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Elección directa de los gobernadores regionales

Jaime Pilowsky
Por : Jaime Pilowsky Diputado, miembro de la comisión de Deportes de la Cámara.
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Particularmente desde 2011, la confianza en las instituciones ha caído de manera acelerada. En un contexto de ciudadanos más informados y críticos, y con medios de comunicación más audaces y valientes en su rol de denuncia, la tarea para establecer un punto de inflexión e iniciar un proceso de mayor valoración de la actividad pública requiere de urgente innovación.

 La eficiencia y cercanía puede incidir fuertemente en la confianza. Las instituciones que hacen bien su trabajo son reconocidas por los ciudadanos. En la última encuesta de la UDP, los municipios figuran en cuarto lugar tras Carabineros, radios y Fuerzas Armadas. Partidos y Congreso aparecen al final del ranking. El hecho de que los gobiernos locales gocen de mayor confianza que el gobierno nacional, conduce a pensar que en el nivel subnacional hay cierto espacio para cultivar debilitados lazos de confianza.

 El proyecto para elegir popularmente gobernadores regionales apunta en esa dirección. En la actualidad son varios los problemas de las autoridades regionales: carecen de legitimidad popular, pues son designados por el Presidente de turno, a diferencia de su Consejo Regional que sí goza de ésta, lo que es una contradicción política insoslayable; una baja duración, de 2.2 años en su cargo en promedio, lo que obstaculiza cualquier estrategia de desarrollo de largo plazo para las regiones; no tienen la fuerza ciudadana para negociar con el poder central; y por último, no tienen autoridad sobre los servicios públicos desconcentrados, con la imposibilidad de dirimir en conflictos locales.

 Elegir directamente a los gobernadores reavivará la relación entre cada región y sus habitantes, quienes podrán ejercer accountability y evaluar periódicamente la gestión de su autoridad. El sistema en el papel pretende ser equilibrado, con un gobernador que deberá rendir cuentas ante sus electores y el poder central. Adicionalmente, tendrá a su lado al representante del Presidente en la región: el delegado presidencial. En consecuencia, el gobernador tendrá los contrapesos suficientes. Por último, si de recursos se trata, la inversión regional que podrá manejar el gobernador y que subirá del 8% al 25%, deberá ser acordada con el Ejecutivo.

[cita tipo=»destaque»]Si los gobernadores regionales realizan una buena gestión y acercan a la ciudadanía a la toma de decisiones, es esperable que estos alcancen figuración nacional. Por tanto, los nuevos liderazgos provendrán también de las regiones[/cita]

  Si los gobernadores regionales realizan una buena gestión y acercan a la ciudadanía a la toma de decisiones, es esperable que estos alcancen figuración nacional. Por tanto, los nuevos liderazgos provendrán también de las regiones.

 En definitiva, el servicio público significa entregar soluciones, eficaces, eficientes a los ciudadanos, de manera que vayan, constantemente, mejorando su calidad de vida. Responder a las demandas de los chilenos y chilenas, muchas de las cuales son particulares a los territorios en los que viven, requieren que el poder resolutivo esté cercano.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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