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Lluvia Ácida, el dúo electrónico chileno que vincula la música a la divulgación científica en la Antártica CULTURA|CIENCIA

Lluvia Ácida, el dúo electrónico chileno que vincula la música a la divulgación científica en la Antártica

Transportar al espectador hasta el desconocido territorio antártico es una de las tantas intenciones que hay detrás del conjunto musical de Magallanes. Lluvia Ácida, la banda que cumplió 24 años de trayectoria musical, ha logrado rescatar la contingencia científica de la Patagonia y el extremo polar, convirtiéndose en uno de los rostros artísticos emblemáticos del continente austral.


El conjunto electrónico conformado por Héctor Aguilar y Rafael Cheuquelaf persigue un objetivo que va mucho más allá de «una propuesta musical bailable».

Lluvia Ácida presenta a través de sus composiciones una mirada que, en palabras de sus integrantes, utiliza la música como medio para plasmar la «experiencia científica que viven paleontólogos, biólogos, glaciólogos, geólogos y otros especialistas que se aventuran en lugares realmente aislados».

Los creadores del disco Antartikos (2005), el álbum que narra la historia del continente blanco y que fue auspiciado por el Instituto Antártico Chileno, tienen como objetivo visibilizar las expediciones científicas que se están realizando en los lugares más agrestes del planeta.

«Nosotros estamos representando un Chile frío, que está muy lejos y aislado del resto», comenta a El Mostrador el músico y periodista, Rafael Cheuquelaf. En este sentido, la banda del extremo sur realza la realidad de una región que «ha luchado mucho contra gobiernos centralistas y contra el propio aislamiento».

El continente más inhóspito del planeta

La pasión compartida por revelar los misterios del Polo Sur fue la razón por la cual Héctor y Rafael encausaron su labor artística para dar voz a un territorio apartado, que incluso «aparece en los mapas con menos detalles que los de la superficie de la Luna», explica Cheuquelaf.

«La Antártica es lo más parecido a otro planeta en nuestro propio mundo. Y nosotros vivimos en la región habitada más cercana a ella», relatan los músicos que, inspirados por la literatura de escritores como Francisco Coloane y Julio Verne, despertaron la curiosidad desde su infancia por el imaginario antártico.

A lo largo de su trayectoria, el dúo Lluvia Ácida registra dos conciertos en el continente polar en los años 2007 y 2014, presentándose en la base «Eduardo Frei Montalva» de la isla Rey Jorge. Estos hitos los convirtieron en la primera banda de música electrónica del mundo en tocar en el continente austral.

Durante su estadía en la Antártica, los músicos comenzaron a interiorizarse sobre las investigaciones científicas que se estaban desarrollando en el continente, captando importantes registros audiovisuales de expediciones y ecosistemas del territorio.

El arte como herramienta de divulgación científica

La música de Lluvia Ácida logró fusionar la electrónica con sonidos de la naturaleza antártica y sus bases científicas, registros sonoros que fueron grabados por los mismos músicos durante su pasantía en el extremo polar.

«La electrónica que cultivamos tiene elementos rítmicos, pero no se centra solo en eso», explica Cheuquelaf y añade que su propuesta es más bien «un medio para captar la atención sobre temas que son complejos de abordar».

Mientras la banda focalizaba cada vez más su arte en la atmósfera antártica, surgió una estrecha colaboración mutua entre Lluvia Ácida y el Instituto Antártico Chileno (INACH), alianza que también permitió a los compositores complementar su discurso y propuesta musical con el cine.


En este sentido, uno de los proyectos audiovisuales destacados de la banda es el documental En el corazón de los hielos (2017), el cual rinde homenaje a la odisea antártica de Ernest Shackleton y el «héroe olvidado» Luis Pardo, quienes sobrevivieron a la Expedición Imperial Transantártica de 1914.

La pieza audiovisual exhibe un registro de la época, captado por el fotógrafo australiano Frank Hurley, que se complementa con las imágenes de las presentaciones en vivo que el dúo electrónico ha realizado en conmemoración de este hito.

De esta manera, Lluvia Ácida comprende «una obra integral, musical y audiovisual a la vez, que no busca dar una larga explicación sobre qué se investiga en esos lugares, sino más bien, dar cuenta del esfuerzo logístico y humano que estas tareas involucran», señalan.

Ciencia Sur: buscando respuestas trascendentales

El último disco, que viene acompañado por un mediometraje de expediciones científicas en la Patagonia y la Antártica, es una de las propuestas más auténticas y que mejor condensa el propósito de la banda. Durante la producción de Ciencia Sur, los músicos grabaron sonidos y emisiones electromagnéticas de laboratorios, además de convertir con softwares especiales imágenes de fósiles y diagramas sobre el cambio climático en sonidos.

«La obra fue concebida como un viaje musical y audiovisual por los imponentes paisajes de la Patagonia y la Antártica, en donde se desarrolla ciencia en condiciones extremas, buscando respuestas a preguntas trascendentales acerca del pasado, presente y futuro del planeta», describen los integrantes en la reseña del disco.

El álbum, elaborado con el apoyo del INACH, fue estrenado en el IX Congreso Latinoamericano de Ciencia Antártica, instancia que congregó a más de trescientos investigadores del mundo en la ciudad de Punta Arenas del 4 al 6 de octubre de 2017.

Durante el concierto, la banda complementó la puesta en escena con imágenes de las dos últimas versiones de la Expedición Científica Antártica (ECA), una de las más grandes en la historia de Chile.

«Nosotros de alguna manera estamos expresando musicalmente un espíritu nuevo en los magallánicos, que durante mucho tiempo le habían dado la espalda al tema antártico», comenta Cheuquelaf. En este sentido, las intenciones de Lluvia Ácida se suman a la labor de las instituciones científicas que actualmente, «están creando una conciencia antártica».

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