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Cancillería chilena, venezonalizada

Por: Alex Brito Ortiz, dirigente gremial, Ministerio de Relaciones Exteriores


Señor Director:

Mientras las miradas de los chilenos están centradas entre las lluvias del Norte y el fuego en la zona Sur, lamentable todo ello, la Cancillería chilena tiene su mirada constante en lo que ocurre con el país hermano Venezuela. Por cierto, parece atendible dada la actual situación que se vive en ese país, donde según se señala, no está garantizado el respeto a los derechos fundamentales de las personas, según las propias palabras del Ministro de Relaciones Exteriores, señor Roberto Ampuero, existe una violación a los derechos humanos.

Tal ha sido la preocupación de la autoridad máxima de la Cancillería, que “debió reducir su descanso”, como lo indicó un matutino el día domingo recién pasado. Esto, porque le permitirá ”monitorear el devenir del trance que afecta al país sudamericano”. Parece muy loable las acciones que lleva a cabo el señor Ministro, como representante de la política exterior de Chile, sin embargo, veríamos con muy buenos ojos que también existiera esa misma preocupación por lo que sucede al interior de nuestra Cancillería, vale decir, conocer el devenir de nuestra casa. ¿Sabrá el Ministro que en nuestra Institución tenemos funcionarios trabajando en forma hacinada?, ¿que ha sido sostenido en el tiempo el hostigamiento con algunas/os funcionarios por parte de algunos mandos medios?, ¿Qué existe un Clima laboral que transita entre lo mediocre y pésimo?, ¿Qué últimamente, jefaturas recientemente ingresadas manifiestan prácticas antisindical? Y solamente para concluir, de una larga lista de casos, ¿tendrá conocimiento el señor Ministro que existen enfermedades laborales reconocidas por la ACHS, producto de Acoso Laboral y Emociones Escondidas?, esta última, la cultura del miedo que he denunciado.

En mi calidad de Dirigente Gremial de la Cancillería, Director de una Asociación que guarda silencio y que poco o nada hace por el bienestar integral de los funcionarios, me asiste el deber y la responsabilidad de señalar lo anterior, como parte también de un accionar que viola los Derechos Humanos, toda vez que se transgrede la dignidad de los funcionarios. Haber realizado este escrito a través de ese medio de comunicación, suelen ser efectivos, así lo dice mi experiencia como dirigente gremial, para abordar las falencias que tenemos en con nuestro capital humano, para ello existen instructivos como el Código de Ética, que debe ser aplicado y practicado desde las más altas autoridades hasta el último funcionario. Todo ello requerirá una cirugía mayor en materia de Política de Recursos Humanos si queremos tener éxito.

Alex Brito Ortiz
Dirigente Gremial
Ministerio de Relaciones Exteriores

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