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El día que dejamos atrás “100 años de derrotas”: hace 10 años Chile fue campeón de la Copa América DEPORTES

El día que dejamos atrás “100 años de derrotas”: hace 10 años Chile fue campeón de la Copa América

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El 4 de julio de 2015, Chile ganó su primera Copa América tras vencer a Argentina por penales en el Estadio Nacional. El penal de Alexis Sánchez, la conducción de Sampaoli y el despliegue de “La Generación Dorada” marcaron un hito histórico para el país.


Hace exactamente una década, el 4 de julio de 2015, millones de chilenos vivieron una jornada histórica que transformó para siempre la relación del país con su selección nacional. En un Estadio Nacional repleto, con más de 48 mil personas, Chile venció por penales a Argentina y obtuvo por primera vez en su historia la Copa América.

El penal picado de Alexis Sánchez, la atajada de Claudio Bravo, el despliegue de Arturo Vidal y Gary Medel, la garra de Jean Beausejour y Gonzalo Jara, y la conducción táctica de Jorge Sampaoli, quedaron registrados como parte de una gesta inolvidable. Cada gesto, cada jugada y cada emoción de ese partido se transformaron en símbolo de un país que, por fin, dejaba atrás “100 años de derrotas”.

El título no fue solo un logro deportivo. Para muchos, representó una reivindicación tras décadas de frustraciones, convirtiendo a “La Generación Dorada” en sinónimo de orgullo. Chile dejó de ser la eterna promesa y se convirtió en campeón, conquistando no solo América, sino también el respeto del mundo futbolístico.

En todo el país, desde Arica hasta Punta Arenas, y especialmente en ciudades como Antofagasta, las calles se llenaron de caravanas, banderas y celebraciones espontáneas. Hubo lágrimas, abrazos entre desconocidos, cánticos y una euforia que pocas veces se ha repetido en la historia reciente. Esa noche, el país entero gritó “¡Chile campeón!” con un orgullo inédito.

El camino al título fue impecable. Chile debutó con un 2-0 ante Ecuador, con goles de Vidal y Vargas. Luego, empató 3-3 con México y goleó 5-0 a Bolivia, cerrando como líder del Grupo A. En cuartos de final, venció 1-0 a Uruguay con un gol de Mauricio Isla, en un partido tenso y cargado de historia. En semifinales, superó a Perú 2-1 con un doblete de Eduardo Vargas, elegido figura del encuentro.


La final contra Argentina fue una batalla de 120 minutos sin goles. En la tanda de penales, Chile fue implacable: convirtieron Matías Fernández, Vidal, Aránguiz y Alexis Sánchez, quien cerró la serie con una definición tipo “panenka”. Claudio Bravo, por su parte, atajó el penal de Ever Banega y consagró el triunfo por 4-1.

Ese título, el primero en 99 años, marcó un antes y un después. A una década de aquella hazaña, el legado sigue vivo. Muchos de sus protagonistas aún compiten en alto nivel; otros ya dejaron su huella imborrable. Pero la memoria de esa noche sigue presente en la identidad colectiva del país, como uno de los hitos más significativos del deporte chileno.

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