Publicidad
Visnu Ibarra Roa y su obra sobre Víctor Jara: “Era un cantor a la dignidad humana” CULTURA Crédito: Teatro Mori

Visnu Ibarra Roa y su obra sobre Víctor Jara: “Era un cantor a la dignidad humana”

Publicidad
Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
Ver Más

“Víctor, sin Víctor Jara”, un teatro musical que entrelaza canto, danza, música y actuación para recorrer el legado del cantautor, estará en cartelera del 26 al 28 de septiembre.


Con solo tres funciones antes de su gira internacional, llega a Mori Recoleta “Víctor, sin Víctor Jara”, un potente teatro musical que entrelaza canto, danza, música y actuación para recorrer el legado del cantautor y la memoria de las víctimas de la dictadura cívico-militar.

A 12 años de su estreno, la obra se ha consolidado en un clásico de la escena nacional y contará con la participación de un destacado Coro Ciudadano. Estará en cartelera del 26 al 28 de septiembre, viernes y sábado a las 20:30 horas, y domingo a las 20:00 horas.

La obra es dirigida por los hermanos Visnu y Gopal Ibarra Roa, y entrelaza canto, danza, música y actuación para recorrer el legado de Víctor Jara y la memoria de las miles de víctimas de la dictadura cívico-militar.

“Estamos contentos también de poder volver al Mori, que nos ha recibido súper bien siempre todos estos años, y también muy contentos de poder dar la obra nuevamente bajo este bloque de memoria, luego de ya 12 años de trayectoria, y también de conmemorar y celebrar el cumpleaños de Víctor Jara, el 28 de septiembre, que coincide justamente con la función ahí en el Teatro Mori, en Recoleta”, comenta Visnu.

– Esta obra ya tiene bastantes años. Hagamos memoria, cuéntame el origen de la obra.

– Es una obra que nace bajo el alero de la agrupación de familiares ejecutados políticos con la compañía Hermanos y Barra Roa, el año 2012, en los preparativos para la conmemoración de los 40 años del golpe civil y militar en Chile. Se cumplían 40 años y nosotros estábamos pensando qué hacer como para este hito tan relevante de la conmemoración de los 40 años, en el sentido de dejar una huella, una pieza que fuese justamente una acción, un patrimonio que dara para la ciudadanía, para el pueblo de Chile.

Ahí, bajo el alero de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y en conversaciones con la Joan Jara, con la Fundación Víctor Jara, empezamos a escribir el texto. Es un texto que está escrito en prosa y verso, y justamente retrata las escenas, la vida, de alguna manera, en ficción de Víctor y su paso por el teatro, su paso por las peñas, su afán por encontrar una guitarra perdida cuando era joven y cuando era más niño, y las travesuras de niño también ahí, y es toda una ficción.

La estrenamos en GAM, y tuvimos muy buena aceptación del público, de la crítica, rápidamente se vendieron todas las entradas, tuvimos nuevas temporadas, nuevas funciones.

– ¿Cómo surgió el nombre?

– Tuvimos la oportunidad de trabajar con la Joan Jara. No sólo algunas situaciones escénicas puntuales, sino que también el nombre de la obra. “Tiene que ser Víctor Jara, pero Víctor Jara en la punta de lanza”, nos decía ella, para hablar de miles de ciudadanos y ciudadanas que murieron, ejecutados, desaparecidos, que fueron torturados, que sufrieron los vejámenes de la dictadura. Porque Víctor, ella nos decía, la Joan, nunca quiso ser la figura, el ícono, nunca quiso transformarse en una polera, pero sí tenía la necesidad de pelear por los demás.

Entonces ella nos dice, “esto es algo así como Víctor Jara, pero sin Víctor Jara”. Entonces, y ahí a nosotros se nos prendió la lucecita, dijimos, “ah, claro”, cambiamos un poco lo que ella dice, y ahí transformamos el “Víctor Jara, pero sin Víctor Jara”, en “Víctor sin Víctor Jara”, que en el fondo es, está Víctor, pero en el fondo tampoco está, porque hay miles también que faltan, que son nuestros familiares, nuestros vecinos, el pueblo de Chile que fue asesinado, torturado o hecho desaparecer en los vejámenes de la dictadura cívico-militar.

– Ahora, uno podría decir entonces que es como un musical que cuenta la vida de él a través de sus canciones.

