Proyecto de elección de Cores: consagración encubierta del centralismo político
Señor Director:
La Sala del Senado se pronunciará hoy martes 2 de abril sobre el proyecto de ley que dispone la elección popular de consejeros regionales (CORES), según lo dispone la Constitución desde 2009 que en su artículo 113 señala que el consejo regional, órgano normativo, resolutivo y fiscalizador deberá estar integrado “por consejeros elegidos por sufragio universal en votación directa”. Agrega que la ley deberá cuidar que “tanto la población como el territorio de la región estén equitativamente representados”.
El proyecto de ley presentado por el Gobierno, aprobado por la Cámara de Diputados, hace realidad un mandato constitucional de hace cuatro años. Aparentemente, dicha iniciativa constituye un paso significativo en el proceso de descentralización y profundización de la democracia, sin embargo, ello no es así.
Desde un punto de vista electoral propone un sistema electoral proporcional, con posibilidad que las candidaturas suscriban pactos y subpactos, y votación nominal (por candidato, no por lista).
Para cada región, se determina un número de consejeros vinculado al total de sus habitantes. Una vez determinado ello, la mitad de los CORES que elige cada región se divide en partes iguales entre sus provincias. La otra mitad se distribuye entre las provincias en proporción (a pro rata) del número de habitantes.
Hasta aquí se cumple el mandato constitucional y no hay modificaciones respecto de lo existente, pero el proyecto trae “letra torcida”, para afectar la desconcentración del poder.
La iniciativa legal propone que las provincias que tengan más de 500 mil habitantes se dividan. Así, la Provincia de Valparaíso se divide en 2 circunscripciones, la de Santiago en 6, la de Cachapoal en 2, la de Concepción en 3 y la de Cautín en 2. De esta forma en los territorios más poblados no habrá representación de las minorías. Por ejemplo, en la circunscripción más poblada, Santiago Centro, con 926.276 habitantes, se elige a cuatro consejeros mientras que en Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Elqui, Talca y otras provincias eligen entre 7 y 10 consejeros cada una.
Tan grave como lo anterior es que la conformación del mapa electoral propuesto para la elección de consejeros regionales se aparta de la división político administrativa del país, incurriendo en el mismo error (vicio) que las circunscripciones senatoriales o los distritos que eligen diputado.
Si hubiera voluntad de respetar la división provincial y no hubiera divisiones antojadizas, Valparaíso debiera elegir 9 consejeros, Cachapoal 12, Concepción 14, Cautín 15 y Santiago 22. Más aún, la propuesta, al no estar fundada dentro del proyecto de ley, contiene elementos propios del denominado “gerrymandering” o traje a la medida.
¿Con qué fundamento la 4ª circunscripción provincial de la Provincia de Santiago está constituida por las comunas de Ñuñoa, Providencia, Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea y La Reina? ¿Por qué la 5ª circunscripción provincial la conforman Peñalolén, La Granja, Macul, San Joaquín y La Florida? ¿Por qué comunas que conforman un distrito para las elecciones de diputados (La Reina y Peñalolén) se separan para efectos de la elección de CORES? ¿Por qué razón Cerro Navia forma parte de la 1ª circunscripción provincial para la elección de CORES y Quinta Normal y Lo Prado, sus compañeras en el Distrito 18 que elige diputados integran la segunda circunscripción provincial?
En una misma elección (parlamentarios y CORES se elegirán el 17 de noviembre próximo) las bases territoriales serán diversas, atentando contra uno de los principios básicos de la democracia: la participación informada de la ciudadanía.
El proyecto de ley contiene una consagración encubierta del centralismo político, porque no hay voluntad de crear centros de poder en las provincias más pobladas, las que se dividen de manera artificial debilitando su representatividad, y porque se hace coincidir su elección con la presidencial y parlamentaria, excluyendo la variable local que sí se expresa en las elecciones municipales.
Esperemos que el Senado de la República esté a la altura para responder a los intereses de la patria y no tuerza la voluntad expresada en la Constitución.
Marcelo Trivelli
Ex intendente metropolitano