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Jaque Comercial a Trump

Por: Jaime Manuel Ojeda Torrent


Señor Director:

El Presidente Donald Trump, incautamente no consideró en su guerra comercial, la variable soborno o las propuestas irresistibles y el chantaje, entre otras de las herramientas subrepticias, que como represalia emplearían uno o varios de sus competidores, para entre otras, incentivar a notables empresas norteamericanas, a abandonar su país para destruir su máxima y pilar de su gestión: «EE.UU., primero».

En una guerra comercial también funciona paralelamente, la guerra sucia o subrepticia, donde todo vale. En esta guerra sucia, no hay límites, se ataca siniestramente, el centro de gravedad del corazón y mente de los competidores. Por lo anterior, no nos debiera extrañar que estos partieran eligiendo para sacarla del país, nada menos que a la empresa considerada el emblema de los EE.UU., Harley Davidson. Es como que a una madre, su hijo predilecto, la traicione por dinero.

Se estima que Trump, tampoco consideró uno de los principios claves de la guerra comercial, cual es, jamás menospreciar al enemigo o a sus competidores, como tampoco, tener en cuenta, que sus principales competidores son países regidos por una dictadura, por lo tanto, capaces de soportar largas crisis económica producto de esta guerra comercial y además, de emplear sin límites éticos y con maestría, las más siniestras herramientas para doblegar al competidor.

Seguramente Trump, sabrá salir estratégicamente bien de este jaque comercial, pero con un alto costo para el país, precio que se paga por menospreciar al adversario y desconocer la existencia de la guerra sucia, donde no hay límites morales y en que rige el principio: «El fin, justifica cualquier medio».

Jaime Manuel Ojeda Torrent
PhD.Universidad Libre de Bruselas
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