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El nuevo centro espacial nacional y la necesidad de una agencia espacial CULTURA|OPINIÓN Crédito: Cedida

El nuevo centro espacial nacional y la necesidad de una agencia espacial

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Héctor Gutiérrez Méndez
Por : Héctor Gutiérrez Méndez Ingeniero Civil Electricista, M.Sc. in Satellite Engineering (UK), Ingeniero Proyectos FASAT Alfa y Bravo, Ingeniero de Aseguramiento de Calidad del Proyecto FASAT Charlie, Coordinador Agencia Chilena del Espacio (2001-2008); Encargado Área Espacial SUBTEL y Coordinador Secretaria Ejecutiva Consejo de Ministros para Desarrollo espacial 2015 – 2018 (Mayo), Asesor Externo en materias aeroespaciales de Cámara de Diputados (2012), Director ONG Sociedad Especialistas Latino Americanos en Percepción Remota SELPER Chile
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El Gobierno entrante tiene la oportunidad de inaugurar un organismo público que pueda impulsar una política de Estado que deje a Chile en condiciones de generar nuevo conocimiento y obtener aplicaciones civiles de las imágenes satelitales recibidas y procesadas en el CEN.


Chile ha despertado con una histórica inauguración de un Centro Espacial Nacional (CEN) el recién pasado 22 de diciembre. Quizás muchos santiaguinos se preguntaban desde mayo del año pasado qué irían a construir allí. Ya se ha comunicado que seguirán los Centros Espaciales regionales en Antofagasta, Punta Arenas y ojalá siga Biobío.

Mucha prensa nacional y extranjera ya ha dado a conocer cuáles son los objetivos y funciones que tendrá este CEN y como el Ministerio de Defensa (MINDEF), a través de la Fuerza Aérea (FACH), está poniendo a disposición de todo el Estado una infraestructura tecnológica espacial satelital. Estaremos construyendo y/o integrando nano, micro y pequeños satélites de hasta 200 kg, dedicados principalmente a la observación de la tierra y, en alguna medida, a telecomunicaciones satelitales. Habrá espacio para todas las Universidades y emprendimientos públicos y privados que desarrollen investigación científica y tecnológica espacial.

Definitivamente, Chile se está ubicando a lado de las potencias espaciales regionales como Brasil, Argentina y México y no deja excluidos de su interés grandes proyectos como un Puerto Espacial o Constelaciones de navegación satelital complementarios a GPS, GALILEO y otras.

Ha sido evidente que el MINDEF a través de la FACH ha puesto en ejecución una visión de largo plazo referente al desarrollo espacial nacional, lo que se inició en 1980 con la implementación de una Comisión Asesora Presidencial denominada Comité de Asuntos Espaciales, con 2 objetivos primordiales: proponer una Política Nacional Espacial y elaborar un proyecto de ley para la creación de una Agencia Nacional del Espacio.

Posteriormente, a partir del año 1993, dio inicio oficialmente a un Programa de Desarrollo Espacial denominado como FASAT (Fuerza Aérea Satélite), basado en un microsatélite experimental y científico de 50 kg dedicado a la observación de la tierra, un experimento sobre la capa de Ozono (OLME), uno sobre GPS, uno de comunicaciones (Data Transfer Experiment) y uno para llegar a la comunidad escolar.

El autor de esta columna fue parte del equipo de ingenieros de la FACH y de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), compartiendo una visión común para objetivos de defensa y civiles. De hecho, la DGAC contribuyó también con recursos humanos y financieros, participando en la primera Maestría en Ciencias en Ingeniería Satelital en la Universidad de Surrey en Inglaterra con un Oficial de la FACH.

Y claro, también tuvimos que participar del tremendo bochorno que significó que el FASAT Alfa en su lanzamiento el 31 de agosto de 1995 no lograra separarse de su satélite “madre” debido a una falla de los mecanismos pirotécnicos de separación (principal y secundario).

Chile no estaba preparado para absorber una demora transitoria de su programa y fueron muchos los medios que se dedicaron al humor con este evento. No se consideró que esto es normal en proyectos espaciales. Tampoco se tomó en cuenta que, por lo mismo, estos proyectos comprometen pólizas de seguros, lo que nos permitió lanzar un nuevo microsatélite FASAT Bravo el 10 de julio de 1998, con una duración de casi tres años.

Tesoneramente la FACH siguió con su programa espacial y logró con sus propios recursos de Defensa el lanzamiento de un nuevo satélite de observación de la tierra el 16 de diciembre de 2011: el FASAT Charlie. El proyecto involucró la participación de profesionales civiles y de todas las ramas de las FFAA. Charlie tenía una vida útil teórica de 5 años y, gracias a la tremenda precisión de la puesta en órbita y a la excelente operación y mantenimiento orbital desde El Bosque, ha logrado ya una vida de 14 años.

No obstante, como Estado de Chile, en los aspectos civiles, hemos mostrado una débil voluntad política para acompañar a la FACH en sus esfuerzos de desarrollo espacial. Cuando falló la separación del FASAT Alfa, la FACH había presentado al Gobierno un completo proyecto de creación de una Agencia Espacial, incluida una Política Nacional Espacial, con estudios de recursos humanos y financieros. Pero claro, con ese antecedente, el proyecto quedaría archivado indefinidamente.

Cuando Chile firmó un acuerdo de cooperación en materias espaciales con Estados Unidos en 1959, se creó un Comité de Asuntos Espaciales en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, con una excelente infraestructura en Peldehue, la que se vendió posteriormente el 2008 a la Corporación Espacial de Suecia por unos 6 a 8 millones de dólares. Estaba siendo ya materia de gasto y no de inversión para el funcionamiento de una Agencia Chilena del Espacio.

