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Comida ultraprocesada y el futuro de nuestros niños y adolescentes

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Por: Lidia Paz Castillo


Señor director:

Los recientes estudios publicados en la prestigiosa revista “The Lancet” confirman con evidencia robusta que los alimentos ultraprocesados no solo desplazan la comida tradicional, sino que se asocian directamente con mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y otras enfermedades crónicas. En niños, niñas y adolescentes, esta exposición precoz marca el curso de su salud de por vida.

En Chile, donde la obesidad infantojuvenil sigue en niveles alarmantes, resulta incoherente que el propio Estado permita que los comedores escolares y entornos educativos sigan ofreciendo productos ultraprocesados que sabemos son dañinos, mientras declara promover hábitos saludables.

Por ello, es urgente anclar una política de Estado de alimentación escolar universal, gestionada por Junaeb, que establezca por ley: prohibición de alimentos ultraprocesados en comedores, kioscos y puntos de venta escolares; reemplazo por alimentos frescos y mínimamente procesados, culturalmente pertinentes; y compra obligatoria de al menos un 40% de los alimentos a la agricultura familiar campesina del territorio, fortaleciendo economías locales, soberanía alimentaria y sostenibilidad ambiental.

No se trata solo de menú escolar, es una decisión ética sobre qué modelo de desarrollo y de salud ofrecemos a las nuevas generaciones. El momento de alinear la alimentación escolar con la mejor evidencia científica y con los derechos de la niñez es ahora.

Lidia Paz Castillo,

académica Escuela Tecnología Médica UDP.

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