs.
