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Ahora con guitarra Opinión

Ahora con guitarra

Pavel Castillo
Por : Pavel Castillo Economista y Gerente Comercial en CORPA Estudios de Mercado
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Hoy Gabriel Boric tiene sobre sus hombros el peso de sus propias críticas y de sus propias promesas. Para bien, y también para mal, existe una enorme fe en su persona y en ese nuevo Chile que él representa. Para bien porque tendrá apoyo, para mal porque las desilusiones duelen. Si quiere avanzar, no solo tendrá que mantener viva la fe en él, sino que tendrá que restablecer confianzas, con hechos y no palabras, de grupos de poder que criticó públicamente pero que hoy necesitan de su apoyo para gobernar. Hablo del poder político, judicial, económico y de orden.


La experiencia es básicamente haber hecho algo y fallado tantas veces que se tiene un abanico más grande de consideraciones para realizarlo sin tantos errores. Hoy Chile tiene al presidente más joven del mundo, con suficiente experiencia política, poca experiencia de vida dirán algunos, y sin experiencia en el mundo real dirán otros, con justa razón.

El presidente Gabriel Boric realizó gran parte de su carrera política en clara oposición a gran parte del “status quo”, desprestigiando y no reconociendo los avances y esfuerzos de la Concertación y de la derecha por Chile. Criticar es fácil, pero hacer que las cosas pasen es difícil, requiere de mucho esfuerzo, habilidad técnica, liderazgo, estrategia, templanza y empuje. Quien alguna vez haya tomado una posición de poder, sabrá reconocer que hacer las cosas de manera distinta o cambiar la cultura de una organización son tareas sumamente difíciles cuando un conjunto de personas ya sabe funcionar de cierta manera.

Hoy Gabriel Boric tiene sobre sus hombros el peso de sus propias críticas y de sus propias promesas. Para bien, y también para mal, existe una enorme fe en su persona y en ese nuevo Chile que él representa. Para bien porque tendrá apoyo, para mal porque las desilusiones duelen. Si quiere avanzar, no solo tendrá que mantener viva la fe en él, sino que tendrá que restablecer confianzas, con hechos y no palabras, de grupos de poder que criticó públicamente pero que hoy necesitan de su apoyo para gobernar. Hablo del poder político, judicial, económico y de orden.

Como economista y asesor de negocios, identifico tres puntos críticos que le harán muy difícil a Boric realizar cambios de manera responsable y que impacten correctamente en un mejor vivir para la población, de manera real y no ideológica.

Primero, recibe el país con una economía sobrecalentada producto de las políticas que su sector apoyó con mucho ímpetu, como los retiros de las AFP y bonos desmedidos fuera de timing. Esto lo llevará a tener que sortear la temida estanflación (inflación sin crecimiento económico) que deja a los gobiernos en escenarios difíciles para aumentar el gasto porque se traducen en aumentos de inflación en una economía estancada que ve caídas de salario real, producto del alza en los costos de vida. En unos meses tendremos cerca de 10% de inflación respecto a un año, y para finales de 2022 tendremos una inflación desanclada de las expectativas cercana a 5,7% y un crecimiento del PIB de solo 2%. Sumado a una pandemia y un escenario bélico internacional.

Segundo, la delincuencia está al alza y cada día hay menos control. Quienes han vivido actos delictuales saben que la justicia y las fuerzas policiales simplemente no tienen las atribuciones ni capacidades suficientes para responder. Las denuncias quedan en nada y parece ser que los delincuentes tienen más derechos que las víctimas. Pymes y grandes empresas sufren constantemente robos y asaltos, con turbas organizadas, e incluso existe toda una región que sufre regularmente ataques terroristas. Aquí Boric tiene otro flanco difícil de manejar, ya que fue un fuerte vocero para desprestigiar y quitar atribuciones a las fuerzas de orden, incluso su primera medida del mandato fue quitar 139 querellas. Si bien prometió mano dura contra la delincuencia cuando se vío frente al alza de candidato Kast, es una promesa difícil de cumplir para cualquier candidato y más para él por su historia de no condenar la violencia ni el terrorismo. Si el alza de la delincuencia continúa, su apoyo popular se verá fuertemente afectado. A esto hay que sumarle los problemas de inmigración.

Tercero, los privados no le creen, muchos ya retiraron gran parte de su capital, y quienes no lo han hecho, están preparados para salir rápidamente. Por mucho que Gabriel haya desprestigiado a los empresarios, para hacer que las cosas pasen tendrá que tener su colaboración, finalmente, ellos son los que dan empleos, mueven el capital y promueven el desarrollo económico. Nada es gratis, y sin un empresariado fuerte e interesado por seguir teniendo empresas y domicilio tributario en Chile, las arcas se pueden ver fuertemente mermadas y las propuestas de aumento de recaudación pueden quedar solamente en buenas intenciones. Boric fijó la reforma tributaria como una de sus prioridades, una estrategia naive dadas las altas probabilidades de que se entrampe en el congreso o que no se vea reflejada en mayor tributación, y tenga como consecuencia mayor fuga de capitales y menos inversión. El nuevo gobierno sabe que necesita mayor recaudación para tratar de cumplir sus promesas, pero eso difícilmente se verá reflejado sin confianza. Trató de ganar confianza con el nombramiento de Marcel, y logró calmar un poco los mercados, pero en sus carteras vemos a personas con poca experiencia y sumamente cercanas al PC. Sin embargo, tiene un salvavidas que es el alto valor del cobre.

Éxito Gabriel, porque ahora es con guitarra.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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