Sin embargo, esta decisión podría tener consecuencias políticas para su esposo, Alexander Dorozhkin. Según consignó Nóvaya Gazeta, el diputado de la Duma por el distrito de Togliatti arriesga ser destituido e incluso perder su cargo como presidente del comité de la Duma de la ciudad.
El caso llevó a la sección regional del partido Rusia Unida a iniciar consultas con la comisión de ética del conglomerado, ante la eventual incompatibilidad entre la situación familiar del parlamentario y los lineamientos del partido.
El contraste resulta llamativo, considerando que el propio Dorozhkin había manifestado una postura abiertamente patriótica meses atrás. En un mensaje publicado el 12 de junio, con motivo del Día de Rusia, el político escribió: “Rusia es nuestra patria, nuestro hogar, nuestra fuerza e inspiración”.
Por qué madres viajan para asegurar la ciudadanía de sus hijos
El caso anterior es conocido como turismo de parto. Se trata de un fenómeno en el que mujeres embarazadas viajan a otro país con el propósito específico de dar a luz allí, de modo que sus hijos accedan a la ciudadanía del lugar de nacimiento. Estos desplazamientos no responden a razones médicas ni familiares, sino a las ventajas legales y de movilidad internacional que otorga la nacionalidad adquirida al nacer.
El turismo de parto se da, sobre todo, en países donde la ciudadanía se concede de manera automática a quienes nacen en su territorio, independientemente de la nacionalidad de sus padres, con excepciones puntuales como los hijos de diplomáticos extranjeros. Este criterio jurídico es conocido como jus soli o “derecho del suelo”.
La principal motivación detrás de estos viajes es asegurar la nacionalidad del recién nacido, un estatus que en muchos casos abre la puerta a mayores facilidades para viajar, mejores oportunidades educativas, derechos de residencia y trabajo en otros países, además de beneficios sociales y una protección legal más amplia.
El turismo de parto se ha registrado en distintas regiones del mundo, especialmente en aquellos países cuyas leyes de ciudadanía se basan en el principio del jus soli. Entre los destinos más conocidos a nivel global destacan Estados Unidos y Canadá, donde cada año se contabilizan decenas de miles de nacimientos vinculados a este fenómeno.
En América Latina, países como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Costa Rica, México y Uruguay también conceden la ciudadanía por nacimiento, lo que los convierte en destinos potenciales para este tipo de viajes. En contraste, gran parte de Europa ha endurecido su legislación en las últimas décadas y ya no entrega la nacionalidad de forma automática a hijos de padres extranjeros, salvo que exista un vínculo previo de residencia legal prolongada.
Los nacimientos de madres extranjeras aumenta
En Chile, todos los niños nacidos en territorio nacional obtienen automáticamente la ciudadanía chilena al nacer, con la única excepción de aquellos hijos de diplomáticos extranjeros acreditados en el país. La Corte Suprema ha reafirmado esta normativa, aclarando además que los hijos de inmigrantes en situación irregular no se consideran “extranjeros transitorios” y, por lo tanto, también adquieren la nacionalidad al nacer.
Aunque nuestro país no registra cifras tan altas como Argentina o Estados Unidos, el turismo de parto ha mostrado un crecimiento sostenido. Mujeres provenientes de Rusia, Ucrania, Turquía y Bielorrusia han viajado al país en las últimas semanas de embarazo para dar a luz aquí. Según datos del Registro Civil, entre 2020 y la fecha se han inscrito nacimientos de madres extranjeras de la siguiente manera: 13 bebés de madres rusas, 7 de madres ucranianas, 4 de madres turcas y 1 de madre bielorrusa, incluyendo casos recientes en Viña del Mar y otras ciudades.
El fenómeno ha generado un pequeño mercado de agencias especializadas que asesoran a las familias en todo el proceso: desde la elección de la clínica, traducciones y acompañamiento médico, hasta la gestión de documentos del recién nacido y la oferta de paquetes con distintos niveles de servicio.
Los otros casos
En julio de 2023 se conoció el caso de una pareja rusa que viajó durante 30 horas desde Moscú hasta Chile para dar a luz a su hijo, contratando los servicios de la agencia rusa Kids.
Alexander Lukyanov, uno de los fundadores de la compañía, destacó en ese momento las ventajas que ofrece el pasaporte chileno a los recién nacidos rusos. “En el futuro, un pasaporte chileno permitirá que un niño viaje sin visa a más de 160 países del mundo. El pasaporte ruso no tiene tales preferencias”, afirmó.
Además, Lukyanov señaló un aspecto económico: el costo de un parto en clínicas privadas en Rusia “suele ser comparable al costo de todo el viaje a Chile”.
Los debates éticos
El turismo de parto genera debates en muchos países, principalmente por sus implicancias éticas y legales. Entre las preocupaciones destacan la presión migratoria y las desigualdades, ya que no todas las familias pueden costear estos viajes. Además, ha llevado a ajustes en políticas públicas sobre ciudadanía y visas, como ha ocurrido en varios países de Europa y Oceanía. En ciertos lugares incluso se discute si debería exigirse un vínculo más sólido de los padres con el país, como la residencia legal, para otorgar la nacionalidad.
Este fenómeno, en constante crecimiento a nivel global, se da en países con leyes de ciudadanía por nacimiento, motivado por la búsqueda de mayores oportunidades legales y de movilidad para los recién nacidos. Chile, con su sistema de jus soli, ha registrado casos de turismo de parto, aunque en menor escala en comparación con destinos tradicionales como Estados Unidos o Argentina.