– Claro, es un musical, pero a nosotros tenemos harto cuidado cuando hablamos de musical, porque se suele pensar en un musical al estilo Broadway, y nosotros nos identificamos en una estética mucho más latinoamericana, que corresponde al maestro Luis Advis, a las cantatas, a un sentimiento más arraigado en el folclor. Broadway o el teatro musical son referentes muy buenos, pero nosotros tenemos otro arraigo, un arraigo más latinoamericano, de Sudamérica, y pertenece a esa estirpe, por decirlo de alguna manera, que es el musical latinoamericano en la cantata, en esto del folclor, de la recopilación del folclor.

Ahí, sin duda, la relevancia de todo el equipo que ha trabajado ha sido fundamental, ¿no? Desde la Ema Pinto en la dirección coral, Ignacio Reyes, que trabajó en ese tiempo en la dirección musical, en el traspaso a verso también, trabajaron los chicos en el traspaso a verso, la relevancia que tuvo y tiene el coreógrafo Hiranio Chávez, que es un tremendo coreógrafo, la Tania Rojas, que ha hecho la deposición, la producción con la Vale Salomé.

– En diez años han pasado muchos actores y actrices, incluso algunos que ya no están.

– Han pasado por el elenco un montón de actores muy conocidos que hoy día no nos acompañan, que están muertos, pero que su legado sigue ahí, como Alejandro Sieveking, como la Grimanesa Jiménez, como Tomás Vidiella. Mi padre también, que falleció en 2021, que era miembro de la Agrupación de Familiares Ejecutados Políticos, y él participaba como familiar ejecutado político. Entonces, hay un cruce generacional bastante interesante que ahora, a doce años, miramos para atrás con perspectiva, y sin duda hay un camino recorrido bien rico, que entran nuevas generaciones también. Porque nosotros trabajamos con el Coro Ciudadano, que fue un proyecto que inventamos al año siguiente de estrenar, 2014. Hay un cruce de entregarle Víctor a la ciudadanía, hay un cruce también de que las canciones le pertenecen a la cultura popular, y eso es muy interesante.

– ¿A qué se debe la opción de usar una gran cantidad de actores y actrices.

– Creo que tiene que ver justo con las conversaciones con la Fundación Víctor Jara, con la Agrupación de Familiares Ejecutados Políticos, en conversación con la misma Joan, era que representara a Víctor, pero no en una figura, digamos, como el único, sino que fuera como un grupo, una masa, el pueblo que conmemorara a Víctor, y este pueblo representado por varias personas de diferentes edades, actores de diferentes edades.

Cuando estaba Alejandro Sieveking tenía más de 70 años, la Grimanesa también, todavía tenemos actores que son adultos mayores, parte del coro ciudadano también son adultos mayores, y están los jóvenes de 18, 19, 20 años, están los actores de mediana edad, 30, 40 años.

En el significado purista de lo escénico, este heterogéneo representa de alguna manera el pueblo, y este pueblo es el que conmemora a Víctor, el que celebra las canciones de Víctor, el que celebra la vida, y en esa ímpetu es justamente la que nosotros buscábamos representar con que fueran muchas personas arriba del escenario, como que esta catarsis, esta catarsis que parece una misa pagana de repente la obra, porque se apaga la luz, se canta como en la oreja, se prende la luz, hay una fiesta, hay una peña, están todos arriba del escenario, están todos debajo del escenario, eso que es como una especie de rito, rito que podemos llamarlo una especie de misa pagana, que justamente esta catarsis que sucede, sucede que el espectador también como se siente parte viva de este espectáculo, y eso lo genera la multitud también.

Ahora, cuando cumplimos 50 años del golpe, dijimos ok, tenemos que ser más de 50 arriba del escenario, para que esto también tenga el mismo ímpetu, y bueno, y nos damos cuenta que cuando nació el Víctor, uno de los slogans de la obra era que no tengamos que esperar 40 años más, para que realmente haya verdad y justicia, y sentimos que en ese lado, que es un lado que se arranca un poco del arte, incluso de la cultura, que tiene que ver más bien con algo de justicia política, justicia digamos legal, está muy al debe, Chile está muy al debe, en cuanto a una verdadera justicia, memoria, reparación. Están saliendo los asesinos de nuestras familias, pero no estamos encontrando los cuerpos, entonces hay una dicotomía ahí, que todavía está, que no está cerrado, y que tampoco está reparado, y por ende no hay justicia, entonces creo que eso también es muy relevante.

– Ahora, la vida de Víctor Jara tuvo un trágico final, ¿cómo la obra trabaja con ese final, para no dejar al público abatido?

– En el pensamiento general, de la cultura popular inclusive, y de toda la cultura chilena, solemos pensar que Víctor Jara, es un cantante de la dictadura, y Víctor Jara vivió cuatro días de la dictadura, no alcanzó a vivir ni siquiera una semana, entonces Víctor Jara es un cantante, de la canción chilena, es un cantante popular del folklore, que recopiló el folklore, es un cantante de la Unidad Popular.

