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Gobierno cubano reitera que disidentes son «mercenarios» de EEUU

La administración de Raúl Castro respondió así a la reacción de Washington frente a la forma en que se disolvió en La Habana una manifestación de las «Damas de blanco», que son familiares de presos políticos en la isla.


El gobierno cubano insistió este jueves en su acusación de que los disidentes son «contrarrevolucionarios» y «mercenarios» al servicio de un «plan subversivo» de Estados Unidos, del que son «punta de lanza» las Damas de Blanco, familiares de 75 presos políticos apresados en 2003.



Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, publicado por medios de prensa de la isla, todos oficiales, rechaza otro emitido por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana que «deploró» la represión de un intento de protesta de las Damas de Blanco el lunes pasado.



Para el gobierno cubano, aquel intento de protesta pacífica de una decena de mujeres, para pedir la liberación de sus familiares presos, fue un intento de «elementos contrarrevolucionarios de realizar una provocación burda y descarada en los alrededores de la Plaza de la Revolución».



Según el Ministerio cubano de Exteriores, el comunicado de la Sección de Intereses de EEUU es «una prueba irrefutable de la complicidad del gobierno norteamericano con el aliento a la subversión» en la isla, al solidarizarse «con los mercenarios al servicio de la superpotencia imperial».



El documento acusa a Estados Unidos «de fabricar y promover estas y otras provocaciones contrarrevolucionarias y las consiguientes campañas mediáticas contra Cuba».



Agrega que EEUU «ha decidido intensificar su plan subversivo, en virtud del cual, solamente entre los años 1996 y 2006, suministró a la contrarrevolución interna 385.000 libras (175.000 kilos) de medicinas, alimentos y ropa; más de 23.000 radios de onda corta; así como millones de libros, boletines y otros materiales informativos».



La nota atribuye esos datos a un informe publicado el 15 de noviembre de 2006 por la Oficina de Auditoría del Gobierno de los Estados Unidos (GAO).



«Solo en el presente año 2008 -continua-, el gobierno de los Estados Unidos dispone de 45,7 millones de dólares para pagar a sus grupos mercenarios en Cuba y para montar provocaciones».



«Este monto forma parte de la factura total de 116 millones que habrán sido destinados durante la administración de (el presidente George) Bush para alimentar la industria de la subversión y la contrarrevolución interna en Cuba a expensas del contribuyente norteamericano», añade el documento del Ministerio de Exteriores.



El comunicado asegura también que la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana (SINA) «ha fortalecido su papel como Estado Mayor de la contrarrevolución interna».



«En el periodo comprendido entre enero y marzo de 2008 -prosigue-, la SINA ha brindado acceso a los servicios de Internet, ‘cursos de computación’ y de ‘periodistas independientes’ a sus cipayos en Cuba; les ha suministrado de forma incesante todo tipo de bienes, incluyendo equipos electrónicos, pegatinas, pullovers y literatura con contenido subversivo».



«Uno de los grupúsculos que ha sido particularmente apadrinado, respaldado y financiado por la SINA es precisamente el de las llamadas ‘Damas de Blanco’, elegido en estos momentos por el presidente George W. Bush y sus servicios especiales, como punta de lanza contra Cuba», dice el comunicado.



«Cuba reafirma su derecho a impedir, neutralizar y responder a estas acciones provocadoras concebidas, financiadas y estimuladas por el Gobierno de los Estados Unidos y su Sección de Intereses en La Habana», agrega el documento para justificar la represión de un intento de protesta pacífica de una decena de mujeres.



EFE

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