
Hija de Víctor Jara visita exposición fotográfica en Curicó
En una parte de la muestra están retratadas las imágenes de lo que fue el estallido social en el 2019, donde quedó plasmada su figura muy cercana a la gente y especialmente a los jóvenes.
La simplicidad de Amanda Jara, es una característica que aflora desde el momento en que se le conoce. Es amigable por sobre todo y ofrece su simpatía a quien se le acerque.
La única hija biológica de Víctor Jar , llegó a Curicó junto a otros miembros de la Fundación Víctor Jara a la inauguración este jueves de la exposición de fotografías “ Víctor Jara dos miradas/ 50 años”.
La muestra se creó a 50 años del golpe militar y que retrata la cotidianeidad e intimidad al compositor chileno, en tiempos de juventud y creatividad con la complicidad de sus amigos y compañeros de Universidad en las décadas del 60 y 70 a través de los ojos del lente de Luis Poirot y Antonio Larrea, artistas chilenos que por aquel tiempo experimentaban en la imagen fotográfica.
Desde el año 2023 la muestra ganadora de un proyecto Fondart, ha sido exhibida en Cerro Navia, La Pintana y otra en la Universidad de Chile, siendo ésta la primera vez que itinera a regiones, en este caso al Centro de extensión de la Universidad de Talca en Curicó.
En la inauguración estuvieron estudiantes de las escuelas Palestina y España pertenecientes a la red educativa municipal.

Crédito: Pilar González
”Me parece muy importante estar en Curicó, salir de Santiago siempre es un anhelo de la Fundación para traer nuestro contenido para que el arte llegue a todos los rincones de Chile”, comenta Amanda.
También abordó en su conversación el silencio ocurrido sobre la figura de su padre después de haber sido asesinado, algo que más tarde fue cambiando hasta llegar a trascender y a quedar en el corazón de la gente.
“Mi padre era visto como un personaje censurado, clandestino y peligroso”. Por eso, dice, al regreso a Chile en 1981 de ella su madre Joan y su otra media hermana, el objetivo era desterrar esa clandestinidad en la que se encontraba la figura de su padre, lo que ha motivado toda el trabajo de la Fundación Víctor Jara, una labor que no ha sido fácil, si aún hablar de Víctor Jara para algunas personas produce incomodidad.
“Por eso nace la Fundación, porque cuando volvimos el 81 a Chile, nos dimos cuenta que Víctor estaba censurado, era clandestino, o sea, la gente no se atrevía a escuchar o hablar de él públicamente por la represión que había. Era un personaje peligroso. Entonces, para nosotros, como familia, era fundamental relevar la obra de Víctor, lo que él hizo, qué pensaba. Teníamos las entrevistas, los discos, las fotos. Así se armó la Fundación para que el legado de mi papá fuera conocido por otras personas y saliera de la clandestinidad en la que estuvo”.

Crédito: Cedida
En una parte de la muestra están retratadas las imágenes de lo que fue el estallido social en el 2019, donde quedó plasmada su figura muy cercana a la gente y especialmente a los jóvenes.
“En el 2019 en pleno estallido social, se mostró que a pesar de haber sido censurado y asesinado, la gente lo guarda en su corazón y es parte de nuestra memoria. La memoria de mi papá estuvo muy presente en las calles, en grafitis, en rayados, en banderas, es algo bien impresionante, cómo la memoria colectiva resguarda a los personajes, a pesar de haber sido asesinados durante el golpe militar.”
Sobre la exposición, Amanda rescata la atmosfera de la esfera privada en la que se muestra a su padre.
“Es una muestra fotográfica de mucha complicidad y mucho amor también, es un Víctor relajado, entregado a la cámara”, expresa Amanda.
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