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Opinión: La Reforma Tributaria y políticas de Innovación


Chile, al someterse a estándares como los de la OCDE, no sólo debe mirar sus estadísticas, sino también seguir las recomendaciones que la misma OCDE hace a sus países miembros y compara unos con otros.

Dentro de las políticas de recomendación de la OCDE para generar innovación para el crecimiento del desarrollo económico están:

• Centrarse de manera más estratégica en el papel de las políticas a favor de la innovación para generar un crecimiento más fuerte, menos contaminante y más justo.
• Ampliar políticas para promover la innovación, además de la ciencia y la tecnología para reconocer que la innovación implica una amplia gama de inversiones en activos intangibles y de participantes.
• Políticas de educación y capacitación adaptadas a las necesidades de la sociedad actual, para habilitar a la gente en toda la sociedad para que sea creativa, participe en la innovación y se beneficie de sus resultados.
• Mayor atención normativa a la creación y desarrollo de nuevas empresas y su papel en la creación de innovaciones claves y fundamentales, así como de nuevos empleos.
• Bastante atención al papel fundamental de la investigación científica para permitir la innovación radical y proporcionar los cimientos para la innovación futura.

Este último punto es clave, considerando que el capital humano es la esencia de la innovación. Preparar a la gente para innovar es una cultura que hay que educar por muchos años desde las pedagogías básicas hasta los estudios de doctorado, con planes de estudio que preparen a los estudiantes a aprender y aplicar nuevas aptitudes durante su vida. ¿Se parecen las políticas chilenas a las que sugiere la OCDE?

La propuesta de Reforma Tributaria que afecta el ahorro de las Pymes por la eliminación del FUT, deberán buscar alternativas al acceso al financiamiento, lo que ya es una limitación clave para la innovación provocada por los negocios, que es inherentemente riesgosa y quizá requiera un horizonte a largo plazo. Es por esta razón que la misma OCDE plantea tener y restablecer la salud del sistema financiero como una prioridad.

En el caso de Alemania, sus políticas de innovación se centraron en: impulsar innovación en las Pymes, crear centros de investigación sin fines de lucro con programas especiales de alto valor comercial y seleccionar ocho tecnologías estratégicas para su país con programas especiales de beneficios.

En el caso de Finlandia, se aplicaron políticas tomando en cuenta incluso la edad de su población con su respectiva proyección profesional y desarrollos sustentables. Su política de origen fue la educación primaria con los mejores profesores. Es decir, primero se preocuparon de tener esos profesores y, luego de eso, seguir con el resto. Esta política tampoco parece ser similar a las prioridades de nuestro país.

Un estudio de la CEPAL, recién publicado este año, analiza la importancia clave de que las políticas tengan un adecuado proceso de maduración entre los ciclos económicos y los ciclos políticos, de manera tal que los empresarios no tengan que partir de cero al momento de llegar un nuevo gobierno. Esto no es sólo importante por la adaptación del empresario a las nuevas políticas o sus modificaciones, sino que también lo es para cualquier gobierno que requiera analizar su retroalimentación, es decir, se requiere metodología continua en: marco analítico, objetivos, capacidad de focalización y coherencia e integración con los planes de desarrollo nacionales.

Se puede concluir que hay bastante de donde aprender e incluso copiar, ya que es más rápido que innovar en cuanto a las políticas para la innovación, pero es de esperar que sepamos mirar otros ejemplos y sugerencias de tales organismos.

Patricio Jarpa,
Gerente General de Nanotec Chile.

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