Publicidad
Poeta Pedro Vicuña: “La democracia se sostiene en la controversia, no en los consensos” CULTURA

Poeta Pedro Vicuña: “La democracia se sostiene en la controversia, no en los consensos”

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
Ver Más

Este miércoles, en una ceremonia en la embajada en Santiago, será condecorado por el Estado griego por su aporte a la difusión de la cultura helénica, en el marco de una visita a Chile de la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou. Vicuña destaca la vigencia de la cultura del antiguo país.


Un reconocimiento por parte del Estado griego recibirá este miércoles el poeta y actor chileno Pedro Vicuña (Santiago, 1956), en reconocimiento por su aporte a la difusión de la cultura helénica.

Vicuña recibirá el galardón en el marco de una visita a Chile de la presidenta de Grecia, Katerina Sakellaropoulou, en su primer viaje a Latinoamérica.

“Nosotros hemos tenido una relación bastante intermitente con Grecia, tenemos varios acuerdos culturales y comerciales que no se han utilizado o no se han desarrollado y yo creo que precisamente porque en Chile existe un poco la idea de que Grecia no es más que eso, las islas, Zorba y unos señores con túnicas”, lamenta.

El artista vivió en dicho país su exilio a partir de 1974, donde cursó estudios de actuación y además se interiorizó en su cultura, incluida la lengua,  para de paso convertirse en traductor.

Su más reciente obra en ese terreno es “Lo que dispersó la aurora”, que recopila versos de la poeta Safo (650 / 610 a.C. – 580 a.C.).

“Yo traduciendo a Safo me di cuenta lo contemporánea que es, sobre todo en términos de cómo descubre el cuerpo, cómo rescata su ser mujer, tan profundamente, con tanta claridad, y además sin planteárselo como un asunto que tenga algo que ver con alguna moral”.

Grecia viva

Este libro es sólo uno de varias traducciones que ha realizado y que refleja el vigor de la cultura helénica antigua en la actualidad, junto con destacar que varios de los grandes pensadores contemporáneos del siglo XX son de origen griego como el sociólogo Nicos Poulantzas (1936-1979) o el filósofo Cornelius Castoriadis (1922-1997).

“Creo que aquí hay un tema que es súper importante y que tiene que ver básicamente con la vida de los ciudadanos, con la pervivencia, por una parte, de la Grecia antigua, en el pensamiento actual, en el modo de rescatar la sabiduría antigua desde una perspectiva distinta”, explica.

En ese marco, Vicuña recuerda su amistad con el poeta Odysseas Elytis, Premio Nobel de Literatura 1979, a quien conoció en el destierro.

“Con él yo aprendí una cosa que me parece que es muy importante. Él decía en uno de sus escritos que para Europa, y yo digo para el Occidente en general, que para la Europa del Occidente y nuestra América, Grecia parece como una imagen congelada, como un universo blanco, de mármoles y qué sé yo, pero que no tiene movimiento en el tiempo. Y él sostenía, y me parece que es lo correcto, que Grecia, esa Grecia antigua también es un universo de movimiento”.

Una cultura viva

Algo de eso pudo ver cuando estudió teatro en Atenas, a mediados de los años 70.

“Yo tenía un profesor, que no voy a olvidar, que me decía, bueno, viniste a la escuela de teatro donde nosotros estudiamos la tragedia clásica, y yo decía, sí, desgraciadamente, a mí no me gusta. Y me dijo, pero estás equivocado, yo creo que estás equivocado, ¿qué es lo que sientes, qué imaginas tú de la tragedia? Le conté cómo era nuestra visión, y me dijo, no, no, ustedes están absolutamente equivocados, en Occidente ustedes no entienden el fenómeno histórico, político y la vigencia constante que tiene el teatro y el pensamiento griego clásico. Y generalmente uno eso no lo ve en la Grecia actual”, recuerda.

