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Generación Z redefine las relaciones: vínculos sin etiquetas, compromiso ni planes a futuro BRAGA Créditos: El Mostrador.

Generación Z redefine las relaciones: vínculos sin etiquetas, compromiso ni planes a futuro

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La generación Z está optando por relaciones más flexibles conocidas como situationships, vínculos que combinan intimidad y compañía sin compromisos formales ni planes a largo plazo. Esta tendencia refleja su prioridad por la independencia y el presente frente a la incertidumbre social y económica.


Hasta hace no mucho, bastaba con salir a dar una vuelta y tomarse de la mano para que dos personas fueran consideradas pareja. Ese simple gesto implicaba compromiso. Pero los tiempos cambiaron, y con ellos, la forma de vincularse. Hoy, especialmente entre los jóvenes de la Generación Z, las relaciones se viven con otras reglas, menos definidas y más flexibles.

Eso no significa que hayan perdido el interés en vincularse, sino que están explorando nuevas formas de hacerlo. Muchos jóvenes, por ejemplo, inician relaciones sin preocuparse demasiado por definirlas, permaneciendo en esa zona intermedia, a medio camino entre la amistad y el romance, donde las etiquetas pierden importancia.

En el mundo anglosajón, este tipo de vínculo ya tiene nombre propio. A partir del término relationship (relación), surgió la palabra situationship, usada para describir esas conexiones afectivas sin definición clara ni compromiso formal.

Conexiones sin etiquetas, compromiso ni planes a futuro

Una situationship es un tipo de relación en la que se cubren ciertas necesidades, como el sexo, la intimidad o la compañía, pero sin un rumbo claro ni compromisos a futuro. Este modelo desafía las formas tradicionales de vincularse y ha ganado terreno en los últimos años. De hecho, las búsquedas del término en Google, casi inexistentes antes de la pandemia, se han disparado desde entonces y hoy alcanzan niveles históricos.

Según una encuesta realizada en Estados Unidos, el 39% de los adultos reconoce haber estado en una situationship, cifra que asciende a cerca del 50% entre quienes tienen entre 18 y 34 años. Otro estudio eleva aún más esa proporción: un 60% de los adultos estadounidenses afirma haber vivido o estar actualmente en una relación de este tipo, predominando entre los más jóvenes. Los expertos apuntan a varios factores detrás de esta tendencia, como la influencia de las aplicaciones de citas, la búsqueda de vínculos más flexibles y el creciente temor al compromiso tradicional.

Una situationship puede definirse como un acuerdo informal entre dos personas que comparten una conexión emocional y física, pero sin los compromisos ni la exclusividad que caracterizan a una relación tradicional. Este tipo de vínculo suele adaptarse a contextos específicos, por ejemplo, dos estudiantes en su último año de universidad que saben que sus caminos se separarán al graduarse y deciden mantener una relación sin expectativas a largo plazo. En esos casos, la falta de etiquetas y de compromisos formales parece ser la opción más conveniente.

Las situationships rompen con el guion tradicional de las relaciones: convivir, comprometerse, casarse y formar una familia. En cambio, muchos jóvenes de la Generación Z se sienten cómodos habitando esa “zona gris”, donde lo importante es disfrutar el presente sin preocuparse por lo que venga después. Este tipo de vínculo también refleja una forma de rebeldía frente a las normas que durante décadas han definido cómo “debería” funcionar una pareja.

Generación Z prioriza la independencia y el presente en sus relaciones afectivas

Un estudio realizado por la profesora Lisa Wade, de la Universidad de Tulane, reveló que los jóvenes de la Generación Z son más reticentes a definir sus relaciones o incluso a reconocer que desean que estas avancen. La investigación, basada en entrevistas a 150 estudiantes durante el período 2020-2021, sugiere que factores como la incertidumbre generada por la pandemia, la crisis climática, la inflación y la inestabilidad política y social han llevado a muchos jóvenes a priorizar su bienestar personal, profesional y financiero. En este contexto, las relaciones afectivas tienden a quedar en un segundo plano.

Impulsados por las aplicaciones de citas, la cultura digital y un fuerte énfasis en la independencia, muchos jóvenes eligen vínculos menos formales. De ahí que el término situationship se haya popularizado para describir ese “algo más que una amistad, pero menos que un noviazgo”.

Para quienes no desean, o aún no pueden, asumir los compromisos tradicionales, ya sea por estudios, carrera profesional o expectativas personales, las situationships funcionan como un punto intermedio flexible.

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