La secretaria de Estado anunció la compra de los aparatos antiguos por parte de Enel. La empresa, que provee a la mayoría de los clientes de la Región Metropolitana, dijo estar disponible para participar en una mesa técnica. En esta instancia, se pretende definir la modalidad para compensar a esos clientes: efectivo, descuentos en el consumo y otro sistema aún no zanjado. El Gobierno intenta así superar un tema que le ha costado caro en materia de aprobación ciudadana y que le abrió un foco político en el Congreso, donde este jueves se conformó una comisión investigadora. En horas de la tarde, CGE señaló que la mejor solución es reestudiar la puesta en marcha y el despliegue de esta tecnología [ACTUALIZADA]
Tras semanas de polémica por los “medidores inteligentes”, la ministra de Energía, Susana Jiménez, salió este jueves a comunicar una salida para un tema que ha representado todo un dolor de cabeza para el Gobierno, al punto que en la última encuesta Cadem se le sindica como el gran responsable de la abrupta caída de 7 puntos de Sebastián Piñera en la aprobación ciudadana, llegando a un 37%.
La polémica también ha generado todo un ruido político para el Ejecutivo, dado que en el mismo oficialismo hay voces que piden que el recambio de aparatos sea voluntario. Además, en la Cámara de Diputados la oposición ha ingresado una batería de proyectos de ley para revertir la obligatoriedad y este jueves fue constituida una comisión investigadora que tendrá el tema en la palestra por los próximos 120 días.
En este contexto, la ministra Jiménez sacó una carta bajo la manga y anunció que llegó a un acuerdo con Enel para que la empresa compre los medidores antiguos a quienes decidan hacer el cambio del aparato.
«Hemos conversado con todo el gremio y con todas las empresas, pero hoy día concretamente ya tuvimos el compromiso de la empresa Enel de avanzar en esta materia y nos vamos a juntar para definir cada uno de los detalles de cómo será esta compra de los medidores usados», dijo la ministra Jiménez.
Desde Enel -proveedor de la mayoría de los clientes en la Región Metropolitana-, oficialmente se comprometieron a sumarse a una mesa técnica, instancia donde se espera definir la fórmula para comprar los medidores a los clientes, como pretende el Gobierno, y si será en efectivo, descuentos en el consumo y otro sistema aún no definido. Sin embargo, otras fuentes de la industria señalan que la ministra pecó de entusiasmo al comunicar una compra que aún no está zanjada.
«Enel Chile comunica que se suma a la propuesta informada por la Ministra de Energía Susana Jiménez y manifiesta su total disposición a participar de una mesa de trabajo técnica que tendrá por objeto revisar el procedimiento de instalación de los medidores inteligentes», explicó Enel a través de un comunicado.
«El cambio a un sistema de medición inteligente es fundamental para la modernización de la red de distribución, estableciendo las condiciones necesarias para la digitalización del sistema eléctrico, de modo de avanzar hacia una red eléctrica cada vez más inteligente y con una calidad de servicio siempre mejor para nuestros clientes», agrega la declaración.
El cambio a la ley realizado el año pasado, estableció que, en un período de 7 años, todos los chilenos estaban obligados a usar medidores inteligentes. Sin embargo, las empresas de distribución eléctrica cargarán este cambio a la cuenta del cliente, y los medidores pasarían a manos de la empresa, lo que generó los reclamos de los usuarios.
La polémica también puso en la palestra a la ministra Jiménez, quien ha tenido evidentes problemas para posicionarse en la opinión pública a un año de asumido el Gobierno. De hecho, según la última encuesta Cadem que midió a los ministros, la secretaria de Energía se ubica en la parte baja del gabinete que no supera el 40% de conocimiento.
Ante este escenario, otra de las empresas eléctricas del país, CGE, reaccionó y señaló a través de un comunicado que «la mejor solución es reestudiar la puesta en marcha y el despliegue de esta tecnología mientras no exista el convencimiento generalizado de sus beneficios».
CGE agrega que la compra a los propietarios de los medidores actuales no es la solución de fondo a las inquietudes que plantea esta tecnología.
Conforme a la normativa vigente, la empresa reitera la importancia de reforzar la calidad de servicio y los indicadores de continuidad de suministro eléctrico mediante las inversiones en curso para un mayor robustecimiento y automatización en la red eléctrica.
Finalemente, la empresa manifestó su «total disposición a dialogar y conversar alternativas con los distintos actores, con el fin de avanzar hacia el servicio de calidad que esperan nuestros clientes con pleno respeto al marco jurídico existente».