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Tu discurso mata a muchas Opinión

Tu discurso mata a muchas

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Valeria Cárcamo
Por : Valeria Cárcamo Consejera política regional por Valparaíso Revolución Democrática
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Hace unos días, en plena discusión de la despenalización del aborto en la Comisión de Equidad y Género, fuera del mismo Congreso se hicieron presentes la marea verde feminista y los “pro vida”.

La discusión que se desató se intensificó con la presencia del personaje “Pastor Soto”, a quien los carabineros (como escoltas) tuvieron que retirar del lugar junto a su tumba, micrófono y parlante. Antes de que se lo llevaran, tuvimos un enfrentamiento directo, donde le gritamos: “tu discurso mata a muchas”.

Este discurso, hoy en día en las redes sociales, levanta nuevamente el debate del aborto legal en Chile.

El gritar “homofóbico” y “tu discurso mata a muchas” no es algo que afirmemos al azar, sino algo bastante concreto y, lamentablemente, real, en un país, donde se registraron 58 femicidios y tres suicidios femicidas en 2020 (Datos Red Chilena Contra la Violencia hacia las mujeres), como consecuencias de una religión que incita a la violencia y el odio.

Cuando los medios de comunicaciones le dan el espacio de hablar, de incentivar a otros a violentar, inclusive dejarlo a pisar una bandera que simboliza a la de la comunidad LGTBIQA+, mientras vociferaba “es un trapo de inmundicia que siempre uso”, es lo que nos lleva a la dualidad innecesaria de decidir sobre nuestros cuerpos o elegir cómo amar. En el caso de la comunidad LGTBIQQA+, esta registra una tasa de suicidios cuatro veces mayor que la población heterosexual (estudio por Consuelo Rehbein), en un contexto donde discursos como los que mencionamos impulsan a discriminar, violentar y asesinar a las personas de dicha comunidad.

No solo ha sido su discurso de odio, sino también de desinformar a todas las personas desde su perspectiva bíblica reinterpretada por años y muchas veces por los mismos hombres pensantes sobre el cuerpo de las mujeres, cuyos pasajes dicen, por ejemplo: “GÉNESIS 3:16 (Dios a Eva): Dijo asimismo a la mujer: Multiplicaré tus trabajos y miserias en tus preñeces; con dolor parirás los hijos, y estarás bajo la potestad o mando de tu marido, y él te dominará.”

Esto evidencia que se ve a la mujer como un producto, algo violentable, algo de uso a los ojos de Dios y del hombre.

Hoy en día, esta biblia y este discurso son el núcleo fundamental de la escritura de nuestra Constitución actual, la cual en su artículo 19 dice: “la ley protege la vida del que está por nacer”. Esto nos limita y nos criminaliza por el hecho de abortar.

La discusión en la Comisión de Equidad y Género se somete a un razonamiento arcaico y con una historia que debió terminar hace mucho tiempo. No obstante, hoy vemos cómo las feministas tenemos que salir a exigir un nuevo Chile, con una ley que despenalice el aborto. Persistiremos hasta que el aborto sea legal, porque sabemos que será así. Estamos a sólo una cordillera de distancia de una legislación justa para nosotras, y esta no tardará en llegar a Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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