“La gente que va a Grecia, va a la playa, se saca una foto en el Partenón, pero no conoce, tal vez porque los griegos lo han ocultado un poco, o tal vez porque el universo bizantino con su cristianismo ortodoxo ha ocultado lo antiguo. La gente no conoce y piensa que Grecia es o Zorba por un lado, la señora vestida de negro, o ese universo en que además se confunde en los tiempos, se piensa que Platón y Pericles vivieron al mismo tiempo, y que los presocráticos, hay toda una majamama ahí. Y ahí hay un desarrollo de las cosas que me parece que es súper importante y bueno, en eso yo traté de dar a conocer eso que yo iba aprendiendo, esa visión, digamos, más dinámica, más dialéctica, sobre la historia griega y sobre lo que significa, en términos intelectuales, traté de traerlo a castellano, fundamentalmente pensando en mis padres, en un inicio”.

Esa vigencia de Grecia para Vicuña también explica que ahora le hayan pedido una traducción de Arquíloco (690-645 a.C), considerado el primer poeta lírico en la historia de la literatura griega después de Homero.

“Él es el primer antipoeta. Cuando yo escucho que todo el mundo dice que Nicanor Parra inventó la antipoesía, yo siempre le digo a quien me quiera escuchar, que en realidad la antipoesía existe desde siempre, que ahí está Arquíloco, con sus versos además muy provocadores, que es puro leerlo nomás y ver lo contemporáneo que es”.

Autorretrato

En mi lanza
llevo ensartados panes.
Por mi lanza
escurre vino de Ismaros.
Apoyado en mi lanza,
de pie, en el alto,
sano, sereno, impasible,
como y bebo.

Vigencia

¿Pero qué explica la vigencia de tantos conceptos de la Grecia antigua en la actualidad?

“A ver, yo creo que la inquietud del ser humano es permanente, la inquietud intelectual, la sed de conocimiento. Y en los últimos años, y digo en los últimos años desde la Ilustración para adelante, digamos, parafraseando a Zhou Enlai, ‘sobre sucesos muy recientes’, ha habido una progresiva puesta en duda de la infalibilidad de la iglesia, claramente”, responde.

Asimismo, “ha habido una defensa del conocimiento, que significó el sentarlo todo en la razón, y que nos ha conducido a desastres. Yo creo que los desastres del principio del siglo XX tienen que ver un poco con esa influencia de la razón, que es una influencia que aparece también en el positivismo, y después de la barbarie tan tremenda de la dictadura, fascista, nazi y similares, incluyo a (Francisco) Franco, incluyo a (Josef) Stalin también”.

Luego “pasamos por un periodo de revuelta, a pensar en el ser humano, y ahí tenemos lo que es la revuelta de mayo, la revuelta del Berkeley, todo ese movimiento, que aparece desde distintos lados, aparece con (Albert) Camus, aparece con (Jean-Paul) Sartre, la recuperación del surrealismo, de las vanguardias que se producen, que creo que trae a colación esa pregunta, la pregunta perenne, la pregunta fundamental de los griegos: ¿cuál nuestra relación real con el entorno?”.

Para el artista, hay quienes, herederos de un cierto racionalismo un poco furibundo, han puesto eso de alguna manera, han rehuido esa pregunta en una corriente intelectual “a mi gusto que es mucho más cerrada”.

“A mi entender, no soy especialista, pero lo que yo entiendo como creador, es que tiene relación con este proceso de construcciones, la búsqueda de una forma de relacionarse claramente intelectual y desde un concepto que a mí siento que está muy en boga en Chile, por lo menos, que toda la tesis folcloreana del panóptico, estamos constantemente vigilados, un poquito paranoide también, estamos vigilados”.

“¿Vigilados por quiénes? Por los marcianos, por Dios, otra vez. O sea, hay todavía en el fondo un pensamiento teológico detrás, siento yo, que se manifiesta también en las incapacidades de soportar o de tolerar o de enfrentar intelectualmente las diferencias. O sea, el hecho de que nos
encontremos con fenómenos como la funa, que recuerda mucho los soplonajes en tiempos de Isabel la Católica, cuando se expulsaba a los judíos, los soplonajes en contra ‘las brujas’, en la Edad Media, a la iglesia, cierto, todo un sistema que es un sistema de constante represión”.

