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La relativa Seguridad Económica de APEC

Andrea Lodeiro
Por : Andrea Lodeiro Directora de AAinteligencia.cl
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Entre los días 2 y 9 de septiembre se desarrollará en Vladivostok, Rusia, una nueva cumbre anual del Foro de Cooperación Económica para Asia Pacífico (APEC). Se trata del más importante organismo de carácter no vinculante orientado a producir beneficios económicos tangibles para las economías que lo integran, mediante la promoción del comercio libre, abierto, cooperativo e inclusivo; llevando adelante lo que se conoce como las Metas de Bogor (que consisten en alcanzar el comercio e inversiones abiertas y libres en el 2010 para las economías industrializadas, y en el 2020 para las economías en desarrollo).

Para Chile, este foro es altamente importante por varios motivos. Desde que se incorporara en 1994, la región Asia Pacífico ha significado materializar sus expectativas de desarrollo, convirtiéndose en el principal destino de nuestras exportaciones lideradas por el cobre, del cual Chile es el productor principal. En el marco de un conjunto de relaciones, nuestro país es una de las naciones con más acuerdos comerciales en el mundo, con casi 60 tratados, los más importantes son los suscritos con varios miembros del APEC como Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Brunei, Singapur y Nueva Zelanda, que representan cerca del 60% de la inversión extranjera directa durante la última década. Por esta razón, la región Asia Pacífico es fuente de preocupación constante de la defensa de nuestros intereses, ante lo cual, el rol de APEC en temas de Seguridad Económica, resulta ser una materia ineludible.

APEC, podríamos decir, es una medida de Seguridad Económica adoptada por los países industrializados de la región Asia Pacífico, de manera de potenciar sus capacidades, guiados por principios económicos comunes. Esto ocurre de manera independiente a los temas de seguridad internacional, aunque su creación en 1990, contribuyó a dar una mayor estabilidad a la región, que para la época percibía varias incertidumbres producidas por el fin de la Guerra Fría. Este es un contexto importante y determina sus primeras bases de integración. Luego, su perfil y sus logros se fortalecerían en el sistema internacional, generando expectativas positivas y en consecuencia mayor influencia en el sistema internacional. Actualmente, con la crisis económica que azota a Europa, el desempeño económico de región es percibido como un salvavidas, para paliar las consecuencias entre sus integrantes. No obstante, el escenario regional se ha tornado complejo y cada vez se hace más difícil garantizar el equilibrio económico en medio de las ingentes tensiones que se producen entre las potencias.

Pese a que año a año, en las reuniones de líderes de APEC suelen primar las consideraciones económicas por sobre los conflictos interestatales que abundan en la región, en esta ocasión gravitan problemas de seguridad altamente relevantes para el equilibrio regional, como lo es el resurgimiento de la disputa territorial entre Japón y China por las islas Senkaku (en japonés) o Diaoyu (según China), conflicto que en 2010 significó que China paralizara sus exportaciones de metales raros hacia Japón, poniendo en riesgo sus acuerdos comerciales. A este conflicto se suman las tensiones entre China y Filipinas por las islas Zhongsh y entre China y Vietman por las prospecciones petrolíferas en aguas reclamadas por China. Asimismo, otros escenarios son preocupantes y que se dan en el contexto de las políticas de defensa unilaterales, en donde bajo los argumentos de proteger las rutas comerciales marítimas, las potencias como China, Japón, Rusia y EE.UU. han incrementado su presencia militar en dicha área. Pero los teman no culminan allí, la impronta del TPP (Trans- Pacific Partnership) acuerdo comercial que se discute al alero de APEC y que más allá de sus obscuras obligaciones para controlar Internet y el secretismo de las negociaciones, es una expresión económica compleja de la que se ha marginado China y otros países asiáticos, que lo interpretan como un pivote impulsado por EE.UU. para frenar su crecimiento. Esto ha dado paso a la creación de nuevos pactos económicos subregionales que suponen una pugna por el área comercial entre quienes se ubican en la cuenca del Pacífico y entre quienes habitan Asia Orienteal.

Es así que APEC se desarrollará este año en medio de aguas turbulentas. Siendo un eje que integra ambos lados del pacífico, ya existen demandas porque defina una nueva cosmovisión de Seguridad Económica que atienda este tipo de situaciones, que ponen en jaque los avances económicos generados con sus iniciativas. Para Chile, que es miembro de APEC e integra el TPP y la Alianza del Pacífico, desde luego, éste es un desafío que debe encarar desde ya, con altura de miras y con una prospectiva que le permita avanzar, sin quedar entrapado en un escenario cada vez más incontrolable.

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