CULTURA|OPINIÓN
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Cultura y patrimonio en las universidades
Las universidades deben ser reconocidas como instituciones que dan confianza a la sociedad en la preservación del patrimonio. Su resguardo y cuidado permite que nuevas generaciones puedan conocerlo, valorarlo, investigarlo, y atraer a expertos que avancen en nuevo conocimiento.
Es relevante analizar el aporte de las universidades a la cultura y al patrimonio, en especial cuando se conoce que en la última Encuesta Bicentenario UC nuestras instituciones tienen una alta valoración y prestigio en la ciudadanía. La cultura, ha sido un tema de constante preocupación y aporte desde las universidades.
Esta se ha definido como el conjunto de valores, creencias, conocimiento, bienes espirituales y materiales de un grupo social que se transmite de generación en generación, en el que se incluyen la lengua, modos de vida, costumbres y tradiciones, entre otros. La cultura representa una visión del mundo, que define la forma de vida de las personas, junto a su identidad colectiva.
En el contexto de la crisis social y luego la pandemia, la palabra cultura estuvo muy presente también en sus diferentes acepciones. Aquella definida como expresiones artísticas, humanistas y sociales, se vio afectado fuertemente producto del confinamiento y del cierre de los espacios culturales. Esta ausencia temporal fue muy relevante para valorar su importancia en el bienestar del ser humano, para el desarrollo del espíritu y para el cuidado de la salud mental e integral de las personas. Más importante, a las universidades nos impulsó a cuestionarnos respecto de si estamos haciendo lo suficiente en favor del desarrollo cultural.
Las variadas acepciones descritas se relacionan con la forma en que la persona se vincula con su entorno, ya sea desde la perspectiva del conocimiento y sus tradiciones y también, en cuanto a ser miembro de un grupo social. Acercar el arte a la sociedad, formar nuevas generaciones de público, estudiar, cuidar y exhibir un legado cultural, es una tarea primordial para todas las universidades. Junto a esto, está el cuidado del patrimonio cultural, el que de acuerdo con la definición de la Unesco, “el patrimonio es la herencia que un grupo social le transmite a las nuevas generaciones, y que es lo que los caracteriza y hace únicos como sociedad”.
Este patrimonio cultural se ha ido forjando y encontrando un espacio en nuestro entorno al punto que en la actualidad su defensa y preservación han sido asumidos por la sociedad entera. En esto, sin duda las políticas de Estado han tenido un rol fundamental, pero también los impulsos por su salvaguardia que nacen desde las universidades y la sociedad civil.
El patrimonio es hoy un elemento de identidad y de cohesión social que ha cobrado gran relevancia a nivel internacional, por lo que desde hace años las agendas académicas han asumido un rol protagónico en su resguardo y difusión. Así también lo han entendido los intelectuales y artistas, junto a sus familias, que han comenzado a confiar estos bienes y legados en instituciones que puedan dar garantías de cara a su investigación, preservación y difusión en la sociedad.
Este es el caso de las universidades que, por una parte, consideran esencial resguardar los propios bienes materiales y culturales que le otorgan identidad y, por otra, es depositaria de bienes culturales que le pertenecen a la sociedad.
Al gran acervo cultural constituido por la riqueza de los propios campus y edificios —verdaderos enclaves patrimoniales construidos a lo largo de décadas— se suman también las bibliotecas y archivos, colecciones de libros, documentos, obras de arte, esculturas, pinacoteca, archivos teatrales y musicales, entre muchos otros, que constituyen un gran aporte al sistema universitario nacional e internacional, al país y a la cultura de nuestra sociedad.
Todo lo descrito busca educar y fortalecer el cuidado patrimonial al interior de la universidad, proyectando una cultura de valoración y cuidado de estos acervos en el país y la región. El trabajo que se ha realizado en las universidades destaca a la cultura como una labor fundamental y se orienta al servicio de la sociedad en el cuidado, preservación, investigación y difusión de su patrimonio.
Las universidades deben ser reconocidas como instituciones que dan confianza a la sociedad en la preservación del patrimonio. Su resguardo y cuidado permite que nuevas generaciones puedan conocerlo, valorarlo, investigarlo, y atraer a expertos que avancen en nuevo conocimiento.
Estamos convencidos que el arte y la cultura no son un agregado opcional en la formación de nuestros estudiantes, sino son esenciales para su desarrollo personal y social futuro. En este sentido, el patrimonio cultural de una sociedad vincula el pasado, el presente y el futuro, pues comprende el valor y la trascendencia de lo heredado y nos compromete a transmitirlo a las futuras generaciones. Este camino, es un gran aporte cultural de la universidad al servicio del país.
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