Señor Director:
El viernes 12 de febrero de 2016, usted publicó en su medio de prensa una nota periodística, titulada “Despedido superintendente de Casinos dispara contra Hacienda: ‘La relación diaria desde el principio no fue buena’”, en la que me alude directa e injustamente. En ella se mencionó mi calidad de profesor de la Universidad de Los Lagos, lugar donde también se desempeñaba el Ex Superintendente de Casinos y Juegos y uno de los Jefes de División de la misma Superintendencia, dando a entender que ese hecho habría sido la única justificación de mi contratación en dicho Servicio. Hoy ya alejado de dicho Organismo Público, le solicito que la verdad sea dicha, pues mi vocación por la docencia se remonta a mi época de estudiante universitario cuando junto a mis compañeros acudíamos a los campamentos cercanos a Concepción a ayudar a los hijos de los pobladores en sus tareas escolares, acciones que siguieron a diversas capacitaciones en la comuna de Renca mientras realizaba mi práctica profesional en dicha comuna. Posteriormente y obtenido mi título profesional, fui durante largos años profesor en Fundaciones e Institutos. Fueron esas y no otras, las razones que me llevaron a aceptar la oportunidad de hacer clases en la Universidad de los Lagos.
Ahora, con respecto a mi trabajo en el Instituto Nacional de la Juventud durante el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, debo decir que este duró un poco más de seis meses, y que fue en el gobierno siguiente cuando llegué al tope de la escala profesional de dicho Servicio.
De la misma forma fue por mis méritos funcionarios que se me invitó a formar parte de otras dos instituciones públicas en donde también llegué a los respectivos topes de sus escalas profesionales. No puedo dejar de mencionar que su medio de comunicación hizo presente que “los nuevos abogados de la Superintendencia” dentro de los que se me incluía, no habíamos ingresado por concurso público. Pues bien, son muchos los funcionarios que, sin concurso, han ingresado a un Servicio Público en calidad de contrata profesional, eso no tiene nada de irregular, sin embargo, debo decir que este reportaje selló la suerte de esos tres profesionales, que con ausencia absoluta de irregularidad, fuimos nombrados en el mes de enero de este año.
Que con posterioridad a su publicación experimenté una serie de hostigamientos, que sumado a la más absoluta ausencia de rigor administrativo en las tareas de la Superintendencia, me llevaron a denunciar estos antecedentes a todos los Organismos de Gobierno, que son o pudiesen ser competentes, lo que fue publicado en otro medio de comunicación social. Cabe mencionar que estos hechos fueron negados públicamente por el Nuevo Superintendente, don Daniel García Fernández. No obstante, tres días después de esta publicación resolvió poner término a mi relación con la Superintendencia.
Cabe indicar que el argumento respecto de la supuesta ilegitimidad de nombramiento no tiene cabida legal ni ética, por cuanto no debemos olvidar que quien lo cuestiona, jamás ha participado en un concurso para llenar una vacante en la Administración Pública, es más, todo el nuevo equipo que se integró a la Superintendencia a su llegada, lo fue con prescindencia de un proceso concursal. De hecho, el mismo nuevo Superintendente llegó en el año 2014 a la Subsecretaria de Hacienda, ostentando un cargo que por lejos superaba la remuneración de su antecesor y sin concurso.
Finalmente Señor Director, cabe destacar que son de público conocimiento las intervenciones de la Subsecretaria de Hacienda, tanto en la Superintendencia de Casinos de Juegos como en el Servicio Nacional de Aduanas, pero cabe preguntarse, ¿quién era la persona que estaba a cargo de la Coordinación de los Servicios relacionados de la Subsecretaria de Hacienda, es decir, aquel que controlaba que en los Servicios no se produjesen situaciones que significasen un retraso o una irregularidad? Bueno señor Director, era el mismo que hoy es premiado con la designación de Superintendente Transitorio y Provisional.
Es por todo esto que he decidido iniciar acciones legales en contra de la Superintendencia de Casinos de Juegos por su actuar ilegal y arbitrario.
Raúl Retamal Gajardo, Abogado
