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“Otros fuegos ardían”, cuentos de Flavia Radrigán: historias de cuatro mujeres y sus circunstancias CULTURA|OPINIÓN Crédito: pantalla de Radio Estación Nacional.

“Otros fuegos ardían”, cuentos de Flavia Radrigán: historias de cuatro mujeres y sus circunstancias

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José Miguel Ruiz
Por : José Miguel Ruiz Escritor, poeta y profesor de Castellano (UC). Ha publicado, entre otros libros, “El balde en el pozo” (poesía, 1994), “Cuentos de Paula y Carolina” (narrativa, 2011) y “Gramática de nuestra lengua” (2010). Mención Honrosa en los Juegos Literarios Gabriela Mistral de la I. Municipalidad de Santiago, 1975. Primer Premio en el Concurso de Poesía de la P. Universidad Católica de Chile, 1979. Premio Municipal de Arte, Mención Literatura, de la I. Municipalidad de San Antonio (1998).
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Sondea con decisión y agudeza en los conflictos, quiebres, reminiscencias y las resonancias que provocan las experiencias de la vida de sus protagonistas, con referencias a la historia de Chile de hace unas décadas y a la más reciente.


Flavia Radrigán, narradora y dramaturga galardonada con el Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral, Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura, Premio Municipal de Dramaturgia; autora de Los extravíos de su mirada (cuentos, 2006), Miradas lastimeras no quiero (compilación de tres de sus obras, 2006), En el nombre del padre y de la hija (publicación conjunta con Juan Radrigán, su padre, de dos obras, una de cada cual,  2009), Ausencia de ti (teatro, 2018), nos entrega en Otros fuegos ardían (2023) cuatro cuentos cuyas protagonistas son mujeres: Lucía, Nelly, Isabel y Albertina.

El paisaje de fondo es principalmente el tiempo del estallido social, como marco histórico y sus efectos; el espacio urbano, el barrio Franklin, la Plaza Italia (o de la Dignidad), la ciudad de Santiago y sus conflictos sociales y los propios.

Flavia Radrigán ahondará en lo interior de sus personajes más que en los avatares de su tiempo. Y allí radica mucho de la riqueza y valor de este libro: una mirada aguda, “de frente”, sin concesiones al alma de las mujeres mencionadas.

Lucía está en la consulta del ginecólogo; quiere tener un hijo, “Sí, pretendía concebir en el límite de las posibilidades, aferrándose al último hilo” (pág. 13), pero se encuentra con lo que será determinante en su historia, que se añade a lo que ya trae consigo, como un gran peso. “Al salir de la consulta miró el reloj que marcaba las siete de la tarde. Es la hora de los suicidas, se dijo…” (pág. 13). Nada de alentador el espacio urbano ni el íntimo.

Nelly con su trabajo de mesera en el viejo restaurante El Arrimo, quien se ve envuelta en los conflictos sociales, en las protestas cercanas a la Plaza Italia, y la carga de su vida: “Nelly no era de esas mujeres que le echaban la culpa a los demás por sobrevivir sin deseo alguno de seguir respirando. Por eso, pensaba que debía pagar el peaje de su inútil existencia” (pág. 54).

Isabel que un día estaba proyectando un cambio en la cocina de su casa, la ayudan sus hijos, hermano y sobrinos, pero aquello despertará en ella algo ocurrido en su infancia: “pero nunca pensó que ese cambio en su cocina la enfrentaría a la raíz de su cojera emocional” (pág. 66). “Dentro, en la intimidad de los pensamientos de Isabel, otros fuegos ardían también” (pág. 77, el destacado es nuestro).

Albertina, acompaña a su madre muerta en el asilo. “Como quien desconfía de la propia vista, Albertina contempló el pequeño cadáver de su madre que descansaba en la fría cama”. Ese asomarse al origen, a la muerte, a lo que queda, al pasado, la llevará, solitaria, a una reflexión, vivencia o reminiscencias que las involucran a ambas, madre e hija; también al padre ausente; en la habitación, en papel, colgada, una copia desvaída del cuadro Ciencia y caridadpintado a los quince años por Picasso (no está allí porque sí, refleja la tonalidad de lo que ocurre).

Cuentos en que se profundiza en la existencia de cada una de estas mujeres, con una prosa clara, rotunda, que no se detiene en recursos estéticos, “literarios”, para ir directo a los hechos, a lo que hay y bulle en la historia de las protagonistas. En el “hondor” de lo que han vivido. Una visita querida y decidida “al mudo corazón del bosque” (Jorge Teillier), con pernoctación incluida, donde la mudez desaparece y el bosque recupera su voz.

“Otros fuegos ardían”, un breve, potente y bello libro que hurga en la vida profunda de cuatro mujeres, que sondea con decisión y agudeza en los conflictos, quiebres, reminiscencias y las resonancias que provocan las experiencias de la vida de sus protagonistas, con referencias a la historia de Chile de hace unas décadas y a la más reciente, de una original creadora, con el sello Radrigán.

Ficha técnica:

“Otros fuegos ardían”, Libros del Pez Espiral, Colección Narrativa Pez Dorado, Santiago, diciembre de 2023.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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