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Los últimos 50 años de Chile: Ignacio Agüero presenta “Cartas a mis padres muertos” en FIDOCS

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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La cinta se podrá ver este lunes en el marco del Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOCS), en la Sala K de la Universidad Mayor, a las 20:15 horas. Incluye registros familiares en 8 mm y una entrevista a un sindicalista de MADECO.


Un filme que recorre su vida, incluidos los últimos 50 años del país, presenta el cineasta Ignacio Agüero (Santiago, 1952) en “Cartas a mis padres muertos”.

La cinta tuvo su premiere mundial en julio el festival 36 FIDMarseille.

Se podrá ver este lunes en el marco del Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOCS), en la Sala K de la Universidad Mayor, a las 20:15 horas.

Está filmada principalmente en la propia casa del cineasta, y ha sido escenario de otras previas como “El otro día”, “Como me da la gana II” y “Nunca subí el Provincia”, “como el lugar donde la película se piensa a sí misma”, explica a El Mostrador.

“Cada vez que estamos frente al ventanal que da al patio, es la película que está respirando, pensando. Yo he llegado a decir que ese lugar es el del comité central de la película. Esto es importante para el espectador, que empieza a sentirse invitado a pensar junto a la película y a su director, en el devenir de ella”.

8 mm

Entre otros, Agüero rescata varias filmaciones de su padre, un ex teniente de la Marina, donde él filma a sus parientes, como su tía, en 8 mm.

Son “materiales que de pronto comenzaron a reclamar su presencia en la pantalla, cuando yo mismo vi que esas imágenes podían ser relacionadas a mi historia personal y desde ahí a la historia general, social, política.

“Esto comenzó cuando después de realizar la película ‘El diario de Agustín’, con toda su carga criminal y de violencia política, necesité replegarme en mi propia casa justamente para sanarme de esa toxicidad que irradia todo lo relacionado con la dictadura y sus crímenes”, cuenta.

“Al replegarme en la tranquilidad de mi casa y en la belleza de mi patio, aparecieron de forma natural esas imágenes familiares cargadas de dulzura, filmadas tanto por mi padre, por tíos y por mí mismo”.

Madeco

Otra incorporación es la historia de la fábrica Madeco, donde trabajaba su padre. Allí el personaje es un sindicalista, que habla de la historia de la fábrica que fabricaba productos de cobre, y que era de tal envergadura que su sindicato incluso construyó una. población para sus trabajadores.

Al ser consultado de por qué prefirió hablar con un trabajador en vez de un gerente, Agüero responde que “los gerentes no hablan de los empleados subalternos”.

“Ellos se mantienen en la distancia de la jerarquía y también de clase. Al funeral de mi padre no asistió ningún gerente. Y ningún gerente podría haber hablado de mi padre como habló el dirigente sindical Marcos Medina, que incluso describe la forma de caminar de mi padre, porque lo veía todos los días en el espacio de la planta de tubos”, analiza.

“Tuve la suerte de encontrar a este dirigente y contar con su buena disposición a hablar, que enriquece profundamente la película con la dimensión de la historia y de lo que era un sindicato en esos tiempos”.

El golpe

El sindicalista fue detenido y debió irse al exilio tras el golpe de Estado. Antes había muerto el padre de Agüero. ¿Cómo hubiera reaccionado al hecho de que su propio hijo, Felipe, el hermano de Ignacio, sufrió detención y torturas tras el golpe en el Estadio Nacional?

“Es imposible saberlo. Pero yo recuerdo cuando nos exponía su pensamiento democrático a mi y a mis hermanos, en la sobremesa de los días sábados. Esto fue mucho tiempo después de haberse retirado de la Marina, con el grado de teniente primero”, comenta el cineasta.

Otra mención es la de un amigo de Ignacio, asesinado por el terrorismo de Estado en el campo, al que quiso incluir en el relato “porque fue mi amigo. ¿Cómo no incluirlo? La pregunta es más bien porqué no los incluí a todos”.

Cordillera y familia

Otro escenario es una casa en la cordillera, con escenas más de familia: los hijos, los nietos.

“Juega el papel de aportar fragmentos de vida de la cual por suerte conservé material filmado. La vida conservada en emulsiones fotográficas. Qué valioso es eso. Vida capturada, tiempos capturados y retenidos para siempre, y que un día pueden saltar a la pantalla y ser vistos en cualquier parte del mundo por cualquier persona”, afirma el cineasta.

“Son materiales que me gustan mucho porque me parece a mi que están muy bien filmados, aunque imperfectos, y que se cargan de expresividad al entrar en un total de asociaciones significativas, sin haberlo pretendido nunca, pues no son materiales filmados pensando en que algún día serían incorporados en una película. Pero justamente ahí está su valor, su ternura”.

Desmemoria

Finalmente, Agüero analiza cómo se conecta esta cinta con sus otras anteriores.

“Se conectan no más porque provienen de una misma memoria e inquietud. A tal punto se conectan que se me confunden y ya no sé a qué película corresponden tales imágenes, y como además se me ha ocurrido poner las imágenes de una película en el montaje de la siguiente, se va conformando un enjambre imaginario que confunde a cualquiera”, dice.

“Como la gente muy mayor que ya no se acuerda en qué lugar está y si ha estado ahí antes alguna vez o muchas veces, mis películas ya están empezando a producir ese tipo de confusiones y desmemorias. Que no es lo mismo que perder la memoria sino de hacerla más real, más compleja, de bordes indefinidos”.

Una indefinición que reaparece cuando recuerda cómo vivió el viernes 18 de octubre de 2019. Ese día estaba en la sala de cine de la Cineteca Nacional viendo material filmado de la primera parte de la película “Notas para una película”, cuyo montaje estan por empezar.

“Salimos a la calle para irnos, con la productora y el montajista, pero no pudimos irnos a ninguna parte pues ya el Metro estaba parado y la calle en protesta. ¿Cómo se ve hoy ese hecho de hace seis años? Como un espejismo del pasado que bien puede ser un espejismo del futuro. Como está ocurriendo con la memoria en mis películas, espejismos de bordes difusos que en cualquier momento recuperan su nitidez”, concluye.

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