
A 50 años de su muerte: U. de Chile y U. A. Ibáñez organizan las VIII Jornadas Hannah Arendt
En 1964 Arendt dio una entrevista sobre su relación con la filosofía, rememora su infancia en Alemania y posterior exilio, y explica su búsqueda por comprender el mundo. Las VIII Jornadas son parte de ese esfuerzo por comprender y dialogar.
Los académicos María José López (Universidad de Chile) y Facundo Vega (Universidad Adolfo Ibáñez) son filósofos y han dedicado sus carreras a pensar, escribir y enseñar a estudiantes universitarios. Los une una alegría contagiosa por el pensamiento, la obra y la figura de Hannah Arendt.
Es precisamente esa alegría y quehacer común lo que los ha llevado a coorganizar las VIII Jornadas Internacionales Hannah Arendt, que se realizarán en Santiago entre el 9 y 12 junio y que reunirán a más de 50 expositores de 9 países.
El evento se desplegará entre la Facultad de Derecho y la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, y la Facultad de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez (sede Presidente Errázuriz).

La conversación pronto se convierte en una verdadera clase magistral sobre pensamiento político, la necesidad de intentar comprender aquellos fenómenos que a veces esquivamos por su complejidad y la compañía que ha significado para su desarrollo intelectual lo que López define como un navegar junto a Arendt, idea desarrollada por la filósofa española Fina Birulés, experta mundialmente reconocida en la obra de la autora.
Trayectoria
Hannah Arendt es considerada como una de las voces intelectuales más prestigiosas del siglo XX. Nacida en Alemania, exiliada en Francia y refugiada en Estados Unidos, la filósofa que se definía como pensadora política no esquivaba los asuntos peliagudos. Así lo recuerdan López y Vega en esta conversación.
Los orígenes del totalitarismo (1951), La condición humana (1958), Sobre la revolución (1963), La vida del espíritu (1978), son sólo algunos de los libros que citan con entusiasmo y a los que debemos sumar obras como Eichmann en Jerusalén (1963), Hombres en tiempos de oscuridad (1968), Sobre la violencia (1970), entre otros volúmenes y decenas de ensayos en temas que van desde la literatura al fascismo, pasando por la poesía, la tradición filosófica y la política.
La vasta producción intelectual de Arendt y sus reflexiones la han convertido, de cierto modo, en una teórica difícil de encasillar políticamente. Vega nota que incluso existen apropiaciones del pensamiento de la autora basadas en una comprensión deficitaria de sus ideas: “Arendt es considerada por algunos una pensadora que defiende una visión aristocrática de la política. Tal interpretación es difícil de sostener. Ella no entendía la política de ningún modo en sentido restrictivo ni como el espacio reservado para unos pocos”.
Figura pública
La permanente preocupación por pensar e intentar comprender los problemas de su tiempo fue una de las principales actividades a las que Arendt dedicó su vida. Así lo atestigua también la enorme cantidad de cartas que intercambiaba con su círculo de amigos e intelectuales cercanos, entre los que destacan la escritora Mary McCarthy y los filósofos Karl Jaspers, Günther Anders y Martin Heidegger.
“Arendt no es sólo una académica, es una figura pública, que entraba en la discusión, que peleaba a través de intervenciones en diarios, que opinaba sobre la realidad. Era, en cierto modo, una intelectual pública” señala López, y agrega “es una filósofa muy seria, pero es mucho más que solamente una filósofa, era una persona que se metía en los temas complicados de su tiempo, lo cual le costó varios problemas y enredos”.
Autora polémica y prolífica, Arendt fue criticada por sus explicaciones fuera de lo tradicional, por ejemplo, luego del lanzamiento de su libro Eichmann en Jerusalén, el cual le valió una serie de discusiones, e incluso acusaciones, por parte de adversarios, pero también de amigos. A tal carácter controversial se refiere Facundo Vega, para quien Arendt “retorna a los grandes tópicos de la gran tradición de la filosofía política, pero de modo contraintuitivo o sui generis”. Y agrega que “es cierto que Arendt tiene una postura muy reluctante, por caso, respecto de la violencia, pero eso no significa que crea que no hay violencia en el mundo. Lo que sostiene es que la violencia no es el fundamento de la política”.
Estudios
La experiencia vital de la autora, su juventud en la Alemania nazi, la llevaría a convertirse en un referente en los estudios sobre totalitarismo y violencia de Estado. María José López destaca su importancia e invita a pensar junto a Arendt los temas políticos y sociales complejos que enfrenta nuestra región.
Explica que “tú vas a Colombia, Argentina, Brasil y aparece Arendt, aparecen los temas vinculados a la violencia de Estado y al terror. Ella sigue siendo una guía muy interesante para describir estas experiencias, para ponerles nombre, para reflexionar sobre los perpetradores. Es una guía para el estudio de la memoria sobre los fenómenos políticos del Cono Sur”.
Así, la invitación a las VIII Jornadas Internacionales Hannah Arendt corresponde a un esfuerzo por acercar el pensamiento de una figura central de la filosofía contemporánea, para construir un necesario diálogo en tiempos de crisis democrática y cuestionamiento a las estructuras políticas y sociales alrededor del mundo. Una invitación a leer y discutir con Arendt, a mirar el mundo con las herramientas que su pensamiento ofrece a quienes, con ella, no quieran evitar asuntos cuya magnitud parece difícil de abordar.
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