Es un cantante por sobre todas las cosas, es un cantante que le cantaba al humano, a la felicidad, al encanto, a la alegría, al hombre, a la mujer, al amor a sus hijos, a su esposa, al amor a sus compañeros de partido, al amor al ser humano, al amor al latinoamericano, entonces, enfrentar a Víctor, ha sido súper en este proceso, que también lo vemos ahora, lo vimos con los coros en Chile, lo vimos con el primer elenco, lo vimos con los coros.

Siempre estamos diciendo, compañeros, compañeras, queridos, queridas, chicos, chicas, canten a Víctor con alegría, porque uno suele cantar El manifiesto, por ejemplo, o El arado, y solo por recordar a Víctor, el intérprete se iba inmediatamente al canto, porque te recuerdas que Víctor, estamos conmemorando un asesinado por la dictadura, que recibió 44 balazos, terrible, le cortaron sus dedos, sus manos, para que no pudiera cantar, imagínate la tortura que tiene que haber recibido, entonces, es muy triste, sin duda, pero Víctor, era un cantor a la esperanza.

Víctor era un cantor a la dignidad humana, Víctor le cantaba a lo más lindo del ser humano. Entonces, en la obra de teatro, tú justamente te das cuenta de aquello, de esta esperanza con la que canta Víctor, “aprieto firme mi mano, hundo el arado en la tierra”, estoy hablando del campo, estoy construyendo un andamio, para poder llegar más arriba, le estoy cantando al trabajador, al obrero, con esperanza, la luna siempre es muy linda, el sol muere cada tarde, cantando a Chile y su folclor, entonces, mi canto es un canto libre, es una libertad bien ocupada en el concepto de libertad.

Víctor es un cantante de la alegría, del poder popular de Chile en esos años, del fulgor de los años 60, donde el idealismo en los jóvenes chilenos estaba muy a flor de piel, y muchos jóvenes se sintieron identificados con Víctor Jara en esa época, entonces, en conclusión, Víctor Jara es un cantor libre, alegre, de la esperanza y de la dignidad del ser humano de Chile para toda Latinoamérica y el mundo.

– Para ir cerrando, a propósito del cumpleaños, ¿esa función va a tener algo especial?

–  La función del 28 de septiembre, es una función muy especial para nosotros, porque es la última función, y coincide con el cumpleaños de Víctor, y pensamos ahí también que vamos a celebrar el cumpleaños de Víctor, y conmemorar las víctimas de la dictadura cívico militar, en esta especie de misa pagana, donde la catarsis va a suceder durante una hora veinte, vamos a poder cantar, llorar, reír, alegrarnos, conmemorar, etcétera, por nuestros muertos, y por Víctor, nuestros muertos que están llenos de vida, sin duda.

Vamos a hacer algunas cositas de cantar, vamos a quizás proyectar algunas cositas, tenemos ahí algunas sorpresitas, algunas sorpresas que queremos compartir con el público, conmemorar la vida, y el legado, sobre todo, de Víctor, y celebrar su cumpleaños.

Ficha técnica:

Autor: Gopal Ibarra Roa
Director: Visnu y Gopal Ibarra Roa
Compañía: Hermanos Ibarra Roa
Elenco: Ema Pinto, Felipe Lagos, Héctor Mardones, Virginia Beltrami, Ariel
Mateluna, Axa González, Milantu Hilbert, Eduardo Fernández, Jorge Abarzua,
Cristina Aburto, Catalina Huerta-Ortíz, Claudia Mayorga, Paulina Araya, Nicolás
Bravo, Camila Lucksinger, Luis Toledo, Mauro Riveros y Maria Olga Matte
Participación especial: Coro Ciudadano
Músicos: Gorky Largo, Ignacio Herreros, Vivian Carvajal, Nicolás Bustos y Cristian
Comigual Vaez
Dirección vocal: Ema Pinto y Felipe Lagos
Coreografías: Hiranio Chávez
Reposición coreográfica: Tania Rojas
Traspaso a verso: Américo Huerta e Ignacio Reyes
Técnico: Hernán Coloma
Producción general: Valeria Salomé y Hermanos Ibarra Roa
Iluminación: Jorge “Koke” Veliz
Gráfica: Guillermo Nuñez
Registro: Rafael Labraña
Duración: 75 minutos
Edad recomendada: Todo espectador

Entradas AQUÍ.

Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.

Publicidad