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No repitamos los mismos errores (II)

Hugo Mena K
Por : Hugo Mena K PhD Economía
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El 26 de abril de este año publiqué un artículo en El Mostrador bajo el mismo título. Hoy, pasado poco más de seis meses, con la elección presidencial ad portas, dicho artículo recobra vigencia con la discusión acerca de la estrategia política a seguir por parte de las fuerzas políticas agrupadas en candidatos y candidatas presidenciales que se enfrentan al candidato que aparece primero en las encuestas, Sebastián Piñera, en una muy probable segunda vuelta. A continuación, resumo y re contextualizo algunas de las reflexiones en dicho artículo.

Una de las razones que explican la deficiente gestión del actual Gobierno de Bachelet, particularmente en el ámbito de las reformas tributaria, laboral y educacional, es el rol secundario – técnico y político – que tuvo la DC en el diseño e implementación de tales reformas. A su vez, la dificultad para ponerse de acuerdo en estos (y otros) proyectos de ley al interior de la NM durante este Gobierno es un reflejo de cinco cuestiones: (a) la insuficiente antelación con que se conoció el Programa de Gobierno de la (entonces) candidata a la presidencia, Michelle Bachellet; (b) el excesivo nivel de generalidad de dicho programa de gobierno; (c) la falta de realismo en la factibilidad de implementar las diferentes políticas públicas allí contempladas dentro de un período acotado de tiempo, aunado a la ausencia de una clara priorización de tales políticas; (d) una insuficiente participación de las distintas fuerzas políticas de la NM en el diseño de dicho programa; y (e) la carencia de un consenso político mínimo en el diagnóstico económico, social y político que representaba el punto de partida del nuevo gobierno de Michelle Bachellet. Dicho diagnóstico compartido debiese haber incluido una evaluación de los Gobiernos de la Concertación.

[cita tipo=»destaque»]La discusión actual respecto al candidato presidencial a apoyar en la eventual segunda vuelta por parte de la NM y FA está dotada de un vacío programático preocupante, que, de validarse, llevará inexorablemente a cometer los mismos errores anteriormente comentados.[/cita]

La discusión actual respecto al candidato presidencial a apoyar en la eventual segunda vuelta por parte de la NM y FA está dotada de un vacío programático preocupante, que, de validarse, llevará inexorablemente a cometer los mismos errores anteriormente comentados. Para que un conglomerado política e ideológicamente heterogéneo pueda gobernar responsablemente un país no basta con ganar una elección presidencial, se requieren acuerdos políticos transversales fundamentales en el programa de Gobierno. ¡No se debe poner la carreta delante de los bueyes!

Estimo que más vale desdramatizar que no se pueda llegar a un acuerdo programático de Gobierno y, en consecuencia, no sea viable apoyar un candidato común a la presidencia, entre todas las fuerzas políticas que componen la NM y el FA, más otros candidatos de izquierda. Ello, en virtud de que las orientaciones fundamentales de un proyecto de desarrollo para Chile difieren en una cuestión central: el rol del sector privado y del Estado en la economía. En efecto, una parte de dichas fuerzas políticas considera compatibles un rol protagónico para el mercado, para el sector privado, y las alianzas público-privadas, con un proceso de desarrollo económico y social al servicio de las grandes mayorías que vele por la igualdad de oportunidades de todos los chilenos. Otra parte, no lo considera así.

Destaque:

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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