Afortunadamente, de la venta de ese terreno y equipos con personal incluido, se dejaron algunos dólares para dar inicio al actual Laboratorio de Exploración Espacial SPEL que ya ha lanzado 4 misiones exitosas con nano satélites (SUCHAI y PLANTSAT) y teniendo otros en espera.

Cuando se lanzó el FASAT Charlie en diciembre de 2011, estaba en funcionamiento una Comisión Asesora Presidencial denominada “Agencia Chilena del Espacio” (ACE), con un presupuesto de unos 150 millones de pesos al año y una dotación de unos 10 profesionales, incluyendo algunos en comisión desde otros servicios. La secretaría ejecutiva de la ACE funcionaba en la Subsecretaría de Economía.

Por encontrarse una falla en el Decreto Supremo N°144 que la había trasladado desde el MINDEF, sencillamente, se devolvió la ACE a Defensa, sin haber mantenido algún presupuesto. A partir del 2014, se implementó una nueva Comisión Asesora Presidencial en la Subsecretaría de Telecomunicaciones del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), con 11 ministros integrantes y considerando un solo ingeniero satelital especialista, que se mantuvo hasta 2018.

Por su parte, el MINDEF a través de la FACH continuó con tesón, perseverancia y una clara visión en el uso de la tecnología espacial en el cumplimiento de sus funciones, implementando un gran proyecto satelital SNSAT por todos conocido. Rompió el esquema de solo ser compradores de tecnología, enviando profesionales para aprender de los fabricantes.

Ahora la misión es conquistar y desarrollar una soberanía tecnológica, ser capaces de fabricar e integrar nuestros propios satélites, testearlos, operarlos y solo dejando a otros países la provisión del lanzamiento. También incluye este programa desarrollar talento humano, para lo cual incluyó en su orgánica una Dirección Espacial bajo el mando de un General de Brigada y dependiendo del Estado Mayor General de la FACH.

Aún más, incluyó la creación de la carrera de Ingeniería Aeroespacial para todos sus pilotos y profesionales de la FACH con un acuerdo a 7 años licitado y firmado con la Universidad Adolfo Ibáñez el 18 de julio de 2024 con una inversión de más de 13.000 millones de pesos.

Estando ad portas del nuevo año y de un nuevo Gobierno, creo que es del todo necesario romper con la inercia que brindan las comisiones asesoras presidenciales en temas espaciales, que ya llevan mas de 45 años con diferentes integrantes: subsecretarios en la ACE, 11 ministros en el MTT y 6 ministros en el actualmente vigente Consejo de Política Espacial, presidido por el de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MINCIENCIA).

Este último organismo además interactúa con un Comité Ejecutivo Espacial que integran representantes de cada uno de los ministros del Consejo. Estas comisiones no tienen presupuesto, se reúnen unas pocas veces en el año y no tienen profesionales dedicados a tiempo completo en estos temas.

El 22 de julio de 2025, el Gobierno publicó la nueva Política Nacional Espacial. Se hace evidente la necesidad de establecer una organización gubernamental pública, como una Agencia Espacial, que se encargue de su revisión, actualización y modernización y que se desarrolle como un ente de Estado que representa a todo el país y no sólo a materias de defensa.

A continuación, algunas sugerencias para lograr un desarrollo espacial/satelital acorde con el desarrollo global y regional y para acompañar y dirigir los esfuerzos del MINDEF y la FACH:

– Reforzar el Comité Ejecutivo Espacial, presidido por un Especialista del Ministerio de Ciencias e integrado a lo menos por otros 4 funcionarios, con la tarea de asesorar al Comité y al Consejo y hacerse cargo de seleccionar el Proyecto de Ley de creación de una Agencia Chilena del Espacio de entre las alternativas existentes para ser enviado al Congreso Nacional, con un plazo de 9 meses.

– Proponer a la Presidencia de la República un Instructivo Presidencial que ordene a todos los Ministerios y servicios públicos, incluyendo la academia y las Empresas del Estado, para que se aseguren de utilizar al máximo la tecnología espacial/satelital en el cumplimiento de sus funciones, informando al Consejo de las iniciativas en curso y sus resultados.

– Disponer que el MINCIENCIA ponga a disposición de la ciudadanía un sitio web con todo el desarrollo del Programa Satelital nacional, incluyendo noticias del CEN y del SNSAT así como los ante-proyectos específicos en estudio tales como el Proyecto de Comunicaciones Satelitales, el de Navegación Satelital y el de un Puerto de Lanzamiento satelital para Chile. De igual forma, disponer que dicho ministerio publique los acuerdos intergubernamentales vigentes y en estudio en materias espaciales, así como el contenido de las sesiones de reuniones del Consejo de Política Espacial y del Comité Ejecutivo Espacial

– Instruir al MINCIENCIA avanzar en la incorporación de Chile a la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE).

El Gobierno entrante tiene la oportunidad de inaugurar un organismo público que pueda impulsar una política de Estado que deje a Chile en condiciones de generar nuevo conocimiento y obtener aplicaciones civiles de las imágenes satelitales recibidas y procesadas en el CEN, beneficiando a industrias claves como la minería y la agricultura y por supuesto hacerse cargo a nivel país de todas las necesidades a largo plazo de las telecomunicaciones, logrando el ansiado sueño de contar con un satélite en la órbita geoestacionaria que incluya requerimientos regionales.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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