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Los candidatos deben proponer políticas energéticas claras y realistas


Gustavo Cáceres, profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez y consultor en energía

Para entender la problemática energética de Chile, primero es bueno hacer una pequeña revisión de su estado actual. Al presente en Chile existe una capacidad instalada total de más de 18,4 GW, donde el SIC aporta con 13,89 GW para una demanda máxima de aproximadamente 7 GW, el SING con 4,59 GW para una demanda máxima que no supera los 3 GW y los sistemas pequeños como el de Aysen y Magallanes con el resto. Esto nos da que el SIC y el SING son los más importantes, aportando con aproximadamente el 99% de la capacidad instalada.

De la capacidad total el 66% corresponde a fuentes tradicionales Térmicas tales como carbón, gas y diesel. A lo anterior se le suman los aportes de las grandes Hidroeléctricas de más de 20 MW, dando como total un 94,04% de capacidad instalada de Energía Convencional.

Para completar, el 5,96% corresponde a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), que corresponden a generación solar, eólica, mini-hidráulica (<20 MW), geotérmica y bioenergía. Según estudios del Centro de Energías Renovables (CER), al mes de junio, la capacidad total ERNC conectada a los sistemas eléctricos fue de 1.051 MW (1 GW), de los cuales el 41% corresponde a centrales a bioenergía, el 31% a mini hidráulica, 28% a parques eólicos y un 0,2% a plantas solares. Las centrales de bioenergía, que se componen de las plantas a biomasa y a biogás, tienen una potencia de 404,3 MW y 23,6 MW respectivamente.

Actualmente, existen 22 centrales en construcción, equivalentes a 407 MW, de los que se estima que aproximadamente 230 MW podrían ingresar a operación este año. Aquí surge la primera inquietud, ya que la meta propuesta para lograr el 20% de ERNC el año 2025 (la famosa meta 20/25) se necesitaría tener produciendo o conectados al sistema y con un PPA al menos 3,5 GW mas (total de más de 4,5 GW de ERNC inyectando a la red al 2025). Esta estimación viene del cálculo que si se espera que Chile siga creciendo a una tasa aproximada del 4,5%, la capacidad instalada debería aumentar en al menos 5 GW, llegando a tener un total de no menos de 23,5 GW. Siguiendo con las ERNC, imagínense que de los 5 GW que se deben aumentar, 3,5 GW deberían ser ERNC, lo que implicaría que de ahora en adelante, solo el 30% de las nuevas plantas generadoras deberían ser Convencionales ¿algún candidato ha establecido alguna estrategia para lograr esto, que con un primer análisis ya se ve muy complicado? Ni hablar del tema que la capacidad instalada, no es lo mismo que la demandada o generada, donde la demanda máxima histórica, de los dos últimos años, deja al menos 6 GW instalados libres, no digo necesariamente que sobran, porque todas las centrales deben producir un cierto porcentaje debajo de su máximo para evitar caerse o poder ayudar al sistema en la entrega de energía cuando alguna otra se caiga, pero seguro que un cierto porcentaje de esta capacidad ociosa se podría empezar a usar cuando sea necesario, la pregunta surge nuevamente ¿esto ayuda o no a la entrada de ERNC? También muchos se preguntan ¿Se podría optimizar el sistema y tener menos capacidad instalada sin uso?

Pasando a un tema más económico, la industria en Chile paga su energía eléctrica según Costos Marginales (CMg). Muchos conocen este concepto, pero prefiero enunciarlo para aquellos que no están acostumbrados a este lenguaje: El costo marginal corresponde al costo variable de la unidad más cara de generación operando en una hora determinada.

Según informes del CEDEC-SING, CEDEC-SIC y Generadoras de Chile, se puede observar que en el SIC el CMg promedio de los últimos meses está alrededor de 160 US$/MWh, llegando a pagar en algunos meses la altísima suma de más de 200 US$/MWh (ha llegado a tener valores de hasta 230 US$/MWh). En el SING, el CMg promedio está alrededor de 80 US$/MWh.

Debo aclarar que menciono valores promedios, para hacer un análisis fácil de entender, aunque sé que muchos expertos en este tema consideran que trabajar de forma simplista con promedios no lleva al mejor resultado, pero no es tarea de esta publicación entrar en los detalles, solo dar una visión global.

Siguiendo con el tema de costos y precios, queda claro que Chile está pagando uno de los precios por energía más altos del mundo y algunas veces el más alto de Latinoamérica, gracias a este sistema de CMg.

Si Chile desea seguir creciendo y llegar a ser un país industrializado y desarrollado, debemos compararnos con países de estas características. Por ejemplo informes para USA de la EIA (U.S. Energy Information Administration) dice que los costos de electricidad del 2013 oscilan en valores cercanos a los 110 US$/MWh, para Australia y New Zealand el valor promedio oscila entre 70 y 80 US$/MWh (Fuente: Transpower System Operator), incluso en UK que es un país caro, los clientes de la mediana y gran industria están pagando en promedio este año alrededor de 135 US$/MWh (Fuente: Department of Energy & Climate Change).

¿Qué proponen los candidatos cómo alternativas viables para bajar el precio de la energía? Con estos costos tan altos, Chile no va a lograr nunca llegar o mantener niveles competitivos en sus productos.
Los períodos presidenciales duran solo 4 años y sabemos que en nuestro país ese es un período muy corto para realizar grandes cambios, que son los realmente necesarios para resolver el problema de la energía, por lo tanto la o las políticas energéticas deben estar absolutamente establecidas y claras para cualquier candidato antes de que asuma la presidencia. Quien gane las elecciones deberá empezar a aplicar soluciones inmediatamente y no usar el primer año para pensar alternativas, porque en ese caso será un problema de nunca acabar.

Al parecer pronto habrá un nuevo debate público de Energía entre los candidatos, habrá que esperar si en el salen propuestas claras y realistas que solucionen el gran problema que nuestro país tiene.

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