A su juicio, frente a eso “el pensamiento griego es claramente liberador, porque además es un pensamiento que permite las contradicciones. La democracia, contrariamente a lo que plantean las derechas, se sostiene fundamentalmente en las grandes controversias intelectuales, no en los consensos, sino que en las controversias intelectuales, porque de esas controversias es donde se construye una visión de mundo”.

En ese sentido, “es ahí donde entra el pensamiento presocrático, que es tan fundamental para sostener precisamente esa visión del mundo plural y de un mundo que además entiende la libertad de una manera distinta a como la entendemos hoy en día, y que me parece que es muy fundamental. Y en ese sentido hay una vigencia muy profunda del pensamiento griego que nosotros desgraciadamente desconocemos porque estamos dominados fundamentalmente por el pensamiento francés y por las modas norteamericanas, básicamente”.

Traducción de Safo

Finalmente, su traducción de Safo se enmarca en ese mismo amor que siente Vicuña por la cultura helénica.

“En realidad es un trabajo muy antiguo, que comencé hace unos 20 años, y lo hice fundamentalmente porque cuando yo era niño, mi padre (el también poeta José Miguel Vicuña) me hizo leer los clásicos, y yo los encontraba bastante fomes, duros, difíciles de acceso. Y cuando llegué a Grecia y empecé a estudiar el idioma griego, porque quise aprenderlo muy bien, como lengua nativa, porque pensaba que no iba a volver más a Chile, me metí también a leer poesía, para conocer el idioma en profundidad. Y entonces me encontré con que muchos poetas contemporáneos hacían citas, eso, intercalaban intertextos, digamos, de clásicos, de muy clásicos, presocráticos, en la poesía. Y conociendo las traducciones, yo encontré que eran una maravilla, es decir, que tenían una actualidad sin par”, recuerda.

Hace dos décadas, específicamente, Vicuña vio una publicación que recuperaba ciertos fragmentos de Safo, pero entonces le empezó a surgir una duda sobre la interpretación de los textos de la poeta.

“Empecé a trabajar en eso y empecé a buscar las distintas versiones de las distintas traducciones. En principio fue un ejercicio propio mío, para mí. Hasta que un buen día, mi mujer, que tiene unos talleres de lectura, me dijo, oye, tú que tienes unas traducciones de Safo, me gustaría que mis alumnos conocieran algo, y se los presté, y luego me dice, oye, pero habría que publicar esto, ¿eh?”

Fue entonces que un asesor de la editorial LOM, que supo de la iniciativa, se la propuso a la entidad, que a su vez contactó a Vicuña.

“Mira, sí, pero me va a tomar tiempo, por lo menos un año y medio”, les dijo él.

“Y empecé a trabajar, empecé a trabajar duro, empecé a trabajar con varias versiones, de las distintas universidades norteamericanas, inglesas, francesas, algunos filólogos griegos también, a buscar qué es lo que me parecía a mí lo más poético, y con la certeza de que a los filólogos no les gusta la poesía, sino que les gustan las palabras antiguas. Entonces, para mí había que recuperar un poco el espíritu poético, esa magia que tiene la poesía. Y creo que, creo haber logrado eso en algunas partes”.

Esto fue en paralelo a una investigación sobre la propia Safo, “y sobre un tema que para mí es delicado”.

“Porque Safo, claro, ha sido tomada como una bandera de lucha por las diversidades sexuales, especialmente por el movimiento de las lesbianas, pero tengo la sensación de que no es tan conocida como poeta. Investigando me di cuenta que en realidad toda la visión, todo lo que se habla de ella, sobre lo tremendo, de su amor por las mujeres, es un tema que no era tema en su época”.

Vicuña acota, eso sí, que la traducción es “siempre en curso, nunca es un trabajo terminado”.

“Y espero en realidad que la gente lo lea, lo conozca, conozca quién es este personaje. Es fundamental en la cultura griega y en nuestra cultura occidental”, concluye.

  • Para saber más de lo que está pasando en el mundo de la ciencia y la cultura, súmate a nuestra comunidad Cultívate, el Newsletter de El Mostrador sobre estos temas. Inscríbete gratis AQUÍ.
Publicidad

Tendencias