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“Caballero de Chile”, de Joaquín Trujillo: la historia de un hombre que vio lo que nadie podía ver

María José Quesada Arancibia
Por : María José Quesada Arancibia Licenciada en Filosofía. Coordinadora general en El Mostrador
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Con un ritmo narrativo ágil, en que cada capítulo es un breve relato episódico, la trama -encarnada por Carlos- se entremezcla con la historia de Chile de los últimos 53 años.


“Esta es la historia de un hombre confundido por causa de algo así como la justicia. Un hombre tan confundido que vio aquello que nadie podía ver o, tal vez, que nadie quería ver”.

Este párrafo lo encontramos al iniciar la lectura de “Caballero de Chile” de Joaquín Trujillo, novela publicada en 2023 por editorial Katankura.

Este breve extracto nos entrega una idea de cómo es Carlos, el protagonista de esta novela, pieza literaria que también tiene “tintes de fábula y ensayo”, como comenta el abogado y doctor en filosofía Hugo Herrera en la contratapa.

El escritor, investigador del CEP y académico de la Universidad de Chile, Joaquín Trujillo, utiliza un formato ameno para presentar esta historia. Con un ritmo narrativo ágil en que cada capítulo es un breve relato episódico, la trama -encarnada por Carlos- se entremezcla con la historia de Chile de los últimos 53 años. Escenas de la Unidad Popular, del golpe de Estado y el estallido social de octubre del 2019, son los escenarios de esta historia.

Los acontecimientos en esta obra están marcados por una vivencia que está constantemente en el límite entre la realidad y la fantasía. Tal como Don Quijote, -a quien Carlos consideraba un desquiciado en su época colegial-, el protagonista se empecina en ser un verdadero caballero, guardián de un ideal y un determinado deber ser permanente, el que, como revela esta historia, está en oposición al tipo de vida de su tiempo.

Carlos además no se consideraba un idealista, sino más bien totalmente realista. Decía que “los caballeros creían en las proezas del cuerpo”.

Obsesionado con el Santo Grial (la copa en la que Jesús bebió su propia sangre) y los caballos, la energía vital de Carlos se fragua con los mandatos de un padre alcohólico, quien además tenía la tesis de que el golpe de Estado en realidad había sido un autogolpe de los comunistas para alcanzar al fin la dictadura del proletariado.

Cuando su padre estaba borracho, y aquí el disfraz que le permitía vestir la realidad, se lo imaginaba bebiendo su propia sangre y a él siendo el custodio del Santo Grial.

Otros personajes que transitan alrededor de la vida de Carlos son: Carlota su madre, Luis, quien aparece en la época colegial y lo acompaña/atormenta hasta su vejez, un gato y las dos Carolinas, madre e hija religiosas a quienes este caballero intenta por todos los medios cuidar.

Sobre este último punto, cabe mencionar cierta ternura, ingenuidad e inocencia presente en distintos episodios de la novela, principalmente relativos a escenas con mujeres que de alguna manera marcaron su vida.

Por ejemplo en su época colegial el respeto por las mujeres era tal que las trataba de usted. Había una con la que se prestaban los lápices de colores y es muy delicado cómo el autor logra plasmar esa complicidad. Asimismo, en la UP una muchacha le regala un pan en el contexto de las largas filas que se hacían para conseguirlo, o luego cuando en dictadura trabajó en una cristalería y veía pasar a una mujer tras cientos de vasos que después desapareció.

Carlos además chocaba con la realidad y su ideal de convertirse en un caballero.
No podría ser jinete por lo alto y tampoco pudo entrar a la Escuela de Oficiales por tener pie plano. Sin embargo, insistía en construir está identidad caballeresca y armaba su mundo con ensoñación y fantasía. Así, cuando trabajaba en la fábrica de cristales hace la metáfora con el Santo Grial, pensaba que mientras más copas hubieran, se mantendría a salvo el secreto.

La voz del padre pesa en la vida de Carlos aun después de que muere, en cada decisión y experiencia está presente. No logra vincularse y vive ajeno al mundo, sin estar seguro qué es real y qué no.

Hay episodios en que se acentúan las cavilaciones: “Pensaba una y otra vez en esa copa fantasiosa, en los caballos que nunca había montado, en eso que no era realmente y en el hecho indesmentible de que el mundo era tan distinto”.

En un momento se aferra a la idea de que el mundo está en manos de los comunistas, pero no le calza con el discurso de Luis y lo que le toca realizar durante la dictadura. Mira las cosas de manera distinta, así es como llega a viejo observando las protestas del estallido y con las dos Carolinas presentes.

Este libro es corto pero intenso y en cada capítulo se dice mucho, hay que leerlo en entre líneas.

Hay guiños a obras y personajes, claramente está presente el Quijote y tal vez también el caballero Armando Uribe, el título “Caballero de Chile” se diferencia a uno del poeta solo en una “s”: “Caballeros de Chile”.

“Caballero de Chile” tendrá una segunda presentación. La novela fue lanzada por primera vez en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile en noviembre del 2023, presentada por el decano Pablo Ruiz-Tagle, el novelista Gonzalo Contreras, y el doctor en literatura Felipe Toro. Y próximamente, el martes 19 de marzo de este año, será comentada por el escritor Arturo Fontaine Talavera. Más detalles lo podrán encontrar oportunamente en las redes sociales de Editorial Katankura.

 

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