Ley de Pesca: la batalla para legitimar y aprovechar los beneficios económicos del mar chileno
Cumbre Pesquera El Mostrador: Subpesca, economistas y la industria debatieron sobre la pregunta clave: cómo regular un sector que mueve US$9.000 millones, pero que lleva una década atrapado entre la desconfianza, la concentración y un futuro que exige más competencia y legitimidad.
Una industria que genera miles de empleos, exportaciones millonarias y que coloca a Chile dentro del Top 10 pesquero del mundo sigue operando bajo un marco regulatorio cuestionado. Esa fue la premisa de una nueva Cumbre El Semanal de El Mostrador, donde se discutió el avance de la nueva Ley de Pesca y el impacto económico de un sector estratégico.
El debate reunió a Julio Salas, subsecretario de Pesca; Julio Peña, economista de Clapes UC y exintegrante del equipo que diseñó la ley original durante el Gobierno de Lagos; y Claudio Agostini, académico experto en mercados y competencia. Tres miradas que chocan, pero que también se necesitan.
El punto de partida fue reconocer el déficit de legitimidad de la ley vigente. Salas recordó que el marco actual nació en medio de los únicos casos de corrupción comprobada entre parlamentarios y empresas en el sector. Sin confianza –dijo– no hay adhesión a la norma y aumenta la pesca ilegal.
Desde la vereda económica, Peña puso presión: o se recupera la inversión o perdemos valor. Según él, hace ocho años que el sector no invierte y los excedentes se fueron a otros negocios, como el inmobiliario. “Estamos hipotecando crecimiento futuro”, advirtió.
Agostini fue directo: la industria necesita competencia real. La asignación histórica de cuotas –donde “el que tiene, mantiene”– frenó la eficiencia, la entrada de nuevos actores y la innovación tecnológica.
Pero en la cancha hay más jugadores. El mundo artesanal es diverso: desde los pequeños botes amarillos que representan un porcentaje importante de la flota, hasta naves semiindustriales que mueven el 80% de los desembarques sin asumir las mismas obligaciones laborales y tributarias.
La discusión legislativa avanza: 11 de 12 títulos están aprobados en la Comisión de Pesca, con un 60% de apoyo unánime. ¿Dónde está el nudo? Cómo asignar y distribuir las cuotas entre industria y artesanales, y si licitar –o no– los derechos.
A solo siete años de que venza el régimen actual (2032), la incertidumbre puede aumentar. “Si no se aprueba ahora, la próxima discusión será por licitación total”, alertó Salas.
¿El mar es de todos o de quienes tienen barcos e historia? ¿Derechos indefinidos para asegurar inversión o licitaciones públicas para recuperar rentas económicas del bien común?
La respuesta está en trámite. Pero lo que sí está claro es que Chile no puede perder la ventaja de la corriente de Humboldt… ni seguir postergando una industria que puede generar más empleo formal, mayor valor agregado y alimentos a menor costo.