
Cómo almacenar correctamente la leche materna: consejos para conservarla segura y nutritiva
La Semana Mundial de la Lactancia Materna destaca la importancia de amamantar para la salud y desarrollo del bebé. Expertos aconsejan cómo almacenar la leche materna correctamente, garantizando su calidad y seguridad, facilitando la lactancia incluso cuando la madre está fuera de casa.
Cada primera semana de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una iniciativa impulsada por la OMS, UNICEF, ministerios de salud y organizaciones civiles. La campaña busca relevar la lactancia como clave para la salud, el desarrollo y la equidad desde los primeros días de vida.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna busca concientizar sobre los múltiples beneficios de amamantar, tanto para la madre como para el hijo: nutricionales, inmunológicos, emocionales y económicos.
La campaña también promueve entornos favorables, desde el hogar hasta el ámbito laboral, que respeten el derecho a amamantar, e impulsa acciones concretas como la formación de profesionales, campañas educativas y el cumplimiento del Código Internacional sobre comercialización de sucedáneos de leche materna.
Almacenamiento seguro de leche materna: claves para madres fuera de casa
Bajo este contexto, es importante saber cómo almacenar de manera correcta la leche materna. Y es que para muchas madres lactantes, retomar el trabajo, realizar trámites o simplemente descansar puede generar incertidumbre sobre cómo continuar con la lactancia estando fuera de casa. Afortunadamente, la leche materna puede almacenarse y usarse después sin perder sus propiedades, siempre que se sigan cuidados adecuados de higiene y conservación.
Diego Rodríguez, matrón y académico de la Escuela de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello, explica que la leche materna es un alimento vivo, completo y adaptable, por lo que se debe manipular correctamente para asegurar que mantenga sus nutrientes y propiedades inmunológicas.
El experto explica que el primer paso es la extracción, la que “debe hacerse con las manos bien lavadas y utilizando un extractor limpio. Luego, la leche debe colocarse en frascos de vidrio o plástico libre de BPA, o bien, en bolsas diseñadas específicamente diseñadas para leche materna, que pueden encontrarse en farmacias”.
Asimismo, el matrón indica que cada envase debe ser etiquetado con la fecha y hora de extracción, ya que esto determinará su tiempo útil.
Conservación y manejo adecuado de la leche materna
Según el especialista, el tiempo de conservación de la leche materna varía según el lugar: a temperatura ambiente (menos de 25°C) dura entre 4 y 6 horas; en el refrigerador, hasta 3 días; en el congelador de un refrigerador de una puerta, hasta 1 mes; y en el congelador separado de dos puertas, hasta 3 meses.
Además, recomienda evitar guardar la leche en la puerta del refrigerador, pues las fluctuaciones de temperatura pueden comprometer su calidad.
“Si la leche fue congelada, se recomienda trasladarla primero al refrigerador para descongelarla lentamente. Luego, puede entibiarse a baño maría. Nunca debe calentarse directamente en el fuego ni en el microondas, ya que esto podría destruir nutrientes importantes y generar puntos calientes que podrían quemar al bebé”, subraya el docente de la UNAB.
Para comprobar la temperatura, sugiere dejar caer una gota en el dorso de la mano: debe sentirse tibia, no caliente. “Una vez que la leche ha sido descongelada y utilizada, no debe volver a congelarse”, aclara.
Rodríguez enfatiza que almacenar leche materna es una alternativa segura que facilita compartir la responsabilidad de la alimentación con otros miembros del hogar. “Esto favorece la continuidad de la lactancia cuando la madre debe ausentarse y también fortalece el vínculo del bebé con otros cuidadores”, concluye Rodríguez.