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Los novelistas sueñan planetas y los científicos los descubren El sistema descubierto fue anunciado este lunes en Nature

Los novelistas sueñan planetas y los científicos los descubren

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Puede que en este caso la vida no imite al arte, pero en cierta forma ciencia y ficción orbitan entre sí. Un equipo de científicos internacionales, entre ellos un investigador de la NASA, identificó tres planetas del tamaño de la Tierra que podrían ser candidatos si los humanos reales del futuro alguna vez salen hacia un exoplaneta habitable o mundos en la órbita de otras estrellas.


Es un clásico de la ciencia ficción: una nave estelar del tamaño de una ciudad sale de nuestro sistema solar, sus pasajeros hacen una travesía que abarca varias generaciones y colonizan un planeta a varios años luz de su lugar de origen. Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano, suele aparecer en estas historias. Kim Stanley Robinson convirtió a Tau Ceti, que queda a casi el triple de distancia, en el destino de una nave generacional en su novela “Aurora”, publicada en 2015, porque creía más probable que el sistema tuviese un ambiente habitable.

Puede que en este caso la vida no imite al arte, pero en cierta forma ambos se orbitan entre sí. Un equipo de científicos internacionales, entre ellos un investigador de la NASA, identificó tres planetas del tamaño de la Tierra que podrían ser candidatos si los humanos reales del futuro alguna vez salen hacia un exoplaneta habitable o mundos en la órbita de otras estrellas.

El sistema descubierto recientemente, anunciado este lunes en Nature, está a unos cuarenta años luz de la Tierra. En términos astronómicos, está lo suficientemente próximo para ser considerado “cercano”. Nuestro barrio galáctico local podría incluir a las más o menos 3.000 estrellas más cercanas, dice Michaël Gillon, astrónomo de la Universidad de Liège, en Bélgica, y autor principal del artículo académico. “Así que unos cien parsecs” —más de 325 años luz— “sigue siendo una distancia bastante corta en la escala galáctica”.

Conjetura

Los cazadores de planetas buscaban las llamadas estrellas enanas ultra frías, que son demasiado débiles para aparecer en las búsquedas habituales de exoplanetas. Descubrieron dos planetas del tamaño de la Tierra que tardan sólo dos días para darle la vuelta a su estrella enana del tamaño de Júpiter. Los planetas reciben entre el doble y el cuádruple de nuestra radiación solar, y prácticamente nada de ella está en el espectro visible. Probablemente su sol esté demasiado cerca para que sean completamente habitables, pero los autores sugieren que podría haber lugares donde los humanos podrían sobrevivir. Los planetas presentan acoplamiento de mareas a su estrella, como la Luna a la Tierra, o sea, siempre tienen la misma cara vuelta a la luz.

Gillon y sus colegas necesitarán ayuda del Telescopio Espacial Hubble y del Telescopio Espacial James Webb para revelar qué hay realmente en las atmósferas de estos planetas recién descubiertos. Sin duda, es muy pronto para construir un Arca de Noé espacial… pero nunca demasiado pronto para pensarlo. Este tipo de conjetura no es una exclusividad de la ciencia ficción. Cuando la NASA descubre un planeta tentador, suele pedirles a artistas que se pongan a trabajar en una maqueta orientada por la geociencia.

Pero a los escritores de ciencia ficción suele salirles mejor la conjetura emocionante, por eso Kim Stanley Robinson acordó reseñar el nuevo artículo de Nature para Bloomberg. Él ya pasó mucho tiempo imaginándose la vida en un exoplaneta y consultando a científicos de la NASA sobre el tema.

“Me parece que la estrella es tan diferente de nuestro sol, y sus planetas tan cercanos a ella, que tratar de existir allá sería extremadamente diferente para las formas de vida terrícolas. También hay entre el doble y el cuádruple de irradiación, pero de partes distintas del espectro”, dice Robinson.

El descubrimiento de estos planetas parecidos a la Tierra ofrece datos nuevos y genera nuevas preguntas. La evaluación de Robinson es algo con lo que casi con seguridad los científicos estarían de acuerdo: “Sin dudas, sería raro”.

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