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Propuesta de Nueva Constitución
Diego Pozo, el cerebro tras la tabla periódica de la nueva Constitución: “Mi sueño es que la impriman en la salas de clases, para que sea una guía para entender el texto” NUEVA CONSTITUCIÓN

Diego Pozo, el cerebro tras la tabla periódica de la nueva Constitución: “Mi sueño es que la impriman en la salas de clases, para que sea una guía para entender el texto”

María Arriagada
Por : María Arriagada Periodista de El Mostrador
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Es periodista, tiene 36 años, trabaja en el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) donde le toca divulgar contenido científico, y desde la infancia ha sentido la necesidad de “esquematizar el mundo”. Así lo hizo con la elaboración de un póster con los artículos de la constitución ordenados como si fueran los elementos de una tabla periódica. Su objetivo era construir un producto para que la propuesta constitucional no fuera tan difícil de digerir y que sirviera de índice para conocer el texto propuesto. “Más o menos a los ocho años hacía taxonomías de los dioses griegos, los hijos de Zeus”, describe. “Busqué un mapa de metro que tuviera 300 y tantas estaciones y groseramente copié el de Shanghai”, dice sobre su última creación, un plano con artículos en vez de estaciones.


“Siempre trato de explicar que la propuesta de nueva Constitución es un sistema. Mejor explicado aquí”, tuiteó la ex convencional Paulina Valenzuela el 24 de julio del grupo Independientes por una Nueva Constitución, compartiendo la última creación del periodista Diego Pozo, un mapa de metro con artículos en vez de estaciones. 

El periodista (36) se hizo conocido por la creación de una tabla periódica -en forma de poster y sin asistencia de abogados- donde se encuentran todos los artículos de la nueva constitución abreviados y separados por capítulos y subcapítulos. Según su creador es una especie de índice para enfrentarse al texto constitucional.

El tweet a través del cual la presentó contó con 3.069 retweets, 4.974 me gustas y 287 comentarios. “Fue la interacción más fuerte que he tenido con un tuit. Hasta ahora la cantidad de personas que han hecho click al enlace para descargar la tabla son 3.800 personas”, relata. Asegura que personas le han dicho que les “ayuda a defender las normas de la Constitución frente a otras personas, porque se puede llegar rápido a los artículos”.

Describe que el objetivo era crear una forma de representación visual que cupiera en un afiche para que el texto no fuera tan difícil de digerir y que de eso surgió la idea de hacer uso de una tabla periódica: “Me pregunté, ¿qué instrumento hace el trabajo de integrar muchos elementos, apretarlos y reducirles a una cosa legible de una sola pasada? Ahí se me vino a la mente la tabla periódica”. 

“Hay gente que no puede vivir sin la tabla de contenidos al principio de cada libro. Creo que a esa gente le sirve esta tabla, porque la Constitución no viene con un índice. Para las personas con una mente más estructurada como yo, quizás, le va a servir esto”, agrega.

Describe que fue su “formación profesional”, pero también “una característica que tengo desde chico, estoy siempre intentando organizar las cosas”, las razones que lo impulsaron a diseñarla.

El diagnóstico que hizo -dice- fue que “en Chile, y en la mayoría de los países del sur global, la lectura es poco común. Pensé que para la gente podía ser desafiante conocer el texto”.

Cuenta que además puso a disposición, a través de su Twitter la tabla en PDF y convocó a que las personas crearan contenidos más interactivos a partir de ella. Eso es lo que hicieron Xavier Le Baux, un estudiante de programación francés junto con un desarrollador de software  con una página web que a través de la tabla periódica se despliegan los artículos completos. 

De las repercusiones que ha tenido la difusión de la tabla explica que le impresionó es que se utilice en charlas, cursos, talleres. “Por ejemplo, un curso sobre la Constitución que está haciendo la Universidad de Chile, la entrega como material de lectura”. Relata que le han hecho saber que está pegada en las paredes de algunas universidades y que también le llamó la atención encontrarla impresa en la oficina de una de sus compañeras de trabajo, quien no sabía que era él quién la había diseñado. 

“Mi sueño es que la impriman en la salas de clases, para que sea una guía para entender el texto. Les puede servir como una ayuda de memoria. Cuando pasen por la sala y lean pueden descubrir que hay una defensoría de la niñez, igualdad sexogenérica, educación sexual. Se puede ocupar como herramienta de educación cívica”, explica. 

Su último invento es un mapa de metro con artículos en vez de estaciones. “Busqué un metro que tuviera 300 y tantas estaciones y groseramente copié el de Shanghai”, relata sobre la producción del producto. 

Explica que buscaba graficar que existe “una unidad tácita en el texto que no es directamente apreciable leyéndolo. Cuando uno está leyendo el artículo 300 ya se olvidó del 12 y su conexión. Ya que la lectura es un proceso de captación de la información lineal. El mapa del metro te permite descubrir que el texto no es un collage de reivindicaciones identitarias, sino que un intento de generar un texto armónico y conectado entre sí”. 

Fanático de las listas

El periodista licenciado en la U. de Chile y que trabaja en el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) donde estudian temas de biodiversidad, la conservación de especies, la desarrollo sustentable, estudió en el Liceo San Pedro Poveda en la comuna de Maipú del que salió con promedio 6.7 de cuarto medio. 

Hoy le toca divulgar contenido científico. “Es similar a cualquier contenido técnico como el de una Constitución. Está orientado con un determinado lenguaje, pero uno que se puede adaptar a mayores audiencias”, explica. 

“Soy fanático de las listas”, admite. “Hago tablas excel de puro ocioso, nadie me las ha pedido”, agrega. Y esquematizar información no es una necesidad nueva para él. Cuenta que le fascinaba la genealogía y que “más o menos a los ocho años hacía taxonomías de los dioses griegos, los hijos de Zeus. Siempre me ha gustado esquematizar el mundo. Yo no soy ni religioso, pero cuando chicó escribía, por ejemplo, la ascendencia de Jesús”. 

En un momento cuenta que tuvo la idea de hacer un podcast sobre comedias románticas: “Hice un listado de 600”. 

Reconoce que quiere hacer una tercera infografía, pero que por el nivel de trabajo y el poco tiempo que queda para hacerlo no quiere comprometerlo. Sin embargo, adelanta que se trataría de producir esquemas donde las personas pudieran entender esquemáticamente qué dice la Constitución de la educación, de la nacionalidad. “He pensado en un mapa que de acuerdo a las elecciones que vas clickeando se te abren distintos caminos”. 

Aunque en su perfil de Twitter tiene de portada una foto de un grupo de ex convencionales del colectivo Movimientos Sociales Constituyentes (MSC) con Bastián Labbé sosteniendo la propuesta constitucional, asegura que no tiene vínculos con ningún constituyente más que “afinidad política”. Sin embargo, relata que cuando inició el proceso constituyente le pareció “emocionante por el sentido histórico de ser una Convención elegida democráticamente”. 

Cuenta que para él la Constitución era una “cosa dada por hecho”, hasta que con más años, dijo que entendió los orígenes de la Carta Magna Actual. “Casi todas las constituciones en Chile se hicieron a través de una dictadura, o por el poder de la elite política. Nunca bajó al pueblo. En el momento en que comprendí la historia de la de 1980, dije `chuta esto no tiene que ver conmigo´, la viví con un desapego muy grande”. 

Explica que lo que más destaca de la propuesta constitucional es que “abre una ventana” a la democracia directa. “A mí me gustaría que la gente que adquiriera esta educación cívica para defender proponer y derogar leyes”. 

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