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Economista asesor de Guaidó lanza dura advertencia a tenedores de bonos de Venezuela MERCADOS

Economista asesor de Guaidó lanza dura advertencia a tenedores de bonos de Venezuela

Miguel Ángel Santos, profesor en la Universidad de Harvard, dijo en una mesa redonda que el próximo gobierno de Caracas necesitará reestructurar aproximadamente US$157.000 millones de deuda externa «de forma agresiva», centrarse en un paquete de ayuda humanitaria y aumentar las importaciones para aliviar la escasez.


Un prominente economista venezolano que ha sido mencionado como posible futuro ministro de finanzas para el país suramericano emitió una dura advertencia a un grupo de administradores de dinero y estrategas reunidos en una firma de abogados de Manhattan el martes por la noche.

Miguel Ángel Santos, profesor en la Universidad de Harvard, dijo en una mesa redonda que el próximo gobierno de Caracas necesitará reestructurar aproximadamente US$157.000 millones de deuda externa «de forma agresiva», centrarse en un paquete de ayuda humanitaria y aumentar las importaciones para aliviar la escasez.

«Estamos estableciendo una estrategia para aislar y proteger los activos de Venezuela y garantizar que el dinero nuevo que llegue al país para financiar la reconstrucción no se use para pagar a los acreedores heredados», dijo en las oficinas en Nueva York de Pillsbury Winthrop Shaw Pittman.

Santos es miembro de un grupo de expertos en Harvard centrado en Venezuela y dirigido por Ricardo Hausmann, quien ha estado asesorando al líder de la oposición, Juan Guaidó, reconocido por EE.UU. como líder legítimo del país. Su mensaje, que estuvo ampliamente alineado con los comentarios anteriores de Hausmann, se dirigió a una multitud que incluía representantes de Goldman Sachs Asset Management, JPMorgan Chase & Co., Aurelius Capital Management, Gramercy Funds Management y MacroSynergy Partners.

Santos dijo que Venezuela probablemente necesitará entre US$60.000 millones y US$70.000 millones del Fondo Monetario Internacional, así como subvenciones extranjeras. Un plan para la mañana siguiente –en caso de que el régimen del presidente Nicolás Maduro finalmente sea depuesto en Venezuela– al que él y Hausmann han contribuido, resalta la necesidad de abrir la industria petrolera del país a la inversión privada y aumentar las importaciones a US$34.000 millones en el primer año bajo un nuevo presidente, en comparación con US$10.000 millones en 2018. En un escenario optimista, Santos afirma que dentro de cinco años, Venezuela podría producir 2,2 millones de barriles por día e impulsar el ingreso per cápita a los niveles de 1965.

«Haremos que el país salte desde 1947, que es donde estamos ahora, a 1965 en cinco años», asegura Santos. «Eso es mucho decir, pero también significa que gran parte del daño que se ha hecho es permanente».

Mientras Santos habló sobre un futuro gobierno venezolano, sus copanelistas en Pillsbury cuestionaron qué tan rápido ocurriría un cambio de régimen.

Cynthia Arnson, quien dirige el programa latinoamericano en el Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos en Washington, dijo que la idea de una transición política rápida es una ilusión. Es más probable que la administración Trump adopte una diplomacia silenciosa en lugar de sanciones secundarias a corto plazo, de acuerdo con Russ Dallen, socio gerente de Caracas Capital.

Según Santos, cuando finalmente se produzca una reestructuración de la deuda, la larga lista de acreedores de Venezuela, incluidos los tenedores de bonos, el gigante petrolero estatal ruso Rosneft, los chinos y ConocoPhillips podrían recibir un trato diferente. China podría aceptar un recorte al valor presente neto, según el profesor de Harvard.

«No he escuchado del repudio de la deuda», dijo Santos. «¿Queremos seguir vendiendo petróleo a China? Sí. ¿Queremos seguir importando productos de China? Estoy seguro de que lo haremos. ¿Queremos préstamos baratos por debajo de las tasas de mercado del Banco Chino de Desarrollo? Los queremos».

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